jueves. 25.04.2024
Atleti 2-1 Girona

Correa da una victoria y Oblak la salva en un mal partido del Atlético

Victoria muy sufrida del Atlético de Madrid ante el Girona. Ángel Correa marcó los goles y Jan Oblak volvió a salvar los tres puntos. Si Correa es el Ángel de este equipo, Oblak es quien obra los milagros. Todo, en un partido en el que el Atlético confirmó su primer fichaje para la temporada que viene: Rodrigo Riquelme. Demostró en el Metropolitano que tiene clase, categoría y hechuras de sobra para ser jugador de la primera plantilla del Atleti. Marcó y se despidió ovacionado por el estadio y.., por Simeone.
Los jugadores del Atlético celebran uno de sus goles / Foto: ATM
Los jugadores del Atlético celebran uno de sus goles / Foto: ATM

Casi lleno el Metropolitano -54. 069 espectadores- en el fin de semana de las peñas -más de 5.000 peñistas en las gradas-, ambiente festivo, tarde soleada y muchas ganas de animar y aplaudir al Atlético de Madrid a todo pulmón por parte de la hinchada.

Escenario inmejorable para que el equipo rojiblanco restañara los jirones ajados que se dejó tras las derrotas en tres de los cuatro últimos partidos hasta ese momento (Leverkusen, Real Madrid, Sevilla y Brujas).

Por terminar de poner el mejor de los vientos posibles en las velas de la escuadra de Diego Simeone, el Atleti se comenzó adelantando en el marcador nada más arrancar el encuentro (1-0, al minuto tres y medio), tras hacer sus respectivas magias Antoine Griezmann en forma de playmaker de baloncesto y Ángel Correa, con la inteligencia mamada en los potreros que corre por sus venas y luce prácticamente cada vez que tiene minutos para jugar.

Pero hasta aquí la fiesta. Fue marcar el 1-0 el Atlético de Madrid y adiós al buen rollo. Pasaron unos minutos más para que el Girona pudiera recuperar el aliento, recomponerse y levantarse de la lona tras el revés encajado, y desde ese momento y casi hasta que el árbitro Martínez Munuera pitara el final del encuentro, el Atlético casi no hizo otra cosa que sufrir a la vieja usanza.

Con el agravante de que el Girona, conviene no olvidarlo, es un recién ascendido de Segunda División. Hoy en la casa del Atleti demostró que juega bien y mucho al fútbol. Y desde luego, que no mereció marcharse sin puntuar. Pero, fútbol es fútbol, signifique eso lo que signifique.

Poco a poco los rojiblancos comenzaron a exhibir dosis crecientes de ansiedad. Los chicos del 'Cholo' saben perfectamente que no lo están haciendo como desearían y eso comienza a hacer mella en su cabeza. Suele suceder cuando se desea más que cualquier otra cosa no defraudar, que la presión acartona las piernas.

Tampoco es que durante casi toda la primera parte del encuentro el Girona atosigara ni agobiara al Atlético -eso sucedió en el segundo tiempo -, pero la sensación que se respiraba era la de..., "cuidado, que nos la podemos pegar...".

Cada vez se defendía con las líneas más atrás y se atacaba con la delantera a más y más metros de Juan Carlos, el portero del Girona. La prueba de este escenario quedó plasmada en la primera ocasión realmente clara que el equipo catalán tuvo, en el minuto 34. Luis García recoge un balón en el punto de penalti de Oblak y..., no fue gol, porque dos jugadores atléticos lograron abortar la jugada. ¿Quiénes eran esos dos jugadores? Griezmann y Matheus Cunha, dos delanteros rojiblancos en área propia.

SEGUNDA PARTE

Patrón calcado al de la primera. Muchas ganas de darlo todo en la grada y regalo del portero del Girona, que la picardía, la inteligencia y la fe de Correa convirtieron en el 2-0. El meta arriesga con los pies en el área chica y Correa la caza. Para dentro y felicidad nuevamente nada más arrancar.

Pero otra vez indecisión en el juego, nervios, líneas cada vez más atrás y..., lo que nadie quería que sucediera, sucedió..., comenzaron a sonar pitos al juego del equipo. Es perfectamente entendible que la afición proteste por el juego de los suyos, pero si el problema es la ansiedad, los pitos no insuflan precisamente mucha fuerza en el ánimo de los jugadores. Por eso el 'Cholo' se desgañitaba en la banda pidiendo al Metropolitano que apoyara y no pitara.

RIQUELME TIENE QUE REGRESAR

Si quedaban dudas sobre la calidad de Rodrigo Riquelme para jugar en este Atlético de Madrid, 'Roro' ha demostrado en el Metropolitano que el próximo año tiene que ser, sí o sí, jugador de la primera plantilla de este equipo. 

El canterano rojiblanco cedido al Girona fue el mejor de los catalanes y, junto a Correa y Oblak, el mejor del partido. Que tenía clase se conocía, pero ahora se ha visto también lo que ha crecido en pocos partidos este jugador y la jerarquía y la madurez que ha exhibido en el Metropolitano, han derribado todas las puertas. Para completar su carta de presentación, marcó el gol del Girona y puso al Atlético al borde de un ataque de nervios.

Pidió perdón a la afición por marcar, la afición lo ovacionó y lo volvió a ovacionar aún con mayor fuerza cuando fue sustituido a falta de 15 minutos para el final. Hasta el mismo Simeone ovacionó a Riquelme en su retirada al banquillo. Mensaje directo.

OBLAK

Y quedaba Jan Oblak. Si Ángel Correa dio la victoria con sus goles al Atlético, el portero esloveno la salvó con hasta tres paradones marca de la casa. Imposible que los tres puntos se hubieran quedado en el Metropolitano sin Oblak. Ha regresado el mejor Oblak de todos los tiempos. Si Correa es el Ángel del Atleti, Oblak obra los milagros.

PD: hubo pitos para Joao Félix. No generalizados, pero sí bastante audibles.

Correa da una victoria y Oblak la salva en un mal partido del Atlético