viernes. 19.04.2024

El Atlético cae en Brujas y pone en peligro su clasificación en Champìons

Noche de terror a un mes de Halloween. El escenario de Brujas devolvió los fantasmas a un Atlético que se creía recuperado tras la victoria de Sevilla. Jutglá se zafó por dos veces de la defensa del Atlético como bruja en su escoba y la falta de contundencia, tanto detrás como delante, condena al Atlético a sufrir una pesadilla en los tres encuentros que quedan de la fase de grupos de la Champions.

 

Morata falló la mejor ocasión / Foto: ATM
Morata falló la mejor ocasión / Foto: ATM

Para que se cumplan los planes complejos, es necesario que ninguna pieza del engranaje falle. El plan del Cholo Simeone, el que conocemos de siempre, requiere de contundencia en defensa y de contundencia en ataque. Las dos piezas parecían averiadas, pese a que de inicio el Atlético de Madrid salió con una formación muy similar en nombres y estructura a la que tan buen resultado dio ante el Sevilla. Fue un espejismo. No se vio esa solidez en Bélgica. Sí tuvo esa contundencia y mucha más intensidad un Brujas que salió al campo con ambición y precisión. Ni siquiera la bala gastada de Griezmann, titular de inicio, sirvió para revertir la situación por mucho que volviera a ser de los mejores en el campo.

El Brujas no había encajado gol en sus tres primeros partidos de Champions y el Atlético se empeñó en engrandecer esa leyenda. No fue sólo mérito del guardameta Mignolet, que apenas paró tres balones en el partido. Fue demérito de los jugadores del Atleti que se aliaron con las redes y maderas de la portería. Y también mérito de una defensa que no permitió un tiro fácil. Todo ello se resume en una estadística: 19 ocasiones del Atlético, sólo 5 entre los tres palos, frente a 5 del Brujas, dos dentro de la meta defendida por Oblak.

EL PLAN DEL CHOLO NO FUNCIONA

La urgencia por ganar era del Atlético de Madrid pero el planteamiento de Simeone pasaba por esperar al Brujas buscando el robo y contraataque. No fue fácil lograrlo porque a la pasividad que mostraban los jugadores rojiblancos en la presión se le unió la electricidad y movilidad constante de los jugadores belgas en el último tercio del campo. Por momentos resultaron indetectables para los defensas aunque el mayor peligro siempre vino del mismo, el canadiense Tajon Buchanan, un sorprendente jugador lleno de velocidad y regate. Afortunadamente tenía a Reinildo delante pero ni aún así hubo manera de pararlo.

El plan parecía venirse abajo por momentos pero quien gozó de las mejores oportunidades fue el Atleti. Porque el plan se cumplió aunque menos veces de lo esperado y sobre todo con menos precisión. La tuvo Morata, en la jugada más clara de la primera parte. Magnífica asistencia de Molina en profundidad que dejó sólo al madrileño frente al portero. Resolvió disparando al cuerpo sin levantar antes la cabeza. Antes que él, ya gozó de una oportunidad Carrasco, cuyo disparo en la frontal del área salió desviado tras rozar en un defensa. También la tuvo Griezmann en un disparo desde la derecha que casi sorprende por la escuadra al meta belga.

No entró ninguno de esos balones que hubieran dado la razón a la propuesta conservadora del Cholo pero sí entró la primera que tuvo el Brujas. La jugada llegó con el Atlético recolocándose tras el cambio por lesión de Llorente, que sintió un pinchazo en el muslo. Jutglá penetró combinando en el área como cuchillo en mantequilla antes de ceder en línea de gol a Sowah, que sólo tuvo que empujarla.

OTRO ERROR DEFENSIVO CONDENA AL ATLETI

Así se llegó a la segunda parte en la que el Atlético dio un paso adelante no sin sufrir antes un susto a disparo a bocajarro de Jutglá. Oblak sacó una mano prodigiosa. Reaccionó el Atlético con dos buenas ocasiones de Carrasco y Griezmann, que mandaron a la red, pero por fuera. Para entonces Giménez ya se había retirado, otra vez con molestias. Witsel ocupó su posición y Kondogbia la del belga, en el centro del campo.

Mientras el Atleti fallaba las ocasiones, el Brujas aprovechaba las suyas. En el 61 llegó el tercer disparo de los belgas y el segundo gol. Jutglá aprovechó la blandura de la defensa del Atlético, que permitió que el balón se moviera sin oposición hasta el área, para coger un rechazo y batir a Oblak.

Se volcó el Atlético sobre el área de Mignolet, ya sin nada que perder, asumiendo el doble de los riesgos que no quiso asumir antes. La tuvo Molina en un disparo que golpeó en un defensa. Correa llevó el peligro con sus caracoleos en el área contraria, Cunha hizo lo propio con imparables cabalgadas y Joao, ya en el campo, lo intentó con regates rodeado de contrarios. Así acabó metiendo el Atlético al Brujas en su área y fruto de esa presión Cunha forzó un penalti en el 74 que Griezmann mandó al larguero. Un mazazo con el que se esfumaba la opción de una remontada. El francés marcó un golazo en la siguiente jugada pero otra vez llegó la frustración tras comprobarse que estaba en un ajustado fuera de juego.

"Queda mucha Champions, tranquilidad, no hay que ponerse ansioso", explicaba un afónico Simeone a los micrófonos de Movistar. Le da la razón el resultado del otro partido del grupo. La victoria del Oporto frente al Bayer Leverkusen deja al Atlético empatado a puntos con portugueses y alemanes, pero los precedentes no son positivos. El Atleti se queda sin margen y ya no vale la especulación.

El Atlético cae en Brujas y pone en peligro su clasificación en Champìons