jueves. 25.04.2024
Juventus 0-4 Atlético de Madrid

Morata se reivindica en un Atleti que golea y convence

Victoria contundente del Atlético de Madrid, que fue muy superior a la Juventus. Morata, con tres goles, aceptó el papel de protagonista y se llevó el Oscar en un partido dominado de principio a fin por el conjunto de Simeone. Cunha cerró el marcador para un Atleti que acaba su pretemporada con unas sensaciones inmejorables.

Morata marca su primero gol / Foto: ATM
Morata marca su primero gol / Foto: ATM

Nada cambia el paso del Atlético de Madrid en esta pretemporada. El cambio de sede por el conflicto bélico en Israel no alteró los planes de un Atlético que se gusta como dominador y como goleador. 13 goles a favor y uno en contra  en cuatro partidos muestran un balance para la ilusión. Lejos de las acciones bélicas que amenazaban con protagonizar el encuentro antes de trasladarlo a Turín, todos los focos estuvieron pendientes de Morata y el madrileño no ha rechazado el papel protagonista. Segundo partido consecutivo que marca y segundo partido consecutivo que lo hace a la primera oportunidad que se le presenta. Si al Cádiz le marcó en el 6, a la Juventus, su ex equipo, lo hizo en el 9. Era sólo el comienzo. En pleno debate sobre su futuro, Morata ha dejado claro  que está preparado para ser el 9 del Atleti, y que si lo acaba siendo de la Juve tendrán que pagar lo que vale. De momento, va a coger el vuelo de regreso a Madrid.

Simeone completó la delantera de inicio con Joao Félix. Da igual con quién juegue que el luso juega para todos, asiste a todos, se complementa con todos y vuelve locos a todos los contrarios. El primer gol de Morata lo fabricó él lanzando una contra, recorriendo metros sin oposición, hasta encontrar el momento justo y ver el desmarque de Morata que, en posición correcta, definió de primeras con la izquierda para batir al portero.

Para entonces el Atleti ya era dueño del partido y lo pudo ser más si 6 minutos después Szczesny no hubiera sacado, in extremis, un espectacular disparo de Koke desde fuera del área a la escuadra. El canterano estuvo en el eje del equipo junto a Lemar, en una posición poco habitual para el francés. Jugando con rapidez y precisión al primer toque, entre los dos manejaron el tiempo del partido y encontraron todos los caminos de ataque, siempre con Joao de referencia y con Llorente de interior para sumarse al ataque o ayudar a Molina en defensa.

En la Juve, sin noticias de Vlahovic, con Witsel, otra vez central (ya deja de ser noticia) muy encima de él, y con Di María desaparecido. El Atleti se limitó a esperar y buscar el contraataque, controlando el partido con Alex Sandro tratando de frenar las mareantes rayas rojiblancas a base de codazos, patadas y manos. Así pudo llegar el segundo gol, de penalti por mano de Sandro tras un gran contraataque del Atlético, que se plantó rápidamente con Saúl en el área. Su centro fue interceptado por el brazo del lateral del conjunto italiano. Szczesny detuvo el penalti lanzado por Joao Félix con una gran estirada.

No sirvió el esfuerzo del guardameta polaco para animar a su equipo. El Atleti lo siguió intentando y el segundo gol llegó, al filo del final de la primera parte, en una jugada fabricada por Morata, que se deshizo de su marcador y se lanzó en carrera hacia el área para acabar batiendo a Szczesny. Simeone tomó nota con un gesto entre complacido e incrédulo.

El camino del vestuario dejó otra imagen. Medio banquillo blanquinegro se levantó a saludar a Morata como si las carantoñas pudieran suplir los 35 millones en los que está tasado para la Juve.

En la segunda parte Allegri hizo algunos cambios de jugadores para intentar meter una marcha más, con poco éxito. Si algo muestra este Atleti es que es un equipo rocoso. Miretti probó a Grbic en el 56 por primera y última vez. 5 minutos después volvió Morata para completar su hat-trick. Rozó con el flequillo un balón envenenado de Lemar al área pequeña.

Tras el gol llegaron los cambios de Simeone. Puso un nuevo equipo sobre el campo que siguió siendo dueño del encuentro. El partido perdió vistosidad pero aún dejó algunos detalles para ilusionar. Kondogbia fue el jefe del partido, Carrasco buscó una vaselina, debutó el canterano  Marco. Pero quien destacó más fue Cunha. El brasileño no quiere verse relegado a la suplencia. Mostró su habilidad zafándose de hasta cuatro defensas o protegiendo y distribuyendo el  balón. Acabó marcando el cuarto en línea de gol a pase de Kondogbia.

Otra nota destacada es la de Witsel. Fue el único de los titulares que acabó el encuentro. Hizo todos sus minutos como central sin cometer ni un sólo error. "Soluciones Simeone" empiezan a llamar ya a esta habilidad del técnico para encontrar nuevas posiciones a sus jugadores y tapar, de paso, los huecos de la plantilla. Giménez, Savic, Hermoso y Felipe ya saben que tienen una competencia con muchas virtudes.

Morata se reivindica en un Atleti que golea y convence