jueves. 28.03.2024
Atlético de Madrid 4 - Celta de Vigo 1

El Atlético demuestra ante el Celta que fútbol son goles

Victoria muy importante del Atlético de Madrid ante el Celta de Vigo. Todos los triunfos resultan relevantes, pero unos más que otros, y este, teniendo en cuenta el discreto inicio en LaLiga, era crucial para que el Atleti no abdicara de pelear la competición doméstica, atendiendo a que lo próximo -una vez se solvente Champions League el martes en Leverkusen- será recibir al Real Madrid en el Metropolitano. 
Carrasco, De Paul y Koke celebran el triunfo del Atlético / Foto: ATM
Carrasco, De Paul y Koke celebran el triunfo del Atlético / Foto: ATM

Es una obviedad, cierto, pero no por ello hay que restarle sabiduría intrínseca. Si Vujadin Boskov decía siempre que "fútbol es fútbol" -y pasó a la historia con ese aforismo-, Luis Aragonés subrayaba con frecuencia lo de, "Ganar, ganar y ganar y volver a ganar". Y gana quien marca más goles.

Por lo tanto, y aunque en un partido pases fases en las que el rival te domina, si le metes más goles, ganas. Eso es lo que hizo esta noche el Atlético de Madrid ante el Celta de Vigo, marcarle más goles, hasta 4, por 1 de los vigueses. Con el añadido además de que Diego Simeone se presentó con una sorpresiva alineación inicial sin Joao Félix, Oblak, Llorente y Koke.

Seguramente no mereció tanto castigo el equipo de Eduardo 'Chacho' Coudet. Es más, toda la primera parte fue del Celta. En especial, porque el Atlético arrancó el primer cuarto de hora de partido siendo una máquina perfecta de perder balones en defensa, capitaneados por Mario Hermoso (en verdad, ejerció de brazalete de capitán ante la suplencia de Koke). También Geoffrey Kondogbia se sumó al cúmulo de desagravios. Por fortuna, el Atlético ha fichado a Axel Witsel y a Reinildo Mandava.

No se habían jugado ni diez minutos todavía y Mario Hermoso ya había regalado de forma grosera cuatro balones. En la dinámica en que más daño hacen estas pérdidas, cuando el equipo está saliendo. 

Solo Ivo Grbic, que hoy sustituía bajo palos a Jan Oblak -ni siquiera convocado el esloveno por precaución ante lo que le viene por delante al Atleti- evitó un sábado de pesadilla en el Metropolitano para los colchoneros.

A cada fallo de Hermoso, respuesta con paradones de Grbic o, en el último de ellos, fortuna para el Atlético. porque en uno de esos, Hermoso entregó la pelota al menos indicado, Iago Aspas que, desde el pico derecho del área, pegó un zapatazo y la estrelló en el poste izquierdo de Grbic, sin parar de hacer pequeños-grandes actos de salvación para su equipo.

Grbic devuelve los aplausos al público del Metropolitano / Foto: ATM
Grbic devuelve los aplausos al público del Metropolitano / Foto: ATM

 

Que el guardameta croata se la 'comiera' en el minuto 70 cuando el partido ya iba 3-0 no empaña la actuación salvadora de Grbic. Lo que cuenta es que, en el momento en que el marcador aún señalaba 0-0 y el Celta amenazaba seriamente la victoria del Atlético, apareció con actuaciones formidables, demostrando que la afición rojiblanca no tiene que estar permanentemente rezando para que a Jan Oblak ni se le ocurra una noche dormir con la ventana abierta o tomar bebidas con hielo, no sea que pille un leve resfriado. Además, también estaba Witsel, demostrando una noche más por qué decimos siempre de él que juega impecable, juega elegante, juega perfecto. Cortó, anticipó, despejó y dio aplomo y seguridad a la zaga.

Volviendo al comienzo, fútbol son goles. Cuando más agobiado estaba el Atlético, en la jugada inmediatamente después del pelotazo de Aspas, conexión mágica franco-argentina al primer toque: Lemar-Nahuel, De Paul, Correa. 

Lemar cambia todo el juego con un desplazamiento de 30 metros a la banda derecha sobre Nahuel Molina (un pelín más entonado hoy que en días pasados), el argentino la prolonga a otro argentino (Rodrigo de Paul), que la pone al espacio al tercer argentino de la ecuación, Ángel Correa (elegido MVP al final del encuentro). Correa hace una estupenda jugada individual y la enchufa meteórica a la escuadra derecha en un flash visto y no visto. 

Ángel Correa celebra su gol / Foto: ATM
Ángel Correa celebra su gol / Foto: ATM

El gol no aportó mejores cosas al Atlético. Nada más sacar de centro el Celta, nuevamente Mario Hermoso falla, perdiendo una carrera en velocidad ante Iago Aspas (35 años, ocho años mayor que Mario). Hermoso tiene que zancadillearlo y por fortuna el árbitro Hernández Hernández amonestó solo con color amarillo. Hermoso presentó con ello su firme candidatura a que Simeone lo dejara en la caseta en cuanto terminara la primera parte (cosa que no sucedió).

A partir de ahí, el 'Cholo' decidió cambiar el esquema defensivo. Mantuvo la defensa de tres centrales, pero recolocando a Mario Hermoso para situarlo más centrado (haciendo de Witsel), Reinildo ocupando el lugar de Hermoso y Witsel más a la derecha. Mejoró con eso la capacidad defensiva del Atlético. No por ello dejó de llegar con profundidad el Celta a las inmediaciones de Grbic. Lo siguió haciendo, pero con menos peligro, salvo algún que otro error en mitad de campo de Kondogbia, muy impreciso todo el encuentro.

Conclusión, el Cholo con gestos ostensibles desde el banquillo ordenó que se terminaba el intento de sacar la pelota jugada desde atrás: juego directo, pelotazo para arriba y a saltarse el medio campo.

LOS CAMBIOS

Era Mario Hermoso el que tenía todas las papeletas para quedarse en el banquillo. El segundo con más opciones, Kondogbia, claro. Pero no, ni uno ni otro. Simeone sorprendió manteniendo el esquema defensivo y tocando el centro del campo. Más aún, sentó de inicio en el segundo acto al que justamente más había ofrecido en los primeros 45 minutos, Thomas Lemar. En su lugar entró Koke (muy buenos minutos los del capitán).

Y, nuevamente, casi idéntico déjà vu que en la primera parte. El Celta amenaza, pero llega el minuto 5 tras el descanso y el Atlético pone en práctica esta suerte de Blitzkrieg (guerra relámpago). Gol de Rodrigo De Paul. Jugada de Carrasco. Cede al centro del área donde está Koke. El capitán la deja de cara al argentino, que la intenta colocar suave al palo derecho y tiene la fortuna de que la desvía al palo izquierdo Unai Núñez, despistando al portero del Celta.

De Paul, tras lograr el 2-0 / Foto: ATM
De Paul, tras lograr el 2-0 / Foto: ATM

Min. 62, los cambios de Antoine Griezmann y Joao Félix por Correa y Morata. Muy aplaudidos los dos que salieron. No solo por el gol de Angelito, también por el buen partido hecho a cargo del rosarino y el madrileño.

Min 65, golazo de Yannick Carrasco. Buena salida de pelota del Atlético desde su propia área: Koke pasa a Kondogbia que, de primer toque, la envía a Carrasco. Todo lo demás es mérito del belga y una conducción maravillosa con las dos piernas, primero con la derecha, encara a Hugo Mallo, lo salva con regate de izquierda y la clava al palo corto.

Carrasco celebra su golazo / Foto: ATM
Carrasco celebra su golazo / Foto: ATM

Min. 75, reaparece Matheus Cunha después de perderse por lesión los últimos tres partidos. Sustituyó a un Rodrigo De Paul, aplaudido por el Metropolitano. Y Cunha hizo la especialidad de la casa: aprovechar los minutos que le den y lucir como si la vida le fuera en ello. Le da lo mismo si es contra el Celta en Liga, una final de Champions o la pretemporada en Burgo de Osma. Él va con todo siempre.

Agarró la pelota en su campo, decidió irse a la guerra él solo, encaró a Unai Núñez, le tiró un autopase en velocidad y cuando pasó/tiró a puerta para que Joao Félix solo empujara a gol, el pobre Núñez se vuelve a meter el segundo autogol del partido. Decididamente, hay días que mejor no levantarse de la cama, debió de pensar el bueno de Unai.

Cunha, con Koke, gritan de alegría tras el 4-1 / Foto: ATM
Cunha, con Koke, gritan de alegría tras el 4-1 / Foto: ATM

Poco importó que antes de ese cuarto gol del Atlético a cargo de Cunha, Gabri Veiga acortara distancias (3-1) para el Celta, el partido ya estaba decidido. Pero por si el Atlético decidía meterse en problemas (algo nunca descartable con los rojiblancos), el '9' brasileño del Atleti pisó el acelerador y sentenció.  Con goles siempre se vive mejor. Especialmente, cuando te esperan Bayern Leverkusen en Champions y el Real Madrid en Liga. 

El Atlético demuestra ante el Celta que fútbol son goles