martes. 16.04.2024

Griezmann, que ya no es príncipe sino rey, conquista el Villamarín

Víctoria de las de mérito del Atlético de Madrid en el Benito Villamarín, un campo hasta este domingo inexpugnable. Una batalla de poder a poder en la que reinó Griezmann haciendo un doblete y siendo, una vez más, el mejor de su equipo. El Atleti tumba al Betis de Pellegrini y sigue enganchado a los puestos de cabeza.
Griezmann celebra un gol / Foto: ATM
Griezmann celebra su gol olímpico / Foto: ATM

Cuánto se ha perdido el Atlético de Madrid con la dosificación de minutos que tuvo que sufrir Antoine Griezmann por la negociación con el Barcelona nunca se podrá saber pero sí intuir. El francés que llegó, se fue y volvió al Atleti siendo el Principito se está coronando esta temporada como el auténtico rey del equipo, el dueño de los partidos, una referencia para todas las fases del juego. El francés controla como nadie los tiempos, se emplea en defensa, ayuda en la salida, se asocia con quien le pongan al lado y vuelve a marcar como antaño. 

Con el doblete que ha dado la victoria hoy al Atlético de Madrid frente al Betis, entra en el podio de máximos goleadores de la historia rojiblanca sólo por detrás de Luis Aragonés y Escudero. Se dice pronto, pero Griezmann ya es Historia con mayúsculas. No lo hizo ante cualquiera, el Betis contaba sus partidos como local por victorias. 10 goles a favor y apenas dos en contra hasta que ha llegado el Atleti, que sigue mostrando su mejor cara fuera de casa. No ha sido una victoria especialmente vistosa pero esta vez el equipo sí se mostró contundente.

PRIMERA PARTE PARA ECHARSE LA SIESTA

El juego visto sobre el campo en la primera parte no se acompasó en absoluto con el ambiente de las gradas del Benito Villamarín. Si la afición bética rugía vibrante al calor que da el pleno de victorias locales, sobre el campo los dos equipos desmerecieron el espectáculo ofreciendo un primer tiempo anodino, sin ocasiones que merecieran tal nombre. Lo más emocionante fue un parón por un desmayo en la grada. No sería de la emoción.

Sí es verdad que el Betis salió con más ganas al encuentro, presionando arriba al Atleti, pero el 4-4-2 dispuesto por Simeone y el ritmo lento pero seguro del equipo, cegó el juego interior de los verdiblancos. Bien en defensa el Atleti y bien en concentración pero inoperante en ataque y falto de imaginación, velocidad y actitud. No mucho mejor el Betis pero al menos disparó un par de veces a puerta aunque sin peligro. Ambos equipos firmaron las tablas para despeinarse en el segundo asalto.

SEGUNDA PARTE ELÉCTRICA

Pronto quedó en evidencia que la segunda parte iba a ser otro partido bien distinto. El primer golpe lo asestó el Betis pero resultó fallido previa intervención del VAR. Reinildo es tan bueno que hasta cuando falla (y fue un fallo grosero) tiene la suerte de que no trasciende. Cometió el error de un mal control, siendo el último defensor, en el centro del campo ante un balón aéreo. Se la entregó al rival pero la contra que ejecutó Borja Iglesias y culminó en gol Luis Enrique nació en fuera de juego.

Segundo gol de Griezman / Foto: ATM
Segundo gol de Griezman / Foto: ATM

GRIEZMANN, GOL OLÍMPICO Y GOL 100 EN LIGA

Era el minuto 48 y el Atlético daba la replica 4 después. Envío de Griezmann que llega a Correa en el segundo palo. Su disparó a puerta lo manda Víctor Ruiz a corner. Ahí interviene Griezmann otra vez, que no necesita mediador. Si los demás fallan, él no, así que se inventó un gol olímpico de los que se guardan en la memoria colectiva. Qué jugador y qué fichaje. El francés sigue incorporando nuevas habilidades a su repertorio y esta es de las más espectaculares.

Lo mejor es que no queda en lo virtuoso. En los siguientes minutos fue el mejor defensor cuando había que replegar, el mejor centrocampista cuando había que sacar el balón, y el mejor delantero cuando había que atacar. Un jugador total. Porque ahí cuando el partido se acabó de abrir definitivamente, el que reinó fue el francés. Una excelsa combinación en la frontal entre Correa, Cunha y, finalmente, Griezmann acabó con el 0-2, quinto gol del francés en Liga esta temporada, 100 goles con el Atleti en Primera, máximo goleador del equipo esta temporada. ¿Quién da más?

NABIL FEKIR CAMBIA EL PARTIDO

En el minuto 74 se fueron del campo Griezmann y Correa para dar entrada a Carrasco y Joao Félix. El portugués salía con la difícil misión de que no se notará la ausencia del francés. Era su momento tras una semana de, según Simeone, buenos entrenamientos del luso. Su presencia en el campo no fue todo lo cómoda que se esperaba. Por el otro lado también salió al campo Fekir para dar más dinamismo en ataque al Betis. Y él sólo le dio la vuelta al partido. Fue la centella que brilló cuando el partido alcanzó una de esas fases incontroladas con el Atleti a la contra, sin conseguirlo, y con el Betis buscando con todo reducir distancias.

El franco-argelino lo consiguió en el 84. Lo bordó en un lanzamiento de falta al borde del área. Lo lanzó por el lado de Oblak, que no estaba bien colocado y no alcanzó a bloquear el disparo. Quedaban diez minutos de sufrimiento con un Betis motivadísimo en pos del empate y un Atleti que trató de frenar la velocidad del balón y aprovechar las contras.

Tocaba sufrir, qué novedad. Las sensaciones habrían cambiado del todo si Luis Moreno hubiera mandado un cabezazo solo unos centímetros por debajo del larguero donde golpeó. Pero el Atleti resistió. Joao Félix, que salió con un resultado idóneo para atacar con alegría tuvo que esforzarse en defensa con el 1-2 pero fue el encargado de lanzar las contras del Atleti. En una de ellas tuvo el gol de la tranquilidad. Rui Silva acertó, con una gran mano, a evitar el tanto. Pese al error, buenos minutos del portugués, al que hay que ganar para la causa. 

Victoria sufrida de un Atlético de Madrid que empeoró con los cambios o, al menos, se asentó peor en el campo con la aparición disruptiva de Fekir. Esta vez, la suerte se alió en los últimos minutos con un Cholo Simeone que sigue tomando la medida a Pellegrini. El entrenador bético no sabe lo que es ganar al técnico argentino.

Griezmann, que ya no es príncipe sino rey, conquista el Villamarín