jueves. 18.04.2024
Athletic Club 0-1 Atlético de Madrid

El Atleti se encuentra a sí mismo en un partido en el que reinó Griezmann

Importante victoria del Atlético de Madrid en San Mamés. Un partido de ritmo frenético en el que el Atlético ha demostrado coraje, intensidad y contundencia, dejando atrás las crisis que rodean al equipo y lo alejan de su objetivo. El equipo de Simeone ya es tercero, supera al Athletic y duerme tranquilo esperando el inevitable tropiezo, este sábado, de uno o de los dos de sus rivales, el Real Madrid y el Barcelona.
Griezmann y Morata, dos de los destacados / Foto: ATM
Griezmann y Morata, dos de los destacados / Foto: ATM

La escena final del partidazo que se ha vivido en San Mamés entre el Athletic de Bilbao y el Atlético de Madrid resume la importancia de los tres puntos logrados. Reinildo, uno de los héroes del encuentro, se deja caer al suelo resoplando. Sus compañeros acuden a abrazarlo a él y al otro héroe inesperado de la noche, Grbic, que salió en frío por Oblak, lesionado, para deslumbrar con dos paradas que hubiera firmado el esloveno más inspirado. En plena semana de crisis por los problemas con Joao Félix y De Paul, dos de los grandes fichajes de los últimos años, el protagonismo fue para dos currantes sin oropeles como Reinildo y Grbic.

Dirigiendo la fiesta de la victoria, un Griezmann que juega, hace jugar, defiende y marca gol, y un Morata al que una inenarrable actuación arbitral dejó sin el premio de un gol que habría hecho más relajada la victoria. No se sería justo, en cualquier caso, si no se destacara el compromiso de todo el equipo, que disputó 100 minutos de total intensidad y concentración.

EL ATLÉTICO CONTROLÓ EL PARTIDO DE INICIO

Porque el partido nació frenético desde el inicio. Un encuentro de alto ritmo al que el Atlético salió muy bien posicionado con un 4-4-2 destinado a cerrar los espacios que tan bien aprovechan los hermanos Williams. Apenas sufrió Oblak las embestidas del Athletic, que lo intentó con la velocidad de sus dos alas, bien cubiertos tanto por Nahuel como por Reinildo. El Atlético mantuvo el control del juego con buenas asociaciones aunque no fue capaz de llevar el peligro a la portería de Unai. Simeone dio entrada de inicio a De Paul junto a Kondogbia y ambos fueron contundentes en las recuperaciones. Algo menos, sobre todo el argentino, con el balón en los pies. Esa tarea quedó casi en exclusiva para un Griezmann que no da abasto para dirigir, conducir, rematar y, si se tercia, defender.

GOL ANULADO A ÁLVARO MORATA

En los primeros 45 minutos el Atlético no disparó a puerta ni una sola vez, salvo 'la vez'. Porque Álvaro Morata sí disparó a puerta, si marcó un gol que, además, el árbitro consideró legal hasta que el VAR de Estrada Fernández le llamó para revisar una acción que el colegiado ya había visto y valorado. Morata lanzó su carrera a por un balón al espacio de Nahuel. En la pugna Yeray parece resbalar sin que medie contacto o, de haberlo, muy ligero y fruto de un lance natural del juego. En cualquier caso, una jugada lo suficientemente interpretable como para dejar la primera interpretación del árbitro. Pero no, Figueroa Vázquez no fue capaz de defender su primera decisión.

EL ATLETI ARRANCA CON GOL LA SEGUNDA PARTE

El Athletic tomó aire al final del primer período pero el arranque del segundo tiempo mostró que el dominador iba a ser el Atlético. Al minuto, gran movimiento de Morata, otra vez a pase de Nahuel Molina, que le permite llevarse el balón en profundidad adelantándose a Íñigo Martínez. Cerca de la línea de fondo cede el balón hacia atrás donde está Griezmann para definir con temple e inteligencia buscando el contrapié de Unai.

El Atlético mejoró aún más su balance defensivo, con un Reinildo soberbio, y creció en ataque en un partido que no bajó en ningún momento el ritmo. En una de las aproximaciones rojiblancas el mismo VAR que anuló el gol a Morata no quiso avisar de una falta sobre el delantero cuando se marchaba sólo. Hubiera podido ser roja. Todos los lances que reclamó el jugador madrileño se los pitaron en contra.

Simeone dio entrada a Correa y Saúl por Morata y De Paul. También se tuvo que marchar Oblak, que no pudo seguir tras sufrir un golpe en una disputa por el balón. Le hicieron falta y cayó mal al suelo, doliéndose del hombro. Fue una bendición que el médico le forzara a salir del campo, porque su sustituto, Grbic, realizó en los minutos finales dos paradas descomunales.

Tras una de esas paradas, con el partido agonizando, el árbitro se inventó un penalti de Reinildo por repeler el balón, supuestamente, con la mano cuando realmente le dio con la cara. El VAR lo revisó para cambiar la decisión de un colegiado que culminó su obra sacando 7 amarillas al Atlético, incluso alguna merecida, y ninguna al Athletic.

EL ATHLETIC APRIETA EN LOS ÚLTIMOS MINUTOS

Los minutos finales fueron de agobio por lo corto del resultado y la presión de un estadio que no dejó de animar a los suyos. Para entonces ya estaba Joao Félix sobre el campo. Si tenía intención de mostrar lo que le pedía Simeone, no tuvo ocasión. Recibió un golpe en la cresta ilíaca que lo dejó sin capacidad de correr el resto del partido.

El Atlético sigue su racha victoriosa fuera de casa, donde sólo ha cedido un empate en Anoeta con un arbitraje aún peor del sufrido en San Mamés. El conjunto de Simeone sigue avanzando posiciones en la clasificación, cumpliendo el objetivo de lograr el mayor número de victorias posibles antes del Mundial. Pero, sobre todo, el equipo ha demostrado hoy estar por encima de todo el ruido que le rodea. De Paul ha tenido su oportunidad de inicio, Joao ha tenido minutos y tanto los que arrancaron el partido como los que se incorporaron al mismo se han mostrado a la altura. Hoy sí, se ha sido contundente en defensa y en las pocas ocasiones que ha habido en ataque.

El Atleti se encuentra a sí mismo en un partido en el que reinó Griezmann