
Con Doherty disputando la plaza de lateral derecho a Nahuel Molina, se daba por concluido -al menos por esta temporada y salvo desgracia mayúscula en la enfermería, como así ha sucedido con Reinildo, aunque en la banda contraria- el tiempo en el que Marcos Llorente debía jugar a 70 metros siempre del área rival.
Siendo como es en estos momentos seguramente uno de los jugadores más en forma del Atlético de Madrid, la capacidad ofensiva de Llorente resulta esencial -junto a Griezmann- de cara a poder afrontar lo que queda de Liga y luchar por lo único que le resta al Atleti, garantizar una plaza Champions.
Jugando de lateral o carrilero, Llorente acababa los encuentros agotado, teniendo que recorrer decenas de veces toda la banda arriba y abajo, con lo que las opciones de ataque del Atleti con las llegadas por sorpresa a la línea de fondo rompiendo la línea defensiva rival del madrileño se reducían de forma sustancial.
Se lograba así ver a Marcos Llorente donde ha demostrado que hace verdadero daño, de media cancha para arriba, trazando diagonales y horizontales con Nahuel Molina, Griezmann y Ángel Correa. Una muy buena noticia para la afición del Atlético de Madrid.
Sin embargo, el Atlético jugará este sábado en el Metropolitano (21:00h) frente al Sevilla FC. Lo hará con una línea defensiva muy lastrada por lesiones y sanciones, especialmente en los laterales. Con Reinildo lesionado y Nahuel Molina sancionado, todo apuntaba a que Matt Doherty por fin podría tener su oportunidad de debutar de rojiblanco. Pero ni por esas. A tenor de lo que ha estado ensayando Diego Simeone durante la semana, el 'Cholo' usará a Llorente y Carrasco en las alas, dejando al irlandés en el banquillo.
De confirmarse esa formación, sería un duro golpe para el irlandés, que recibiría un mensaje nítido: ni con un Atlético totalmente cojo en defensa, Simeone cuenta con él para salir de titular.