Ni el colegiado del encuentro ni el VAR entendieron que hubiera falta en la entrada de Benzemá sobre Donnaruma que permitió que el Real Madrid empatara el encuentro e iniciara la remontada. Fue una remontada épica, de las clásicas que en otros tiempos solía realizar el Real Madrid. Una de esas remontadas que han forjado la leyenda del Bernabéu y de un equipo que a su campo nunca llega derrotado. Pero la victoria por 3-1 frente al PSG que da al equipo blanco su pase a cuartos de final de la Champions League fue posible gracias a un error arbitral.