jueves. 25.04.2024
Estadio Cívitas Metropolitano / Foto: Más Atlético
Estadio Cívitas Metropolitano / Foto: Más Atlético

Cerca de 3 horas de reunión "muy tensa". Así describen las fuentes consultadas la cuarta reunión de la Comisión Social celebrada este miércoles en el Estadio Cívitas Metropolitano con asistencia del consejero delegado del Atlético de Madrid, Miguel Ángel Gil, además de otros responsables de diferentes áreas del club.

DEBATE SOBRE LA CELEBRACIÓN DE UN REFERÉNDUM

Una reunión en la que se abordaron distintos temas sobre la situación económica y deportiva del club pero en la que todos los presentes tenían claro cuál iba a ser el tema más espinoso a debatir: la posibilidad de dar pasos hacia la celebración de un referéndum sobre el regreso del escudo. Y ahí, aunque no sólo en este punto, es donde saltaron las chispas con reproches cruzados entre los directivos del club y algunos de los miembros de la Comisión.

Llegado un momento del debate Gil Marín, tal como se ha expresado luego en el comunicado del club, pidió aplazar cualquier decisión sobre ese tema hasta después de terminada la temporada para no interferir con un conflicto social en la delicada evolución deportiva del equipo. Consideró también que para mantener un debate con los suficientes elementos de juicio era necesario realizar primero un informe (que hará el propio club), para conocer qué impacto tendría a nivel económico y de imagen un hipotético cambio del escudo.

Esta petición ni siquiera llegó a ser sometida a votación en una mesa compuesta por 9 de los 10 miembros iniciales de la Comisión, puesto que el representante de la grada de animación, es decir, del Frente Atlético, no estuvo presente tal y como anunciaron en un comunicado. Una mayoría de los miembros se pronunciaron a favor de esperar a la realización del informe y de respetar el plazo solicitado por Gil, de modo que la votación no fue necesaria. Los partidarios de abordar el asunto de inmediato eran minoría.

Hubo división, por tanto, pero las decisiones de la mayoría son, en cualquier caso, democráticamente asumidas como propias por todos los miembros de la Comisión en aras de no generar desde esta institución más división entre la afición. Un objetivo que este medio va a respetar, por lo que no va a revelar quiénes votaron en un sentido o en otro.

REACCIONES A LA DECISIÓN DE LA COMISIÓN

Este resultado ha supuesto una cierta decepción para algunos de los miembros de la Comisión consultados por Más Atlético. Esperaban una posición más comprometida por parte del club, una prueba inequívoca de que en algún momento se iba a dar voz a la afición para decidir sobre su escudo. Consideran que postergar el debate puede ser interpretado socialmente como una nueva excusa dilatoria, nueva munición para aquellos que no creen que el club tenga verdadera voluntad de contar con el socio. Piensan que la credibilidad de la Comisión está ahora por los suelos.

Otras de las fuentes consultadas estiman, por el contrario, que no deja de ser positivo que el club vaya dando pasos, aunque sea con exasperante lentitud, y que hace un año se habría firmado que el club se comprometiera a un debate sobre el referéndum con informes sobre la mesa y participación de representantes de la masa social.

COURTOIS RESPONDE SOBRE SUS FALTAS AL RESPETO

Otro de los asuntos en los que hubo división de pareceres fue respecto a la placa de Thibaut Courtois. En la anterior reunión se aprobó solicitar al guardameta del Real Madrid una rectificación de algunas de las declaraciones que ha realizado el pasado año en alusión a su antiguo club y que han sido consideradas ofensivas por buena parte de la afición. Desde el club se trasladó a la Comisión que ya se había realizado esa gestión y que el jugador había respondido. Esa respuesta se leyó en la reunión y no todos quedaron satisfechos con la misma.

El comunicado hecho público por el club no aclara cuál fue esa respuesta de Courtois y esa fue otra de las cuestiones debatidas. Algunos miembros  de la Comisión han pedido que se haga pública la carta para que toda la afición pueda opinar sobre la misma. Finalmente se decidió mantener la confidencialidad de la misiva y seguir hablando con el jugador. "Existe una conversación abierta con el guardameta para aclarar esta situación", es todo lo que revela el comunicado.

COMO SE HA LLEGADO A ESTA SITUACIÓN: LOS BULOS

Si el comunicado final del club ha generado cierta insatisfacción en parte de los miembros de la Comisión, la decepción ha sido total entre aquellos seguidores rojiblancos que tenían grandes expectativas puestas en la reunión y que se han expresado en ese sentido en las redes sociales. Son aficionados que han sido víctimas de los bulos y de las "informaciones interesadas" de las que habla el comunicado del club. Porque eso es, exactamente, lo que ha ocurrido en los últimos días.

Desde que el martes trascendió de forma generalizada la celebración de la reunión, cuya convocatoria ya había adelantado en exclusiva Más Atlético el 27 de diciembre, surgieron rumores en las redes sociales de que el encuentro había sido convocado para realizar una votación para dar vía libre a la celebración de un referéndum y que si había mayoría a favor, este se acabaría celebrando.

El bulo, que juega con las esperanzas y sentimientos de muchos atléticos, caló entre buena parte del mundo atlético en Twitter. Fue propagado por presuntos insiders ávidos de notoriedad que no supieron o no quisieron distinguir entre una información fidedigna y una filtración interesada. Entusiasmados por el calado de la supuesta noticia no pocos influencers y creadores de opinión rojiblancos, con toda su buena intención, ofrecieron sus espacios de mayor o menor seguimiento a estos "desinformantes". Incluso reconocidos periodistas de medios serios llegaron a hacerse eco de esta idea en sus redes sociales y en sus medios.

RUMORES PARA PRESIONAR AL CLUB

Sin embargo, tal como informó desde el primer momento Más Atlético, la reunión no tenía más orden del día que el que estableciera el club, como así ha sido confirmado posteriormente tanto por el propio club en su comunicado como por el resto de participantes. Sí es cierto que Miguel Ángel Gil tenía previsto afrontar el debate en esta reunión, a pesar de que dice lo contrario en el comunicado, pero no realizar una votación de esas características y consecuencias.

Que el tema del escudo iba a salir en la reunión era una obviedad desde el momento en el que el club llamó a los distintos miembros de la Comisión para convocarlos. Esta llamada se produjo el 27 de diciembre, minutos después de que el Frente Atlético comunicara su decisión de abandonar la Comisión precisamente por la falta de avances en el asunto del referéndum, lo que dejaba tocada la representatividad de la Comisión.

Esos rumores que elevaban al infinito las expectativas de la reunión surgieron de sectores afines a la grada de animación. Fueron una manera de presionar tanto al club como a los distintos miembros de la Comisión. Una estrategia interesada de quienes han abandonado la institución pero tratan de influir desde fuera de ella. Generar esas expectativas (en las que, también hay que decirlo, muchos no cayeron) podía traer dos consecuencias. La primera que lograran forzar al club a tomar las medidas deseadas. En ese caso, podían presumir de que su salida de la Comisión y sus quejas públicas habían obrado el milagro. Mucho pensar, ciertamente.

Más fácil era que se diera la segunda situación, que el club reaccionara a la presión externa como lo ha hecho en el comunicado:

Dada la confusión generada en redes sociales con este asunto, la Comisión Social, en la reunión de hoy, ha tomado la determinación de no tratar ningún aspecto relacionado con el escudo de la entidad debido a la falta de un clima propicio para la reflexión dentro de las distintas realidades de la afición

En este caso también gana el Frente Atlético, que tiene nuevos argumentos para justificar su decisión de abandonar la Comisión. No abrieron la boca, no escribieron un mensaje en sus redes sociales, ni se pronunciaron ilusionados ni desmintieron los rumores durante los dos días que esos bulos tomaron las redes. Pero es significativo el mensaje que el grupo radical ha colgado en su Twitter al poco de salir el comunicado. Ahora sí se pronuncian, con sólo dos palabras: "Quien avisa...". Parecen satisfechos de haber tenido razón.

LA MALA GESTIÓN DEL CLUB

No mucho mejor ha sido la gestión del club de toda esta situación. En medio de una crisis social dentro de la entidad que alcanzó su cenit por las quejas por el diseño de la camiseta, Gil convocó a varias peñas a una comida en el Estadio Metropolitano. Allí, según personas presentes consultadas por Más Atlético, el CEO rojiblanco admitió que quizás pudo equivocarse con el cambio de escudo y abrió la puerta a que, si la nueva comisión social que anunció esa misma tarde así lo decidiera, se podría tratar la realización de un referéndum.

Sin embargo, el comunicado posterior, enfrió esas expectativas. Esta forma de actuar, diciendo unas cosas en privado y otras en público, se ha repetido más veces y es algo que desconcierta a los miembros de la Comisión. 

La Comisión Social, siendo un indudable avance, no es precisamente una entidad transparente. Fue el club el que eligió a dedo a sus integrantes con sus propias razones, entre las que está, obviamente, no pegarse un tiro en el pie. Si incluyó finalmente a la grada de animación fue por recomendación de otros de los miembros que veían coja la representatividad de la Comisión si no participaba el grupo más numeroso y activo de cuantos forman la afición. 

Pero además, dentro de las normas establecidas por el club para su funcionamiento está el control total de la comunicación pública. No hay más portavoz que el club, el único que puede emitir un comunicado sobre las decisiones de las reuniones. No hay actas de los encuentros, se exige confidencialidad total de lo debatido y no se conocen los nombres de los integrantes salvo los de quienes lo han querido decir. Los únicos, la Unión Internacional de Peñas, que designó a su presidente Eduardo Fernández y así lo transmitió públicamente.

Con estos mimbres son muchos los que desconfían de las verdaderas intenciones del club. Algunos de los miembros de la Comisión van a hacer pública su intención de continuar en la misma. No les queda otro remedio, es la única manera de aferrarse a la posibilidad de convencer al club de la necesidad de consultar a la afición. Pero saben que si no hay avances tangibles pronto dejará de tener sentido mantenerse dentro.

La Comisión Social y el escudo: crónica de una decepción anunciada