sábado. 04.05.2024
ATLÉTICO MADRID 1 - 0 ATHLETIC BILBAO

Reinildo limpia, Koke fija..., y Griezmann da esplendor al Atlético para vencer al Athletic

Victoria merecida del Atlético de Madrid frente al Athletic Club de Bilbao, en un partido que otorgó reconocimiento a los veteranos que glorificaron la camiseta rojiblanca desde el viejo Metropolitano hasta San Mamés (antiguo y nuevo), pasando por el Calderón. Griezmann gobernó, Reinildo estuvo impecable atrás y Koke ejercitó el equilibrio interno. Con este resultado, el Atlético se asienta en zona Champions, que le otorga el sosiego necesario para acudir a la disputa del derbi frente al Real Madrid.
Antoine Griezmann celebra un gol  / Foto: ATM
Antoine Griezmann celebra su gol / Foto: ATM

¿A qué puede saber un partido que disputan dos equipos como  el Atlético de Madrid y el Athletic Club de Bilbao -astillas de un mismo palo-, cuando se rinde homenaje a jugadores y entrenadores que tuvieron ambas camisetas? Respuesta: sabor a fútbol.

Eso es justamente lo que sucedió la tarde de este domingo en el Metropolitano, un partido de buen fútbol. Sin una brillantez excelsa, pero pleno de intensidad. Sin acumulación de ocasiones de gol, pero digno cumplidor de un espectáculo por el que paga la afición. Sin profusión de detalles técnicos que hagan levantar de sus asientos a los amantes de la belleza plástica, pero rebosante de disputas honradas de balón, búsqueda incansable de la victoria por parte de ambos equipos y un tiempo para cada formación.

El primero de ellos fue a los puntos claramente para los vizcaínos. Jugaron más y mejor que el Atlético, con mucha más presencia en las inmediaciones de Jan Oblak -salvador un día más en la única clara que tuvo el Athletic- por parte de los chicos de Ernesto Valverde, que los de Diego Simeone lo hacían en el área de Kepa Arrizabalaga (igualmente providencial para evitar que la victoria colchonera no fuera más abultada).

Reinildo Mandava

¿Sería un exceso afirmar que el Atlético aguantó el chaparrón bilbaíno de la primera parte solo gracias a Reinildo Mandava? Tal vez, pero no una exageración. El mozambiqueño ha recuperado el nivel que desplegó la pasada temporada y el inicio de la presente. Sencillamente, estuvo descomunal en defensa, con cortes prodigiosos in extremis, ayudas salvadoras a sus compañeros Mario Hermoso y Josema Giménez y secando por completo hasta la frustración a una bala, como Nico Williams. Al punto, que el delantero internacional español del Athletic tuvo que cambiarse de banda e intentarlo contra Nahuel Molina, porque comprobó que frente a Reinildo sus posibilidades de generar peligro eran igual a cero.

Lástima que Reinildo carezca de la misma destreza yendo hacia delante que imperando en su parcela trasera. ¡Ay..., si Reinildo tuviera la capacidad de subir la banda que por ejemplo tenía Filipe Luis...! Tendríamos con certeza al mejor lateral izquierdo del mundo en estos momentos. En todo caso, honor y gloria al mozambiqueño, que pudo comprobar cómo todo el Metropolitano coreaba su nombre hasta en dos ocasiones durante el partido.

Koke Resurrección

Si Reinildo se dedicó a limpiar de problemas la zaga del Atlético, un cada vez mejor y más rejuvenecido Koke logró fijar al equipo en el primer entreacto, cuando peor lo pasaba, para que no se aculara en exceso atrás. E igualmente lo fijó en tres cuartos de cancha hacia adelante cuando, ya en el segundo tiempo, las tornas se cambiaron y fue el Atlético de Madrid el claro dominador de todas las parcelas de la disputa.

El capitán rojiblanco supo dirigir las operaciones del equipo atrás y adelante, marcando los tiempos  y sabiendo combinar el juego a ras de césped con los envíos en largo de lado a lado.

Y todo, con la ayuda inestimable de un pura sangre desbocado que no paró de correr y agobiar al rival bilbaíno (Marcos Llorente) y un chaval (Pablo Barrios) que mejoró con su salida en la segunda mitad las prestaciones de un, hay que decirlo, cada vez mejor Rodrigo de Paul. Por cierto, que el público del Metropolitano despidió con un aplauso al argentino y, con ello, la grada pretendió decirle, "ve y no peques más".

Antoine Griezmann

Pero por encima de todo y de todos, Antoine Griezmann. Cuando el francés se retire del fútbol en un futuro que, a tenor de lo que sigue desplegando partido a partido, parece será un futuro lejano, diga lo que diga su partida de nacimiento  (a días de cumplir 32 años), es bastante probable que el chico rumie en su mente solo una pregunta: "¿En qué diablos estaba yo pensando cuando cometí la estupidez de dejar de vestir la camiseta del Atleti? ¿Qué demonios tenía metido en la sesera cuando decidí cambiar la afición del Atlético por otra cualquiera?". 

Justamente, las primeras palabras que pronunció Griezmann ante Dazn al finalizar el encuentro fue para la afición, sumida en una división absurda,  que no hace sino perjudicar al equipo. Sí, son una minoría, pero también una china en el zapato resulta tan minúscula como hiriente en el andar largo. Y una temporada lo es.

 

Antoine Griezmann dio frente al Athletic una lección formidable de fútbol. De saber jugar al fútbol, de conocer los tempos del fútbol, de hacer que sus compañeros jueguen al fútbol, de comprender qué fútbol necesita el equipo en cada instante del partido, de saber desarrollar el fútbol que diseña el entrenador (el 'Cholo', volvió a hacer pleno de aciertos con los cambios), de derrochar fútbol generoso en el esfuerzo al bajar a defender y vistoso delante cuando tocaba atacar, de interpretar el fútbol en la medular con el criterio de un maestro de orquesta y de, en suma, ganar un partido de fútbol con un formidable gol, que asienta al Atlético en la imprescindible zona Champions y le otorgan el sosiego necesario para acudir la semana que viene a la disputa del derbi frente al Real Madrid. Esplendoroso Antoine Griezmann. 

Reinildo limpia, Koke fija..., y Griezmann da esplendor al Atlético para vencer al...