No existen razones para presumir. Tampoco motivos para festejar. Lo cierto es que el Atlético de Madrid no ha ganado nada esta temporada que merezca ser calificado como 'título oficial'. Muchos atléticos y atléticas desearían que la temporada 2022/23 hubiera comenzado en enero, después del Mundial. Seguramente, si así fuera, a estas alturas andaría el equipo compitiendo con el FC Barcelona por campeonar LaLiga.
Pero, siendo que esa ecuación no pasa de ser un mero suspiro de lamento imposible de alcanzar, sí resta en cambio aún una reflexión no menor que realizar. En el que con bastante probabilidad ha sido el año más duro para Diego Pablo Simeone como entrenador del Atleti, puede finalizar segundo en la competición doméstica y, lo que más relevancia con diferencia posee, de nuevo garantizando por undécimo año consecutivo la participación del club en la Champions League, el verdadero sostén de supervivencia financiera y de viabilidad para la entidad.
Ningún otro técnico del Atlético ha podido garantizar la presencia del equipo de forma continua en la élite futbolística -y económica- europea como lo ha logrado el 'Cholo'.
Se le podrán reprochar cuestiones que tienen más que ver con la percepción subjetiva (estilo de fútbol, preferencia por uno u otro modelo...), pero en términos objetivos, resultaría francamente complicado levantar la mano y protestar: este entrenador argentino te puede gustar más o menos, pero su amor por el Atleti y el logro de haberlo colocado como uno de los equipos a los que ni los mayores gigantes de Europa quieren ver ni en pintura en Champions es obra suya. Como añadido, los recursos financieros que vienen vía Champions y que sostienen el músculo imprescindible para costear una plantilla competitiva.
Todo esto es lo que el Atlético y el 'Cholo' lograron certificar en el Metropolitano este domingo frente a Osasuna, con una victoria tan cómoda y plácida como agradecida por los 57.000 espectadores que acudieron al coso rojiblanco para festejar el 'Día del Niño', con la participación estelar de Axel -heredero mayor de los seguramente nulos bienes y muchas deudas que le legue nuestro compañero José Antonio Vallés y, en tanto que tal, miembro ilustre de la cantera de MÁS ATLÉTICO-, encargado de entregar a Antoine Griezmann el trofeo 'Team of the Season'.
🏆 @AntoGriezmann y Molina recibieron, antes del #AtletiOsasuna, los trofeos, de manos de dos socios infantiles, por estar en el Team of the Season.
— Atlético de Madrid (@Atleti) May 21, 2023
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MUY SOBRADO
Se presentó el Atlético ya desde el inicio dando evidencias de que más pronto que tarde solventaría la papeleta y derrotaría a Osasuna. Prueba de esa solvencia era que, sin desplegar una tensión que fuera más allá de la tercera o cuarta marcha, ya en el minuto 10 había estrellado tres pelotas en las tres maderas de la portería de los de Jagoba Arrasate, Griezmann en el larguero y el palo derecho; y un estupendo durante todo el partido Saúl en la base del izquierdo.
Por comparación, Osasuna apenas logró asomarse al área de Ivo Grbic en todo el encuentro. Cero necesidad de paradas en la primera mitad para el portero croata del Atleti y un par de despejes y atajadas aéreas sin demasiada tensión en lo que restó de encuentro.
La placidez con la que se desarrollaban los acontecimientos para el Atlético sobre el césped se vio plasmada en goles, claro. El primero de ellos, casi orillando al entreacto, mediante un contragolpe fulgurante iniciado en la medular por Álvaro Morata, que disputó la pelota por alto a David García. Morata terminó en la enfermería knock out, después de recibir un impacto tremendo por la espalda (sin intencionalidad de hacer daño por parte del central rojillo, sólo fútbol), pero Saúl agarró la pelota y la envió de forma inteligente en largo para la carrera de Griezmann, que venía viendo por el rabillo del ojo como Yannick Carrasco (buen partido del belga) acompañaba por el carril central la jugada esperando que Grizzi se la diera para empujarla dentro, cosa que sucedió.
PAPÁ SAÚL Y MAMÁ CORREA
La retirada de Morata -los servicios médicos del Atleti informaron que sufría una fuerte "contusión en las vértebras" sin mayores consecuencias, que obligaba a revisión por precaución- dio la oportunidad a Ángel Correa para disputar toda la segunda mitad.
Salió el rosarino con muchas ganas, intentando cosas interesantes y con el ahínco que siempre demuestra para reivindicarse por millonésima vez en todos los años que lleva de rojiblanco.
Fruto de esa hambre llegó el 2-0. Correa presionó la salida de pelota de Osasuna, al punto que entre él y Koke (se marcó un gran partido también el capitán del Atleti) robaron el balón, trasladaron a Rodrigo de Paul (otro de los destacados), que liftó en prolongación para Saúl. El canterano -titular frente a Osasuna- cumplió con su cita preferida: Saúl no marca goles..., marca golazos. Gracias a su pierna menos buena (la derecha) empalmó un zapatazo potente que rompió la escuadra izquierda de Sergio Herrera. Golazo del ilicitano, que celebró anunciando que va a ser papá de nuevo.
Pero este 'Día del Niño' no estaba únicamente para festejar la paternidad, también la maternidad. En este caso, la de la señora Marcela. Su hijo, Ángel Correa, aún tuvo la oportunidad de dedicarle otro golazo (el 3-0), en otra estupenda combinación iniciada en Koke, con participación de Nahuel Molina y pase espléndido en profundidad de nuevo de De Paul, que Correa convirtió de manera sutil, como si hubiera sido un passing shot de tenis.
Arrodillado en el córner, Angelito miraba al cielo y sonreía feliz, mientras el resto de sus compañeros lo abrazaban.
Un Ángel que mira al cielo…#AtleticoOsasuna pic.twitter.com/Zt3PAfFZXL
— Más Atlético (@masatletico) May 21, 2023
