Si había dudas sobre qué iba a hacer el Atlético de Madrid con la placa vandalizada de Thibaut Courtois, estas se han disipado en menos de 24 horas. El Atleti ha actuado con normalidad, como si se hubiera roto cualquier otra placa, y la ha repuesto. El club no quiere verse más tiempo involucrado en esta desagradable situación que lo compromete, especialmente tras las palabras de Cerezo animando, irónicamente, a que alguien fuera a retirarla con un pico y una pala, y no ha querido dejar pasar más tiempo mientras toma cuerpo un debate instalado desde antiguo entre los aficionados sobre la pertinencia de ese Paseo (por cómo se concibió) o sobre la posibilidad de retirar definitivamente las placas que una mayoría de la afición considera más polémicas, como las de Hugo Sánchez o Kun Agüero. No obstante, con ninguna se ha llegado a la situación que ha ocurrido con la placa de Courtois.
Y no es la primera vez. El Atleti ya tuvo que poner seguridad privada para custodiar la placa de Courtois en los exteriores del Wanda Metropolitano en agosto de 2018 cuando el cancerbero belga fichó por el Real Madrid y aficionados rojiblancos la tomaron con la placa. Aunque nadie llegó a quitarla, si apareció rayada, pintarrajeada y sucia.
Tras los últimos acontecimientos, es probable que el club vuelva a poner seguridad privada pendiente de la placa porque el 'éxito' mediático de su retirada puede empujar a otros aficionados a imitar el comportamiento del primer o primeros desconocidos que la arrancaron y dejaron abandonada en las inmediaciones.
