Las relaciones entre clubes rivales, especialmente en materia de fichajes, son siempre complicadas. Sin embargo el Atlético de Madrid y el Barcelona han mantenido una intensa actividad en este sentido, casi siempre buscando situaciones beneficiosas para ambos clubes y mediante acuerdos. Repasando los jugadores que se han intercambiado desde 2013, parece claro que el Atlético ha salido claramente beneficiado tanto en lo deportivo como en lo económico. Hablamos de jugadores como David Villa, Arda Turán, Luis Suárez y, sobre todo, Antoine Griezmann.
ANTOINE GRIEZMANN
Comenzamos con el caso más reciente y, también, el más complejo. Comenzó en 2019 y el culebrón acaba de cerrarse, a falta de firma, tal y como adelantó MÁS ATLÉTICO la madrugada de este martes. Tras un año dando vueltas a su posible salida del Atlético de Madrid, el francés permaneció en el club la temporada 18/19. Pero su decisión estaba tomada. Se marchó al Barcelona con una venta millonaria, 120 millones de euros de los que 24 millones correspondían a la Real Sociedad por derechos de formación.
Sin embargo, el descubrimiento de correos electrónicos que demostraban contactos ilegales del Barcelona con el jugador forzaron un acuerdo entre clubes por el que el Atlético se llevó otros 15 millones. En total, descontado lo de la Real, 111 millones limpios que el Atlético empleó para poder afrontar el fichaje de Joao Félix, la emergente estrella mundial del fútbol.
El Barcelona se llevaba a un campeón del mundo, el único que se acercó a la mesa de Messi y Cristiano. Pero en el Barcelona su rendimiento fue irregular. No se adaptó bien, tampoco le ayudaron a adaptarse. No se le vio nunca feliz y el Barcelona, acuciado por sus problemas económicos, se quiso deshacer del jugador tras dos años. Y ahí estaba el Atleti con la caña.
El club actuó sin prisa, conocedor de las necesidades del Barça y con la tranquilidad de que no era un fichaje prioritario (salvo para Simeone). En el último minuto del último día del mercado de fichajes, Griezmann volvió al Atleti como cedido. El Barça se quitaba de encima su salario y el Atleti conseguía al mejor jugador de los últimos años de la historia rojiblanca, completamente gratis... Salvo por una endiablada condición. Si el jugador disputaba más de 45 minutos en la mitad de los partidos que estuviera disponible en los siguientes dos años, el Atleti pagaría 40 millones de euros al Barcelona.
En ese momento la cifra no parecía desproporcionada. Se recuperaba a un gran jugador por una cantidad que cualquier delantero top de Europa superaba fácilmente. Sin embargo, llegaron las dudas por su bajo rendimiento en esa primera temporada. Entonces el Atlético se llegó a plantear su salida, su intercambio por Cristiano Ronaldo, algo que no aceptó Simeone.
Lo que sí aceptó el técnico fue una estrategia de club destinada a forzar al Barcelona a una negociación a la baja de ese importe final. Limitar los minutos del francés sobre el campo para presionar al Barça, que no estaría ni dispuesto ni capacitado económicamente para asumir el regreso de Griezmann. El fin de la estrategia era conseguir que el Barcelona rebaje la cláusula. Y ha funcionado. El Atleti pagará sólo 20 millones de euros + 2 en variables.
Griezmann ha marcado 144 goles y ha dado 50 asistencias en su carrera en el Atleti. Costó 30 millones de la Real Sociedad, lo vendió por 120 millones al Barcelona, al que rebañó otros 15 más. Parte de la venta, 24 millones, fueron a la Real, y ahora paga otros 20+2 al Barcelona. Con estas cifras, el jugador no sólo ha salido rentable deportivamente sino que el saldo económico a favor del Atleti es de alrededor de 60 millones de euros. Uno de los fichajes más rentables de la historia rojiblanca en todos los sentidos.
DAVID VILLA
En julio de 2013 arranca la era más provechosa para el Atlético de Madrid en su relación con el FC Barcelona. En aquel momento el Atlético buscaba un sustituto para Falcao y se fijó en el asturiano, al que el Barcelona tenía en el escaparate con el cartel de “Saldo”. Villa había bajado su rendimiento tras la fractura de tibia que sufrió en diciembre 2011, que le tuvo sin jugar ocho meses. Pero el final del jugador estaba aún lejos. Lo sabía Villa y confió el Atleti, que le dio la oportunidad. Aquel fichaje se cerró por 2,1 millones de euros, que aumentarían en el caso de quedarse más años, algo que no sucedió.
Aquella temporada 2013/14 en la que el Atleti se proclamó campeón de Liga, David Villa jugó 47 partidos (38 como titular) y 3000 minutos. Marcó 15 goles y dio otros tres. Su rendimiento evidenció que el precio que costó fue un auténtico regalo. El Atleti había acertado de pleno y el Barcelona había armado poderosamente a su rival por un precio de últimas rebajas.
ARDA TURÁN
El siguiente acuerdo relevante con el Barcelona ocurrió en 2015, con Arda Turán. En esta ocasión se trataba del camino inverso. La estrella Turca quería abandonar el Atlético de Madrid tras cuatro años maravillando al Calderón. Su pretensión de salir fue dolorosa para los rojiblancos, que perdían una magia pocas veces vista de rojiblanco.
Sin embargo, la operación acabó siendo rentable en otros términos. El Atlético compró al turco por 15,5 millones al Galatasaray y lo vendió al Barcelona por 34 millones. El miedo era que el jugador, entonces de 28 años, la rompiera aún más en un equipo, rival directo, con un sistema de juego aparentemente más adaptado a sus cualidades. Nada de eso. 2 goles y una asistencia fue su pobre balance en un año en el que no tuvo autorización para jugar hasta enero y en el que una lesión de ligamentos lastró su rendimiento. Aún peor fue su situación la siguiente temporada. A Barcelona llegó un espejismo y el Atleti, probablemente, se libró de un problema, aunque nunca se podrá saber si en el Atleti habría mantenido su nivel.
LUIS SUÁREZ
En 2020 se repitió la historia de David Villa. El Barcelona consideró a Luis Suárez un jugador amortizado, en decadencia y menoscabado físicamente por sus problemas de rodilla. El Atleti pensó que tenía cuerda para, al menos, un año más. Y otra vez acertó. Se confiaba más en su cabeza que en su rodilla. Un campeón nato con el orgullo herido. Se pagaron 9 millones con el único temor a que una lesión los tirara a la basura pero acabó siendo otra ganga, otro regalo del Barcelona.
El Atlético, como en el caso de Villa, volvió a salir campeón de Liga con el delantero siendo clave en el éxito. Marcó 21 goles y dio 2 asistencias en 38 partidos jugados. Impresionante. Su segunda temporada, ya reivindicado, no fue tan productiva pero los 9 millones ya habían sido muy, muy baratos, y en Barcelona no daban crédito a semejante rendimiento.
