Partido completísimo del Atlético de Madrid. Juego fluido, solvente, atractivo y tremendamente ilusionante para sus seguidores.
Ilusión, felicidad, fiesta. Este Atleti parece empeñado en que el ritmo y la jarana veraniega no se detengan nunca. Ha arrancado la temporada de liga 2022/23 del mismo modo que viene desarrollando los partidos de pretemporada, con victorias, goles, fútbol vistoso y hambre para al menos competir y pelear por todo. Hoy derrotó al Getafe por 0-3. Poco se le puede reprochar al conjunto y al planteamiento de Diego Pablo Simeone.
Para quienes le achacan que es rácano y abonado al 'unocerismo'..., goles, con un Álvaro Morata inspiradísimo cara a puerta, fuerte como un bisonte en carrera y creador del 'principio de una gran amistad' asociativa con Joao Félix (en el 15´ ya había instalado el 0-1).
Para los que le acusan de catenaccio amarrategui.., fútbol combinativo al primer toque y jogo bonito por momentos, especialmente cuando asume Joao con la pelota cosida al pie derecho y la cabeza no alta, altiva.
Para los que le afean que sea más amigo del músculo y el hormigón armado en la sala de máquinas que de los jugones..., Joao, Lemar, Koke hoy de inicio, con la inestimable colaboración de Axel Witsel (imperial) ejerciendo de maestro de ceremonias en la salida del balón.
Es cierto que sigue adoleciendo del mismo dolor de cabeza que la pasada campaña, los centros laterales. En ese punto, persiste la sensación de fragilidad y nerviosismo. Solo el larguero evitó que en uno de esos centros laterales por la derecha, Borja Mayoral no ejerciera de cenizo para los del 'Cholo' en ese ambiente festivo rojiblanco y colocase el empate a uno en el minuto 40.
Tampoco falta razón si se subraya que el Atlético estuvo tentado de ir perdiendo poco a poco el mando del encuentro tras marcar el 0-1. Ya en el tramo final de la primera parte el Getafe empezó a mandar y en la segunda confirmó ese dominio. Pero realmente nunca gobernaron los de Quique Sánchez Flores el encuentro ni agobiaron a Jan Oblak. Más bien se intuía en las filas atléticas que la situación estaba controlada y que se podía reactivar la maquinaria en cuanto se desease.
El caso es que, más que un deseo, fue una metedura de pata del Getafe lo que incitó el retorno del mejor Atlético en el partido. Maksimovic decidió complicarse la vida en la zaga azulona. Joao lo supo ver, le robó la pelota, condujo con clase, metió pase profundo 'a lo Laudrup' para Morata, que no perdonó. Minuto 15 de la segunda parte y el Atlético ya mandaba por 0-2.
MORATA
Merece la pena detenerse en este segundo tanto. Dejemos al margen el fallo de Maksimovic y la jugada de Joao Félix. Centrémonos en Álvaro Morata y en la siguiente cuestión: ¿qué le están dando de comer en casa a este muchacho? Sin desmerecer el trabajo del 'Profe' Ortega..., definitivamente Morata se está debiendo de pasar a almorzar cada día por casa de sus padres, porque solo así se explica el vigor que demuestra en este arranque de campaña. Por cierto que el seleccionador Luis Enrique Martínez debe de estar feliz.
Todo potencia y gatillo fácil plantó sus 190 centímetros en el pico izquierdo del área chica, controló con diestra y fusiló a la escuadra con siniestra de un zapatazo tormentoso ante el que el portero David Soria no pudo hacer nada.
Como tampoco nada fue capaz de hacer Djene para evitar el gol. El defensa togolés del Getafe es pura fuerza y acero muscular, pero fue impresionante el modo en que rebotó y calló al suelo al chocar contra una roca llamada Álvaro Morata esta tarde. Qué fuerte está el delantero del Atlético...
Se marchó ovacionado en el 80´por el centenar de atléticos que vieron el partido en el Alfonso Pérez Muñoz y también por casi todos los seguidores del Getafe.
JUAN IGLESIAS
Después del segundo gol de Morata, el Getafe se desengañó y dio por imposible vencer hoy al Atleti, salvo para Juan Iglesias, el mejor jugador sin lugar a dudas del cuadro del sur de Madrid. Incluso el mejor de los dos equipos, junto a Morata.
Con todo el respeto debido al Getafe, este chaval apunta a mayores empresas en el futuro. Nadie del Atlético pudo con él. Tiene una cintura elegante y un guante en el pie derecho. Le puso dos balones formidables a Borja Mayoral desde la banda sólo para marcar. La primera el delantero la estrelló en el larguero (en el 40’) y la segunda la mandó incomprensiblemente fuera a puerta vacía (en el 72’).
BANQUILLO
El Atlético de Madrid tiene un equipazo. Nivel alto en el once titular y nivel alto en el banquillo. Antoine Griezmann, Carrasco, De Paul, Cunha, Correa… fueron el banquillo de Simeone. Sobra decir más.
Mención especial para Griezmann. No solo por su golazo (0-3 en el 75´), que terminó con la peor sequía goleadora personal (23 partidos sin marcar), sino de manera fundamental por cómo gestionó el tempo del Atlético cuando tuvo la pelota en los pies.
Supo acelerar cuando había que acelerar e imponer calma en el momento de que el equipo respirara. Al borde del final del partido ejecutó un golpe franco directo al borde del área que no terminó en gol solo por dos razones: porque le salió un poco centrada y porque David Soria logró no terminar empujado dentro de la puerta al atajar (tal era la violencia del disparo a pierna izquierda del delantero francés del Atlético).
La fiesta no para, por tanto, en este Atlético ilusionante. Se acuesta colíder -junto al Villarreal- y el próximo fin de semana dirimirá contra los amarillos, justamente, en el Metropolitano, si además de ilusionante y festivo, es capaz de repetir la andadura de hace dos años cuando ganó LaLiga, tomando el liderazgo de arranque. Por de pronto, está repitiendo los mismos códigos: puerta a cero y pólvora arriba.
