Preguntado en Movistar, Simeone sorprendió al desvelar que Jan Oblak "no se acordaba de lo que había pasado en los últimos minutos". Era el minuto 69 y los servicios médicos del Atlético de Madrid llevaban un rato atendiendo en el suelo al esloveno, que se dejó caer al suelo minutos después de sufrir una dura entrada de Berenguer que no mereció tarjeta amarilla a juicio del árbitro, Vázquez Figueroa. El guardameta se quejaba del hombro, dañado en la caída, pero luego se supo que había algo más.
OBLAK, LIGERAMENTE CONMOCIONADO
El médico del club estuvo bastantes segundos atendiendo al jugador y fue él el que determinó que había que cambiarlo, algo que no pareció gustar a Oblak. El parte médico del club asegura que el cambio se realizó "por encontrarse ligeramente conmocionado, habiendo sufrido además un traumatismo directo en el hombro derecho." Añade que tras el partido "se le realizó una exploración neurológica, sin encontrar sintomatología preocupante, aunque el guardameta esloveno se mantendrá en observación por parte de los servicios médicos del club".
Una vez aprobado el cambio Oblak, aún despistado, no quiso salir por el fondo a pesar de que así se lo indicaba el colegiado. Quiso salir por la banda y se llevó la tarjeta amarilla que Vázquez Figueroa no había sacado a Berenguer. Lo más curioso es que Oblak no estaba perdiendo tiempo puesto que se estaban realizando más cambios y el partido no se hubiera reanudado de haber salido por el fondo.
EL CAMBIO DE OBLAK FUE UNA DECISIÓN ACERTADA
La decisión del médico del club fue todo un acierto a pesar de que Oblak saliera con cara de pocos amigos. Su sustituto, Ivo Grbic, iba a ser muy exigido en los minutos finales del encuentro y realizó dos auténticos paradones que difícilmente hubiera podido realizar Oblak medio conmocionado y con dolor en su hombro derecho.
