Difícil encontrar un partido de fútbol con más polémicas que el Real Sociedad-Atlético de Madrid de este sábado. Un par de posibles penaltis ni señalados ni revisados, tarjetas amarillas sin motivo alguno, gol con la mano que sube al marcador y otro que no, ley de la ventaja no aplicada que acaba en gol... Sin embargo, pocas de estas jugadas se pudieron ver repetidas en la emisión en directo pese al despliegue de cámaras en distintos ángulos que pueblan los estadios. Menos aún se ha visto en los resúmenes de las televisiones. Tras ver el minuto y medio que se distribuye a las cadenas, las declaraciones de Tomás Reñones contra el arbitraje parecen de un sinsentido absoluto. Y eso es precisamente lo que busca LaLiga de Javier Tebas.
SÓLO SE VEN LAS IMÁGENES QUE QUIERE LALIGA
La primera consecuencia del nuevo sistema de retransmisión del fútbol, según recoge el pliego de condiciones de la adjudicación, es que "la producción audiovisual de todos los partidos y resúmenes que forman parte de los Lotes objeto del presente Procedimiento será llevada a cabo por LaLiga o quien ésta designe", que en este caso es la compañía Mediapro. Esto afecta a la retransmisión de los partidos pero también a los resúmenes que se distribuyen a las televisiones. Es decir, si no se ve una jugada polémica en el programa de deportes de un canal de televisión hay que tener en cuanta que la cadena sólo recibe de LaLiga un resumen limitado de imágenes y no pude elegir cuáles. Si no se ve una repetición de una jugada polémica no es porque la cadena que lo emite ignore esa jugada adrede. Es la realización de la empresa designada por LaLiga la que omite esa repetición.
RETRANSMISIONES A MEDIDA DE LA LIGA
Pero es más, los adjudicatarios de esas retransmisiones (Movistar y Dazn) se comprometen "a que la personalización de la producción sea realizada de forma positiva, evitando dañar la imagen de las Competiciones, Clubes, jugadores, entrenadores y público. En el caso de que se vulnerara estos principios, LaLiga lo comunicará al Adjudicatario para que no reincida en su incumplimiento, pudiendo solicitar el relevo de aquellos locutores, narradores, comentaristas y redactores que hayan incumplido los principios citados". Es decir, que además de recibir las imágenes tal como quiere LaLiga, lo poco que puede personalizar la cadena que retransmite tiene que adaptarse a las condiciones de la patronal para dar una imagen "positiva" de la competición, lo que reduce la posibilidad de evidenciar los defectos de la misma, como el lamentable nivel arbitral y cómo los errores del colectivo favorecen las victorias de Real Madrid y Barcelona, reduciendo las opciones de los demás.
PERIODISTAS ATADOS DE PIES Y MANOS
Pero el control de LaLiga sobre las retransmisiones llega a los propios periodistas y sus entrevistas. Actuar en contra del criterio establecido por laLiga puede suponer el relevo de los locutores y periodistas. Todo para garantizarse retransmisiones amables que no pongan en cuestión, en definitiva, el negocio del que siempre presume Javier Tebas: el dupolio formado por Real Madrid y Barcelona, los máximos atractivos de la competición para exportar la imagen de LaLiga en el exterior.
En ese control sobre los periodistas LaLiga presta especial atención a las entrevistas. Entre las condiciones para su realización establece una serie de condiciones que rozan la censura precia. En las previas "las preguntas se referirán normalmente a cuestiones previas al partido en liza, en caso de que el Club y el protagonista lo acuerden se podrán tratar otros temas de actualidad. En el caso de entrevistas a miembros del cuerpo técnico, al ser más cercanas al inicio del partido, se puede preguntar por novedades en la alineación, por ejemplo." Es decir, sólo se podrá hablar de asuntos polémicos si el entrevistado está de acuerdo.
Lo mismo ocurre en las entrevistas de Palco: "Las preguntas se referirán a cuestiones sobre el encuentro en liza. Para evitar incomodar a los entrevistados antes de la entrevista se planteará abiertamente al entrevistado si éste quiere o no pronunciarse sobre algún tema sobre el que se tenga alguna duda de si querrá pronunciarse."
En los post-partidos "LaLiga no desea entrevistar en superflash a jugadores que hayan sido expulsados para evitar declaraciones potencialmente inapropiadas. Las preguntas se referirán a cuestiones relativas al encuentro disputado, a las consecuencias del resultado, o a circunstancias deportivas del propio protagonista durante el partido. En estas entrevistas no se preguntará por otras cuestiones distintas al partido que acaba de finalizar (ej. próximo partido, ni cuestiones personales o extradeportivas)."
A todo esto hay que sumar la elección de algunos comentaristas por parte de LaLiga, cuyo perfil es claramente identificado con determinados clubes de fútbol, por encima de las capacidades y conocimientos que muestran sobre la materia que tratan. Algo que se ha evidenciado en estas jornadas de Liga provocando las quejas de aficionados y periodistas.
JUGADORES Y ENTRENADORES SE ARRIESGAN A SER SANCIONADOS
La cuadratura de este completo control llega con las sanciones a jugadores y entrenadores que se quejen de los arbitrajes. El artículo 100 bis del Código Disciplinario de la RFEF, fue modificado recientemente y expresa lo siguiente: “La realización por parte de cualquier persona sujeta a disciplina deportiva de declaraciones a través de cualquier medio mediante las que se cuestione la honradez e imparcialidad de cualquier miembro del colectivo arbitral o de los órganos de la RFEF; así como las declaraciones que supongan una desaprobación de la actividad de cualquier miembro de los colectivos mencionados cuando se efectúen con menosprecio o cuando se emplee un lenguaje ofensivo, insultante, humillante o malsonante, serán sancionados”.
Eso sí, en la práctica estas sanciones se han ejecutado sobre los pequeños pero mucho menos sobre los equipos grandes. hablamos de sanciones de entre 4 y 12 partidos de suspensión y multas de entre los 601 y los 3.001 euros. Unos castigos que colisionan con el derecho de libertad de expresión protegido por la Constitución española. También ha sido puesto en duda el control "editorial" que impone La Liga sobre las retransmisiones por el mismo motivo.
LA OPCIÓN QUE TIENEN LOS CLUBES PERJUDICADOS
El pliego de condiciones establece que "los Clubes/SADs podrán emitir en los canales de televisión oficial" así como webs, aplicaciones y museos oficiales: "(a) Un resumen con las imágenes de su partido con una duración de noventa segundos (90’’) a emitir una vez terminado el partido y, adicionalmente, otro resumen de ciento ochenta segundos (180”) de imágenes de su encuentro, a emitir a partir de la finalización del último partido de ese día de la jornada. Los Clubes/SADs podrán escoger una de las siguientes opciones: (1) emitir el resumen que distribuirá LaLiga o (2) editar con recursos propios los resúmenes de sus partidos."
No pueden retransmitir los partidos en sus canales propios pero al menos sí pueden editar en un máximos de dos minutos sus propios resúmenes de los partidos, incluyendo lo poco de las jugadas polémicas que hayan podido mostrar en el directo los productores de LaLiga.
