sábado. 20.04.2024
Los jugadores del Atleti hacen el pasillo a Koke / Foto: ATM
Los jugadores del Atleti hacen el pasillo a Koke / Foto: ATM

OBLAK: Espectador.

No es probable que Oblak vuelva a tener este año un partido con menos trabajo que el de este sábado. La pusilaminidad del Sevilla permitió que el portero esloveno pudiera haber pasado la jornada echándose una siesta. Tal vez otro lo hubiera hecho, pero Jan Oblak nunca duerme y por eso sigue siendo uno de los mejores porteros del mundo. En el minuto 80 el equipo hispalense tuvo su primera y única ocasión de gol, con un cabezazo de En-Nesyri. Oblak respondió con un paradón. 

REINILDO: Bastión.

Digámoslo fácil y corto, por no repertirnos: Reinildo no pierde nunca un duelo. El mejor fichaje defensivo del Atlético en años.

GIMÉNEZ: Correcto.

Estuvo correcto en todo el encuentro en un partido en el que los delanteros del Sevilla le elegraron la tarde.

SAVIC: Sin problemas.

No hace falta incidir en los poco problemas que ocasionó el ataque del Sevilla, pero sí mencionar que Stefan Savic regresaba a la titularidad después de muchas semanas de estar en el dique seco por lesión. En tales circunstancias, Savic no se buscó problemas y no se le notó que regresaba. 

NAHUEL MOLINA: Perdido.

El lateral argentino sigue dando una terrible sensación de que le pesa demasiado la responsabilidad de llevar la camiseta del Atlético de Madrid. Como si aún no hubiera sido capaz de asumir la fortaleza mental que demanda ser el lateral derecho de un club grande de Europa (con todos los respetos para Udinese). Simeone persiste en intentar aportarle confianza a la espera de que se asiente y logre ofrecer razones sufientes que justifiquen la fuerte apuesta que el club y el técnico han hecho por él. Pero Nahuel Molina mantiene la misma línea de comportamiento errático en defensa, inocente en ataque y con el punto de mira defectuoso en uno de sus a priori puntos fuertes, los centros y el golpeo de balón. Hoy Simeone le encomendó los saques de esquina. Tras un primer pateo peligroso, consiguió ilusionar, pero fue un espejismo. El resto del partido no logró colocar ni una sola pelota con sentido y dirección acertada. Se retiró lesionado cuando faltaban diez minutos para finalizar el encuentro.

SAÚL: Aplicado.
Volvió a demostrar ganas y pundonor. Hoy jugó en su puesto, de interior izquierdo. Sin deslumbrar, pero sí estuvo acertado en la primera mitad, aportando empuje y agobiando en la presión a la endeble defensa del Sevilla. En la segunda parte pasó bastante más desapercivido. Fue cambiado en las medianías del segundo acto.

MARCOS LLORENTE: Feliz.

Tras 47 partidos sin marcar un gol, Marcos Llorente anotó. Lo más positivo del asunto no es solo su gol, sino que lo marcó con su estilo propio, haciendo recordar al mejor Llorente rojiblanco y demoastrando que es cierto que las ecuaciones resultan más fáciles de resolver cuando todos los elementos cuadran: si Llorrente tiene gol y lo haces jugar más cerca del área y de la portería rivales, Llorente puede marcar con mayor facilidad. Si Llorente es todo potencia y no empleas esa potencia en hacerlo correr desde el lateral propio, Llorente la usará para castigar el área rival. Si Llorente es feliz, el Atlético sonríe. En todo caso, lo esperable sea que regrese al lateral con la lesión de Nahuel.

KOKE: Timonel.

En un día muy especial para Koke (que los atléticos tendrían que sentir como propio), el vallecano pudo jugar más despreocupado de tareas tácticas y defensivas, gracias al maestro Witsel. Eso permitió que Koke se aplicara a repartir juego. Suya fue la asistencia del primer gol, el de Llorente.

WITSEL: Compacto .

Primera ocasión en la que Axel Witsel jugaba en su hábitat natural, el medio centro defensivo. Es una bendición este jugador para el Atlético de Madrid. Su sentido del juego, su inteligencia y su elegancia proporcionan al equipo lo que no tenía desde que se jubilara Tiago Mendes. Koke seguramente le habrá dado las gracias por cubrile la retaguardia y permitirle jugar más liberado.

MATHEUS CUNHA: Sacrificado.

Salió titular y, aunque llevaba el '9' en la espalda, Simeone no lo usó durante los primeros 60 minutos como un delantero centro -imposible con el estado actual de forma de Morata-, sino como pieza transversal a medio camino entre interior, carrilero y mediapunta. Es un tipo tan honrado siempre en el sacrificio el brasileño, que si un vecino le pidiera ayuda para hacer la mudanza, ¿quién puede dudar de que Cunha se arremengaría y cargaría los muebles...?  Tras la sustitución de Morata, ocupó la punta de ataque. Tuvo una en la que lo hizo todo bien, pero no entró por paradón de Bono (el mejor del Sevilla). Posteriormente, Griezmann estuvo egoísta y no se la quiso pasar para que Cunha la empujara adentro. Una lástima, su sacrificio mereció premio.

ÁLVARO MORATA: El mejor.

No solo fue el mejor del Atlético, también del partido. Y no solo por marcar el 0-2, también por lo que trabajó arriba y en defensa. Hasta tres veces robó tres balones en sendas demostraciones de fuerza, compromiso con el equipo y entrega. Si el partido hubiera sido en el Metropolitano, el público lo hubiera despedido con una gran ovación cuando lo cambiaron. Pudo aumentar su serie goleadora en la primera parte, pero aún fallando, es el 'pichichi' del equipo (cuatro tantos)

CAMBIOS

GRIEZMANN: Venenoso.

Todo lo que hace Griezmann en los minutos que juega (normalmente, a partir del minuto 60) tiene sentido e inteligencia. Veneno en los pases que mete entrelíneas e inteligencia haciendo jugar al resto del equipo. Metiéndole gasolina cuando hay que correr, lubricante cuando hay que tocar y oxígeno cuando el conjunto tiene que respirar. Si contra el Sevilla hubiera tenido la pólvora más seca, habría marcado también. En su debe, estuvo algo egoísta con el partido ya decidido. Se empecinó en marcar 'su' gol, cuando tenía compañeros mejor colocados (especialmente la de Cunha). Sin embargo, se le disculpa, a fin de cuentas, Griezmann es un delantero.

CORREA: Peligroso.

Salió en los últimos 15 minutos y, aunque falló dos ocasiones que tuvo (de manera singular la primera, en la que solo tenía que colocarla de cabeza dentro del marco, tras saque de corner), se le van viendo mejores sensaciones. Crea peligro cuando juega y eso es lo que importa.

CARRASCO y KONDOGBIA: Sin calificar. 
Salieron con el partido ya cerrado. No pudieron aportar nada.

JOAO FÉLIX: Mosqueado.

Simeone lo sacó en el minuto 85. La cara del portugués esperando salir al campo presagiaba que tal vez iba a mostrar indolencia o una escenita. Lo que mostró, en cambio, fue frustración, que se tradujo en una tarjeta amarilla por entrada a Rakitic. Frente al Brujas el martes en Champions, posiblemente sea titular.

ASÍ JUGARON