Se escriben estas líneas demasiado pronto, probablemente. El Atleti solo ha jugado dos partidos de pretemporada, frente a Numancia y Mánchester United, y no disponemos de suficientes elementos para una valoración concienzuda. Además, estamos todavía en mitad del mercado de fichajes, lo que deja abiertas las puertas a salidas y entradas que pudieran producirse hasta el 31 de agosto. Aun así, plantearemos una impresión: hay motivo para la esperanza.
Esa esperanza no se fundamenta en que hayamos tenido incorporaciones de renombre para la plantilla, porque solo ha habido dos fichajes Witsel y Molina. La esperanza se apoya en todo lo contrario: en que la base de la plantilla se mantiene.
Esa esperanza no se fundamenta en que hayamos tenido incorporaciones de renombre para la plantilla, porque solo ha habido dos fichajes Witsel y Molina. La esperanza se apoya en todo lo contrario: en que la base de la plantilla se mantiene. Habrá compatriotas atléticos a los que tal circunstancia les resulte poco ilusionante, porque confiaban en que el Club estuviera en condiciones de traer algún futbolista de la élite mundial. Pero, por desgracia, los tiempos no dan para tanto. Si miramos a nuestro alrededor, solo el Barcelona ha decidido romper el mercado este verano. Joan Laporta (y los socios que le dieron su bendición) sabrá lo que hace hipotecando el Barça a pedazos para las próximas décadas. Uno de los clubes deportivos con más problemas económicos de Europa es el que más dinero se está gastando en fichajes. Da la sensación de que tratan de comer hoy, y el que venga ya se ocupará del hambre de mañana. Si a Laporta le sale bien esta huida hacia adelante, a costa del patrimonio del FC Barcelona, habrá que nombrarle ministro de Economía. En caso contrario, quizá dentro de diez años no haya Barça contra el que jugar.
Lo único que necesita el Atleti para competir este próximo año es que cada jugador recupere su nivel, que es lo que no ocurrió el curso anterior.
Los demás clubes, los normales, tratan de sobrevivir como pueden, y pueden poco. De ahí que la mejor noticia, al menos el día en el que se escribe este comentario, es que mantenemos a nuestros mejores hombres. Es, básicamente, la plantilla que no ofreció su mejor nivel la temporada pasada. Pero también es la plantilla que ganó la Liga 2020-2021. Lo único que necesita el Atleti para competir este próximo año es que cada jugador recupere su nivel, que es lo que no ocurrió el curso anterior. Y, en esa dirección, es una buena noticia que todos los jugadores, salvo Nahuel Molina, hayan hecho la pretemporada juntos, incluidas las dos semanas de duro entrenamiento en Los Ángeles de San Rafael.
Es cierto que aún no se sabe si habrá novedades en el caso de Morata o de Griezmann, y siempre puede haber alguna sorpresa de última hora si llegan ofertas interesantes por jugadores como Lemar o Carrasco, aunque sería bueno mantenerlos. Y es evidente que futbolistas como Morata provocan diferentes opiniones en la grada. La mía es que, si finalmente se queda, estamos ante una buena incorporación. Es el delantero centro de la selección española, y no hay muchos en el mercado con ese nivel y, aún menos, con ese precio: gratis, porque es propiedad del Atleti. Morata hace muchas cosas bien: fija a los defensas contrarios, juega de espaldas a la portería, baja muchos balones caídos del cielo, combina con los compañeros, abre huecos para los que se incorporan desde la segunda línea, y mete goles. Todos echamos de menos la eficacia goleadora de los Diego Costa, Forlán o Falcao de sus mejores tiempos. Pero, ¿con qué dinero se paga hoy a un futbolista de ese nivel, que esté en su plenitud? ¿Cuántos hay en el mercado?
Ni siquiera ese jugador tan famoso merece que la hinchada del Atleti se despiste de lo fundamental.
Con Joao Félix en el buen camino, las opciones de ataque del Atleti son muchas. Y solo necesitamos que la defensa vuelva a ser la que fue, porque Oblak seguirá siendo nuestro seguro de vida. Las perspectivas son buenas, y no deberían ensombrecerse con un conflicto interno en la afición sobre si tal jugador o tal otro pudiera venir. Ni siquiera ese jugador tan famoso merece que la hinchada del Atleti se despiste de lo fundamental.