jueves. 25.04.2024
Once inicial del Atlético en Donosti / Foto: ATM
Once inicial del Atlético en Donosti / Foto: ATM

OBLAK: Lesionado.

Hasta que Umar Sadiq marcó el gol del empate, Oblak vivió muy tranquilo. La Real Sociedad atacó mucho antes de eso, pero la defensa del Atlético evitó casi siempre que el portero esloveno tuviera que hacer alguno de sus milagros. Nada que achacarle en el gol recibido, naque que pudiera hacer para evitarlo. Habrá que confiar en que su lesión sea solo un golpe, porque de lo contrario el Atleti tendrá un serio problema.

REINILDO: Injusticia.

Resulta injusto con Reinildo Mandava ponerle una mala nota. Es cierto que en su debe se encuentra que pudo hacer bastante más para evitar el gol del empate de la Real Sociedad. Un defensa de su categoría no debió permitir que el centro de Cho llegara a Sadiq. Pero este fallo, pese a la trascendencia de sus consecuencias, no puede empañar en modo alguno todo el perfecto trabajo defensivo que realizó el resto del partido, en el que fue una vez más infranqueble y evitó mucho del daño que pudo haber hecho el equipo txuri urdin.

WITSEL: Excelso .

Un día más, resultó el basamento a partir del cual Diego Simeone construye su esquema de juego. Se le fichó para ser Tiago Mendes, pero si fuera uruguayo -la jeraraquía que otorga la mezcla de sangre caliente y el oficio de los potreros- y llevara más años de servicio en el Atlético, podría ser un Diego Godín belga.

GIMÉNEZ: Creciendo.

Fue de menos a más. La verticalidad de Cho le amargó la tarde. Nunca pudo con el desborde del jovencísimo extremo francés (18 años), que fue el mejor del partido junto con Álvaro Morata. Pese a ello, anduvo creciendo, en parte gracias a su oficio y en parte gracias a Marcos Llorente, al que Simeone retrasó en la segunda mitad justamente para tapar las internadas del delantero realista. Casi marca un gol  desde 30 metros digno de ser candidato a mejor de LaLiga, pero Remiro se puso una capa de Supermán y la sacó de la escuadra. También tuvo en su cabeza el 1-2 a centro medido de Carrasco, pero el uruguayo se la echó a las manos de Remiro.

SAÚL: Superado.
Volvió a demostrar ganas y pundonor, pero sufre mucho de lateral izquierdo. No pudo evitar casi nunca las internadas por su banda y, por segundo partido consecutivo (tras el del Valencia del pasado lunes), se ganó una tarjeta amarilla en los primeros 20 minutos de juego. Tal y como estaba el árbitro Soto Grado con el Atlético (desquició con sus decisiones hasta a una prima lejana del utillero rojiblanco), lo raro es que no expulsara a Saúl por doble amarilla, tras golpear con el codo el ilicitano en la boca de David Silva. Simeone le dejó en el vestuario al final de primer tiempo (segundo partido consecutivo).

MARCOS LLORENTE: Malgastado.

Un encuentro más, con Marcos Llorente se está usando a un caballo de carreras pura sangre para engancharlo a un arado y faenar la tierra. Es claro que da la talla en labores de lateral defensivo, pero lo que pierde el Atlético en ataque es tanto, que el 'Cholo' debería replantearse esa opción. Cada vez que logró soltarse el yugo y pudo galopar por la banda hasta la línea de fondo, el Atleti dijo, "aquí estoy yo".

KOKE: Defensivo.

Nuevamente, Koke Resurrección se desempeñó más de medio campo para atrás que en labores de mitad de cancha hacia arriba para lanzar el contragolpe de los delanteros. Silva y Merino casi no le dejaron oler la pelota. Estuvo muy trabajador y correcto en estas labores defensivas el capitán rojiblanco, pero es lastimoso verse privado de su capacidad atacante.

RODRIGO DE PAUL: Pésimo.

Tiene que recuperar la confianza...,y con ella, la cordura. Eso pasa, posiblemente, por que su cabeza esté centrada. La sensación que da es que su corazón quiere, pero su cerebro y sus piernas no están coordinados. Nos enteramos de que jugó el tiempo que estuvo en el campo sólo por dos momentos: la tarjeta amarilla (muy justa) que vio mediada la primera parte y la expulsión que el árbitro le perdonó por un hachazo al tobillo a Mikel Merino a punto de finalizar ese primer entreacto. Incomprensiblemente, Simeone le mantuvo sobre el césped aún un cuarto de hora más en la segunda mitad (hasta el 'minuto Guriezmann), y aún en ese momento De Paul tuvo ocasión todavía de mostrar lo peor de su partido, marcharse casi andando cuando el marcador ya iba empate a uno y el Atlético necesitaba acelerar para ir a por los tres puntos. Impropio de De Paul.  

CARRASCO: Voluntarioso.

Fue de menos a más. Lo mejor que demostró fue su precisión milimétrica en el golpeo de las faltas. De un saque de esquina 'olímpico' suyo vino el gol de Morata. Puso también otro centro con tecnología láser en la cabeza de Giménez, que el charrúa erró. En el último cuarto de partido, imprimió vigor y velocidad a los arreones del Atlético. Si recupera su forma, es imprescindible para el Atleti.

JOAO FÉLIX: Eclipsado.

Prácticamente no se notó su presencia en el partido durante casi una hora. La propuesta de fútbol directo que ordenó Simeone desde que Morata lograra en el minuto 5 adelantar al Atlético en el marcador eclipsó por completo el virtuosismo del portugués, que necesita echar el balón al piso y encontrar opciones combinativas. Al final del partido, con el Atlético necesitado, Simeone mandó realizar ese fútbol de toque y Joao fue Joao, con una asistencia a lo Magic Johnson para Correa, que el argentino entregó dócilmente en las manos del portero de la Real. El árbitro Soto Grado anuló a Joao otra asistencia a Morata, que pudo haber sido el 0-2 (el madrileño sí marcó), a instancias del VAR, por una cuestionable mano en el control de la pelota hecha por el portugués.

ÁLVARO MORATA: El mejor.

No solo fue el mejor del Atlético, también del partido. Y no solo por marcar el 0-1 y luego el anulado 0-2, también por todo lo que aportó al equipo a la hora de bajar el balón de fútbol directo propuesto por el 'Cholo'. Otorgó oxígeno al Atleti, ninguno de los defensas de la Real Sociedad pudo con él. Trabajó duro y bien en defensa propia y acudió a repeler los corners contrarios. Fabuloso, Morata, al que cosieron a patadas los de la Real y abollaron a base de golpes. Solo una estadística: el 50% de las faltas de hoy cometidas por la Real Sociedad se las hicieron a Morata. Aún con todo, los golpes más dolorosos no se los propinó la defensa txuri urdin, sino Soto Grado con su intencionada miopía y trato provocador hacia el delantero rojiblanco, que acabó desesperado con el colegiado, y con amarilla por clamar justicia.

GRIEZMANN: Venenoso.

Una vez que Simeone ha reconocido de manera pública cuál es la situación de Antoine Griezmann ("soy un hombre de club, dijo el 'Cholo')- y estblecido ese minuto 60 como el 'minuto Griezmann', el francés está demostrando que el tiempo que le dan lo aprovecha y el Atlético mejora. Esta vez no pudo marcar, pero hizo mucho más feliz a Joao Félix, y eso siempre es sinónimo de que el Atleti sale ganando.

ÁNGEL CORREA: Desenfocado.

Sigue Ángel fuera de foco. Sin confianza, triste, cabizbajo. Simeone debe recuperar la autoestima de Correa lo más pronto que pueda, porque es una lástima verlo así. Nada como el gol que falló -echando a las manos de manera débil y temerosa la asistencia ganadora de Joao- para ejemplificar y entender este estado de ánimo de Angelito. Hay que darle cariño y tener paciencia con él. Se lo ha ganado.

KONDOGBIA: Voluntarioso. 
Ganas, pero sigue sin poder aportar su faceta de 'pulpo' en el centro del campo.

MARIO HERMOSO: Sin calificar.

Salió en los últimos minutos para sustituir a un agotado Carrasco, que ya no podía volver atrás cuando subía. 

GRBIC: Sin calificar.

Salió en los últimos minutos para sustituir al lesionado Oblak. 

ASÍ JUGARON