sábado. 20.04.2024
Las Reinas de Madrid alzan la Copa / Foto: ATM
Las Reinas de Madrid alzan la Copa / Foto: ATM

La final de la Copa de la Reina tuvo el guión soñado al que aspira cualquier campeón. El Atlético de Madrid no partía como favorito ante un Real Madrid que buscaba su primer título oficial desde su creación. En el palco del estadio neutral de Leganés asistía, por primera vez a una final del femenio, Florentino Pérez, sentado en la presidencia del palco junto a Luis Rubiales. Todo preparado para que el madridismo exhibiera ese primer trofeo de la historia del equipo creado a golpe de talonario por el presidente del Real Madrid.

EL ATLÉTICO ROMPE EL GUIÓN PREVISTO PARA LA FINAL

Pero ahí estaba el Atlético para molestar y para demostrar que aunque no esté en su mejor momento, hay cosas que no se pueden comprar, y son las cosas que se sienten. Las rojiblancas sintieron el orgullo de pertenencia al club y lo demostraron sobre el terreno de juego en una noche que quedará para el recuerdo.

Quien sabe si esta ha sido la última muestra de resistencia de un equipo femenino que lo ha sido casi todo en el pasado reciente y que ahora intenta sobrevivir en la élite frente al potencial de equipos recién llegados, pero que vuelan con las alas de la institución a la que representan, como es el caso del Real Madrid.

EL ATLÉTICO NO APROVECHA SUS OCASIONES

La muestra era esa presencia de Florentino Pérez para ver culminar su obra, y todo parecía ir como la seda. Aunque el Atlético arrancó el encuentro muy bien colocado y llevando peligro a la portería de Misa, las ocasiones no acabaron de transformarse, algo que no tardarían en penalizar las otras aspirantes al título.

Tras varias claras ocasiones de gol en la portería madridista, fue el Real Madrid el que golpeó primero en el minuto 31. El lanzamiento de un córner mal concedido (claramente la última en tocar fue la jugadora madridista), lo remató a placer Toletti lejos de la estirada de Lola Gallardo. Terminó así una primera parte en la que Misa, la guardameta madridista, salía como la más destacada entre las blancas.

MAZAZO Y REMONTADA

Tras el descanso el Atleti perdió fuelle o, lo que es lo mismo, confianza. El Real Madrid estuvo muy cómodo. El mazazo llegó, de nuevo, en un córner que Ivanna mandaría a la red. Cuando todo parecía acabado y el diluvio arreciaba con rayos y truenos en Butarque, las rojiblancas se rebelaron contra el destino. Había agua más que suficiente para aguar la fiesta y a ello se pusieron.

Con el Atleti cada vez más volcado al ataque, Misa volvía a tener mucho trabajo. Lucía Moral ya avisó seriamente en el minuto 86 al estrellar contra el travesaño un remate de cabeza. Sólo dos minutos después culminaría con un disparo raso y ajustado al palo, una gran jugada de Estefanía Banini que profundizó en el área dejando atrás a todas sus oponentes.

El partido se alargó 6 minutos más y las chicas de Manolo Cano sólo concebían lograr el empate. Una falta al borde del área transformada magistralmente por Banini en el 95, llevó el delirio a la mitad del estadio y la desolación al otro, incluido al palco. Los planes se acaban de torcer.

DE LA PRÓRROGA A LOS PENALTIS

La prórroga no varió el marcador pero hizo mella en las jugadoras, agotadas sobre el charco en el que ya se había convertido Butarque. Los dos equipos se conformaron con jugársela en los penaltis, una lid que los atléticos temen con razón pero que esta vez sirvió para hacer justicia sobre lo visto en el terreno de juego.

Las paradas de Lola llevaron al Atleti en volandas hacia la consecución de la segunda Copa de la Reina tras la conquistada en 2016 frente al Barcelona. La Copa al cielo y en el palco Florentino Pérez aplaudiendo tímidamente con las manos, mascullando una derrota que no contemplaba. También Alberto Núñez Feijóo está cambiando los chistes de sus futuros mítines. Llegará el día, claro, pero el Atleti va a vender cara la piel. Las Reinas de Madrid, aún visten de rojo y blanco, aunque desde hoy ya no estará entre ellas Virginia Torrecilla.

El Atlético de Madrid conquista la Copa de la Reina en una noche épica