viernes. 19.04.2024
Cádiz 3-2 Atlético de Madrid

El Atlético se abraza al drama y la locura

El Atlético de Madrid es el protagonista de una película de terror. Un actor al que nada le sale, al que le abandonan el talento y la suerte y que no encuentra refugio en la esperanza. En la semana horribilis rojiblanca ni la buscada y encontrada actitud de Joao Félix, con un doblete, logró revertir la tendencia autodestructiva del equipo, al que acompaña con saña la mala fortuna. 

Joao marca de media chilena / Foto: ATM
Joao marca de media chilena / Foto: ATM

De la noche madrileña al sol gaditano sin interrupción. El encuentro ante el Cádiz arrancó como si aún no hubiera acabado el funesto encuentro del Metropolitano ante el Bayer Leverkusen, como si la desgracia de aquél exótico último minuto del miércoles no hubiera sido suficiente y le faltara algo más que añadir. Y lo dio, un gol en la meta de Oblak a los 27 segundos que se mantuvo solitario hasta prácticamente el final. La salida de Joao Félix, con sus dos goles, pareció dar por acabada la terrorífica fiesta de Halloween en la que lleva el equipo toda la semana. Pero cuando la fortuna parecía intervenir para devolver a los rojiblancos una oportunidad de redimirse, aún consideró el destino necesario dar otra dosis de crueldad para hundir al Atlético en su trabajada miseria. Porque visto el encuentro, nadie puede afirmar que el resultado fuera injusto.

UN GOL EN CONTRA  A LOS 27 SEGUNDOS

Nada más empezar, un balón a la espalda de Nahuel Molina, un centro que pasea frente a los centrales y un Bongdona que llega sólo ante la actitud contemplativa de Carrasco. La pelota acabó dentro de la portería de Oblak. Fallo colectivo, siesta general, que volvía a poner al Atlético otra vez a la desesperada.

Reaccionó bien el equipo en los primeros minutos tras el gol, con De Paul más participativo que acertado y con Correa combinando o fintando cerca del área. Ambos argentinos gozaron de un par de ocasiones, también Saúl, pero ahí el Atlético se encontró con el mal de esta temporada, la falta de acierto ante la portería. Ni siquiera tuvo que esforzarse Ledesma demasiado.

Antes, en el minuto 8, el árbitro tuvo la consideración de evitar a los rojiblancos lanzar un penalti. Quedó impune un pisotón sobre Morata dentro del área. Lo dicho, ningún jugador rojiblanco tuvo que enfrentarse al 'marrón' de tratar de convertir el penalti porque el colegiado y el VAR no quisieron ser más crueles con el equipo del Cholo, lease en modo de ironía. O no. El caso es que Morata no pudo seguir el partido y por él salió Cunha, tan intrascendente en todo el encuentro como si hubiera seguido en el banquillo.

 EL CÁDIZ, UN MURO EN LA SEGUNDA PARTE

El Cádiz se fue sintiendo cada vez más cómodo en el campo, cementando un muro infranqueable ante un Atlético sin ideas y sin velocidad en su juego. Y así fue también en la segunda parte. Aún así la tuvo Correa en el 56', pero Ledesma hizo un paradón. Solo tres minutos después pudo haber penalti sobre Carrasco por zancadilla pero el árbitro lo ignoró como hizo con el primero. La entrada de Griezmann en el 60 no mejoró mucho el juego del Atlético. Sí fue más dinámico con el debut en el 71 de Pablo Barrios pero fue el Cádiz el que encontró el camino hacia el gol. Otra vez el Pacha Espino ganando un duelo a Nahuel Molina. Su centro a Álex Fernández, acabó fantásticamente ejecutado con un poderoso lanzamiento alto al  que no pudo llegar Oblak. Qué contundencia, que envidia. Era el segundo disparo a puerta. 

JOAO FÉLIX CAMBIA EL PARTIDO CON UN DOBLETE

Quién se empeñó en poner freno a la mala fortuna, quien se rebeló contra la fatalidad en la que se hundía el equipo, fue Joao Félix, que había salido junto a Griezmann. Fue la mejor noticia de un día aciago. La actitud, sí, la actitud del portugués, fue la que levantó al equipo cuando nadie lo esperaba. Presionó, defendió, ayudó a subir el balón y, finalmente, marcó.

En el 84' remató de forma acrobática un balón en el área. El golpeo lo desvió un defensa a puerta. Era la suerte la que parecía regresar en dosis moderadas y el luso quiso aprovecharlo. El partido se abrió y en los espacios volvió a aparecer Joao con un disparo potente e imparable desde fuera del área. Un auténtico golazo que no celebró porque quería más.

Corría el Atlético a por la victoria sabiendo que la suerte dura poco de nuestro lado ¡Pero tan poco...! Tuvo el tercero Joao en un soberbio cabezazo que se marchó rozando el poste cuando ya se cantaba el gol. Acababa de abandonarnos la fortuna porque justo en la siguiente jugada Rubén Sobrino retrataba otra vez la pasividad defensiva del Atleti marcando en soledad el tercero del Cádiz.

La grada cadista no se lo podía creer. Es el primer partido que gana el Cádiz en su estadio esta temporada. Y lo hace ante un Atlético hasta ahora casi inexpugnable fuera del Metropolitano. La debacle apuntada de inicio se acabó haciendo realidad. Otra vez hundidas las esperanzas, se alzan dominantes las dudas. El Cholo Simeone no encuentra el camino, la actitud de la plantilla brilla por su ausencia y la suerte no acompaña. Feliz Halloween.

El Atlético se abraza al drama y la locura