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El origen de la plataforma "'Despierta Atleti' proviene de un movimiento espontáneo surgido tras la filtración de la nueva camiseta de la temporada 22/23. Entonces comenzó a distribuirse entre las peñas un documento para ser enviado al club el día 20 de junio, en el que se exige la participación de la afición en la toma de decisiones sobre asuntos que afectan a los símbolos del club como el regreso del escudo antiguo o el Paseo de Leyendas. El club reaccionó con celeridad y cierto secretismo convocando a varias peñas y colectivos, como la Unión Internacional de Peñas o la 'grada de animación' (el club no reconoce de forma oficial al Frente Atlético) a una reunión en la que tratar esos temas. En dicha reunión se alcanzaron unos compromisos que quedaron reflejados en la carta que Gil Marín escribió a los socios, aunque enfriaba la posibilidad de un referéndum sobre el regreso del escudo tradicional. No todos los aficionados quedaron contentos con dicha carta, ni siquiera con la propia reunión, al no considerar a sus miembros suficientemente representativos o sospechar la existencia de una cierta connivencia con el club. Sin embargo, lo cierto es que en esa reunión se encontraban colectivos que habían promovido el comunicado que se estaba gestando. Tras los acuerdos alcanzados en la reunión y a la vista de la carta de Gil, este movimiento ha hecho sustanciales cambios en un documento que había sido aprobado por más de un centenar de peñas, en algún caso tras consultar mediante el voto a sus miembros. El nuevo texto acusa al club de "provocar motivos para que no nos identifiquemos con lo que vemos en sus símbolos". Reclama que aunque miles de aficionados han acogido con normalidad el nuevo escudo, "no hay que olvidarse de los miles que seguimos con el Escudo que nuestros padres nos enseñaron". El Movimiento, continúa el documento, nace de la necesidad de "cohesionarse y mantener una postura común" ante decisiones que no van acordes al sentir del socio. Celebra los acuerdos para la creación de un Consejo consultivo para promover consultas sobre símbolos como el escudo por lo que insta al club a crearlo tal como se habló en dicha reunión. El documento ha recibido el apoyo de 150 peñas y colectivos, entre ellos algunos tan dispares como Frente Atlético, Peña Los 50 o Rojiblancas. Tras esta aparente unidad de acción existe una cierta lucha por la representatividad entre diversos colectivos rojiblancos. Una de las participantes en la reunión con el CEO del Atlético fue la Unión Internacional de Peñas, que representa a 250 peñas y tiene como objeto social servir de enlace con el club para trasmitir el sentir del aficionado. La Unión viene reclamando desde hace tiempo que la voz del socio sea escuchada en asuntos como el del escudo. Sin embargo, esta vez el comunicado no ha surgido de la Unión. Sus promotores no se han dado a conocer pero en el contexto de la crispación por la pifia de la camiseta han logrado una acogida numerosa entre los aficionados atléticos en las redes sociales y entre las propias peñas. La Unión también apoya esta iniciativa, pues comparten objetivos, pero no sin ciertas cautelas. En un artículo del Presidente de la Unión, Eduardo Fernández, en el boletín de la organización, se alerta de los desencuentros entre atléticos "tan proclives a la pasión como al exceso". En el artículo explica que comparten meta y objetivos con otros colectivos atléticos pese a las distintas sensibilidades sobre como lograrlos. Considera que no es el momento de "atribuirse méritos, sacar músculo o hacer demostraciones de fuerza. Se trata de colaborar." Y pide hacerlo "sin estúpidos protagonismos y dejando de lado ese cainismo tan habitual últimamente que sólo sirve para dar carnaza a aquellos que quieren vernos lejos". Además se muestra positivo sobre la voluntad del club de cumplir los compromisos alcanzados pero pide tiempo para que se hagan realidad. Y concluye. "Ahora es tiempo de pico y pala, de ponerse a trabajar y de dejar trabajar a los elegidos". Una declaración con la que trata de reconducir hacia el diálogo con el club un sentimiento de parte de la afición que, en el anonimato de las redes sociales, se expresa en ocasiones con una cierta radicalidad que, desde la Unión, consideran perjudicial no solo para alcanzar los objetivos sino incluso para la propia convivencia entre los aficionados. |
