sábado. 04.05.2024
Alavés 2-0 Atlético de Madrid

El Atleti alarga su depresión ante el Alavés

El Atlético de Madrid perdió ante el Alavés en Mendizorroza en un partido en el que se volvieron a evidenciar las dificultades del equipo del Cholo cuando juega fuera de casa. Ni pudo igualar la intensidad del Alavés ni generó juego ni tuvo la reclamada contundencia en las áreas.
Lino, ante el Alavés / Foto: ATM
Lino, ante el Alavés / Foto: ATM

El tremendo golazo de Luis Rioja en el descuento, que supuso el 2-0, resumió el principal padecimiento del Atleti. Un equipo que genera muy poco en ataque fuera de casa y que encaja casi todos los balones que se dirigen a su portería. El sorprendente acierto del extremo sevillano ante Oblak frente a la candidez de los delanteros rojiblancos con Sivera. Pero los males del Atleti en este partido, más allá de la recurrente falta de contundencia arriba y abajo, parten de las depresivas sensaciones de su juego, donde se juntan el cansancio, la falta de imaginación y el agotamiento físico y mental de jugadores clave como Griezmann.

El Atleti lleva con éste 12 partidos seguidos encajando al menos un gol. Una sangría que ha continuado en Vitoria a pesar de que Luis García, el entrenador del Alavés, ni siquiera utilizó la temida arma ofensiva que esperaban ver los atléticos. Samu Omorodion vio el partido completo desde el banquillo. Quien sí participó en la victoria de su equipo fue otro cedido rojiblanco, Giuliano, el hijo del Cholo Simeone.

EL ATLETI NO PUEDE IGUALAR LA INTENSIDAD DEL ALAVÉS

En sólo 15 minutos se pudo comprobar que el Atleti ni ha superado la derrota en Dortmund ni ha corregido los males que la propiciaron.Un balón en largo a la espalda de Savic y Molina, donde tanto se sufrió en Alemania, se convirtió en un mal despeje al borde del área donde Benavidez encontró el hueco a la izquierda de la portería de Oblak. Un disparo a puerta, un gol. Una ración alta de intensidad, rozando la batalla, los duelos ganados por Kike García, y la persistencia de Giuliano Simeone por la banda de Molina, fueron los argumentos del Alavés para ir por delante en el marcador.

Enfrente un equipo, el Atleti, incapaz de hilvanar una jugada en la creación o de, al menos, igualar la intensidad del rival. La presión del Alavés en la salida del balón del equipo del Cholo consiguió que la única ocasión clara del Atleti tuviera que llegar en una contra conducida por Griezmann y finalizada por Lino en un disparo que paró Sivera. El brasileño volvió a ser, la única referencia capaz de generar peligro en ataque.

El partido pudo marcharse al descanso aún peor para los intereses del Atleti. En el descuento, un balón al área lo despejó Azpilicueta con la cabeza con la mala suerte de que luego golpeó en la mano. Gil Manzano pito penalti. El VAR le pidió revisarlo en la pantalla y fue finalmente anulado. Los argumentos para pitarlo o para no hacerlo, quedan, a estas alturas, sometidas a la imaginación del lector.

EL ATLETI NO APROVECHA SUS OPORTUNIDADES

La segunda parte mostró los mismos males. La primera acción reseñable fue un caño de Giulano a Molina antes de sufrir una dura entrada de Saúl al borde del área. La siguiente, un balón a la espalda de Giménez que ganó Kike García para disparar alto. En el lado rojiblanco, hoy de verde, era Lino el que seguía llevando algo de peligro, pero todo lo que ganaba con su habilidad o su oportunidad, lo perdía en los remates, blandos o imprecisos.

El Alavés bajó la presión y eso permitió más acercamientos del Atlético, producto más de la aparición intermitente de jugadores como Correa, que de la elaboración del equipo. El argentino tuvo un disparo claro que sacó Sivera en una gran intervención y generó otra oportunidad en combinación con Nahuel y Riquelme, que el canterano no supo culminar. 

Poca producción ofensiva para el Atleti, que necesita mucho más para marcar y que hace buenos a todos sus rivales cuando juega lejos de casa. Que se lo digan a Luis Rioja, que ya en el descuento cazó un balón al vuelo para marcar de volea por la escuadra. Un auténtico golazo que, muy probablemente, sea el mejor que ha marcado y va a marcar en su vida y que sirvió para instalar el 2-0 definitivo en el marcador.

Con este resultado el Atleti pierde la oportunidad de despegarse del Athletic de Bilbao, que visitará en la próxima jornada el Metropolitano con sólo tres puntos de desventaja.

El Atleti alarga su depresión ante el Alavés