Antoine Griezmann sigue iluminado, le sale casi cualquier cosa que intenta con un balón. Y con su luz alumbra al Atlético de Madrid. Esto es una realidad incuestionable.
Pero tan preciso es decir que buena parte de la magnífica segunda vuelta que ha realizado el Atleti se debe al mediapunta francés, como injusto excluir a Diego Simeone de esta ecuación. Si al 'Cholo' le llovieron con razón los palos por el pésimo comportamiento del Atlético en los primeros meses de la temporada -en los que el equipo dimitió de Europa y LaLiga-, la misma razón le asiste ahora al técnico argentino para reivindicar el cambio de estilo -tan efectivo como vistoso- del fútbol rojiblanco.
Ante la Real Sociedad, el Atlético volvió a poner sobre el césped esa combinación de olfatear primero al oponente, presionarlo de forma paulatina arriba, robarle la pelota en salida y salir como centellas al contragolpe. Todo ello, ofreciendo además una salida propia de balón que en nada recuerda al pelotazo y tentetieso que sufrió en demasiadas ocasiones el paciente Metropolitano.
Con todos esos elementos, la Real arrancó mandona, creyéndose dueña del destino del partido, y a fe que durante el primer cuarto de hora así fue. No significó en caso alguno que los de Imanol Alguacil pusieran en apuro alguno a Ivo Grbic -no lo hizo, con Mario Hermoso, Axel Witxel y Josema Giménez estupendos, sobre todo Hermoso-, sino simplemente que manejaba el tempo del partido.
A partir de ese primera piedra de toque, comenzaron a juntarse en la medular Griezmann y Koke para demostrar que, más que jugadores veteranos, son jugadores maduros, en el sentido de sabios, conocedores del oficio y con la confianza necesaria para desarrollar un juego que se llama fútbol, empleando únicamente lo físico cuando resulta imprescindible y ofreciendo las muestras necesarias de que, antes de nada, la inteligencia vence al músculo cuando se llega a una determinada edad.
Rodrigo de Paul ha esperado al último tramo de la temporada para hacer ver a la afición rojiblanca que vive un momento dulce en que es capaz de aunar los dos elementos, fuerza e inteligencia. Muy buen partido el del argentino. De él partió la jugada del primer gol del Atleti, con un robo en la medular, envío hacia la vertical derecha del área txuriurdín y ahí Griezmann hizo el resto: se fabricó una jugada personal recortando poco a poco en diagonal para ir ajustándosela a su zurda y soltó un latigazo, en apariencia sin demasiados problemas para el portero de Donosti, pero que se clavó en su flanco izquierdo gracias a la puntería de Griezmann y a que Saúl Ñíguez -cumplió con nota también el canterano- hizo por rematar y con su gesto lo que logró fue desnortar por completo al portero Alex Remiro.
Con ese 1-0 en la buchaca, el Atlético se marchó al descanso, con la sonrisa en el rostro, todo lo contrario que la Real Sociedad.
SEGUNDA MITAD
La segunda mitad comenzó con un remedo de lo acontecido en el primer tiempo, un equipo blanquiazul intentando dominar y un Atleti amenazador y punzante.
Imanol introdujo cambios con la voluntad de aumentar la presión arriba y buscar al menos el empate, pero de nuevo se erigieron en protagonistas atléticos los mismos que en el primer entreacto galvanizaron el juego atlético: Griezmann, Koke y Mario, a los que se sumaron con mucho acierto Nahuel Molina -ha llegado a la recta final de Liga en su mejor momento-, Carrasco y un Sergio Reguilón que, si bien al comienzo se le notó la falta de confianza, en esta segunda mitad se mostró mucho más preciso y peligroso hacia adelante.
La gasolina le llegó al jugador cedido por el Tottenham hasta el minuto 70, momento en el que Simeone lo sustituyó por el que siempre cumple, Ángel Correa. De una jugada del rosarino nació el 2-0. Con una finta maravillosa desmontó Correa a media defensa de la Real. Luego avanzó desde el carril del '8', cedió en la corona del área a Griezmann para, magia por magia, el francés se la pusiera al primer toque a Nahuel, que entraba como un obús por su banda y la rompiera, clavándola en la escuadra contraria. Un verdadero golazo.
A partir de ahí, la Real se dio al ataque total, lo que motivó que el partido se rompiera por completo. Coincidió con los minutos de mayor belleza del juego del Atlético. Únicamente el error al materializar este juego en más tantos provocó que los del 'Cholo' no cerraran con un marcador más favorable en su despedida de temporada del Metropolitano y que al final, cuando Sorlo anotó el 2-1 en el minuto 89, el Atlético padeciera algo de agobio durante los cinco minutos de alague que concedió de forma justa el colegiado Pulido Santana.
