Está levantando una formidable polvareda Diego Costa a raíz de sus declaraciones con un streamer brasileño, Pinhado. Pero, ¿qué es lo que realmente dijo Costa en ese canal de YouTube? ¿Realmente se insultó al Atlético de Madrid? ¿Expresó una opinión personal respecto de las instalaciones deportivas del club? ¿Tiene razón Diego Costa o está equivocado? ¿Se le fue, directamente, la cabeza? y, sobre todo, y esta es seguramente la principal pregunta que se está haciendo la afición rojiblanca, ¿han sido acertadas sus palabras o debería haberse callado, a sabiendas de la trascendencia que unas declaraciones de ese tipo pueden tener en una hinchada y en la imagen de una institución cuando son formuladas por uno de los mitos recientes más queridos?
Numerosas cuestiones. Vayamos una a una. La primera de ellas, ¿qué es lo que realmente dijo Diego Costa? Esta es la traducción del fragmento que más polémica está generando: "El Atlético de Madrid no tiene nivel europeo (parece que se refiere más bien a las instalaciones de entrenamiento). En cuanto a estructura, calidad que le da al jugador, eso es top, 100%. Pero no te voy a mentir, el vestuario del entrenamiento es una mierda. Y la Academia está muerta" (En estas dos últimas frases parece que se refiere al Atlético Mineiro, su ex equipo en Brasil, y no al Atlético de Madrid).
A partir de aquí, el resto de preguntas. Sobre si esas palabras resultan o no un insulto, realmente tampoco se debería caer en una retórica facilona. Lo fácil sería sentenciar a Costa y afirmar que sí, que ha sido un grave insulto hacia un club que le dio todo desde muy joven y que en la última etapa de carrera deportiva lo mantuvo, pese a su bajo nivel. Pero, en realidad, Diego Costa no expresó una sentencia referida a la institución, sino aparentemente a la logística material. Todo lo que exceda de ese ámbito arroja sospechas de relato simplista o necesidad de clickbait.
En cuanto al resto de preguntas: no, seguramente no estuvo nada acertado el delantero de Lagarto. Debiera ser muchísimo más consciente del significado histórico que un jugador como él tiene para el Atlético de Madrid y para su hinchada. Debiera ser infinitamente más consciente del daño en la imagen internacional del Atlético que unas palabras así dichas por alguien como él pueden generar. Respecto a la Academia, parece evidente que no se refiere a la del Atlético de Madrid teniendo en cuenta los recientes éxitos deportivos de la cantera rojiblanca.
En suma, parece impensable que se ponga en duda lo que significa el Atlético de Madrid para alguien como Diego Costa. Durante años dio pruebas sobradas de ello sobre el terreno de juego. Pasará a la historia una frase de Gary Lineker durante una retransmisión de un partido: "Diego Costa lo da todo por el Atlético de Madrid. Allí donde la mayoría no mete el pie, Diego mete la cabeza. Sería capaz de meter la cabeza en un ventilador por defender escudo que lleva".
La duda que queda ahora es si, precisamente por eso, a Diego Costa se le fue la cabeza en esta entrevista. Lo que conduce a responder a la primera pregunta que encabezaba este escrito: ¿ha insultado Diego Costa al Atlético de Madrid?
Más bien parece que lo que ha hecho Costa con este tipo de declaraciones y de comportamientos es insultarse a sí mismo, no al Atleti. Insultar su legado, y ahí sí que debería tener más delicadeza. Costa empleó toda su carrera deportiva en labrarse un nombre, un prestigio, un respeto y un cariño entre la afición atlética.
Dos reflexiones últimas: ¿puede pensar Diego Costa en compañeros suyos de batalla, como Gabi, Godín, Juanfran , Filipe Luis o Thiago (por citar solo a algunos pocos) hablando así del club de sus amores? Y, ¿de verdad Diego Costa estima que la mejor manera de encontrar un nuevo club (actualmente, con casi 34 años, está sin equipo y en búsqueda de ficha) es con apariciones de esta naturaleza y bebiendo cerveza, tal y como se aprecia en la entrevista completa?
Al margen claro, de que Diego Costa..., bueno, es Diego Costa. Capaz de lo mejor y de lo peor. Capaz de hacer un chiste, llegado el caso, incluso en su propio funeral.
