martes. 30.04.2024
Sabitzer, una pesadilla para el Atleti / Foto: ATM
Sabitzer, una pesadilla para el Atleti / Foto: ATM

La efectividad del Borussia Dortmund se impuso en una eliminatoria en la que el Atleti perdonó en la ida y en la vuelta. La escasa renta de un gol, consecuencia de dejar escapar vivos a los alemanes en el Metropolitano, fue insuficiente para frenar al equipo local, que barrió en apenas un par de minutos de inspiración de Sabitzer la buena reacción de los del Cholo. Durante unos minutos el Atleti estuvo clasificado tras empatar un 2-0 que anunciaba tragedia.

El Atleti echó mucho de menos a Samuel Lino, en la primera parte, y a Memphis en la segunda, cuando tocaba reacción a toda prisa. También echó de menos la antigua eficacia ante el gol de Morata y la omnipresencia de Griezmann, esta noche intermitente. Puso sus esperanzas en Correa, agitador de la remontada, pero pocos más le acompañaron en un partido que evidenció las carencias de los rojiblancos cuando toca sufrir en la más alta competición.

MORATA TUVO LA OPORTUNIDAD DE PONER DISTANCIA

Inevitable acordarse de la carrera de 40 metros de Morata para plantarse solo ante Kobel apenas empezado el partido. La mandó fuera el delantero centro madrileño, contra todo pronóstico, arruinando la posibilidad de dar un golpe moral al conjunto local. Bien es cierto que unos segundos antes fue Sabitzer el que se durmió ante Oblak dejando que Azpilicueta le robara un gol cantado, pero si Morata hubiera estado fino ante la portería es posible que el partido hubiera seguido otros derroteros.

Esos dos errores ante la portería de ambos equipos al inicio del encuentro parecían una declaración de intenciones de lo que podían hacer, un amagar y no dar. Pero quien decidió insistir con eficacia fue el Borussia. Vieron que Nahuel Molina era un coladero, que entre el argentino y Witsel había un hueco a explotar, y lo intentaron una y otra vez hasta hacer dos goles de muy similar factura por esa banda.

EL BORUSSIA SE HACE CON EL PARTIDO Y LOS GOLES

Primero fue Brandt, en el 19, tras un pase magnífico al área de Hummels con el exterior que nadie supo parar, tampoco Oblak, a quien el disparo le tocó en la pierna pero no lo suficiente para desviarlo. Minutos después fue Matsen explotando con paredes el citado hueco del queso gruyere que fue la defensa atlética en la noche de Dortmund. Para entonces, el Atleti ya era incapaz de conectar alguna de las contras que intentó al inicio. Bastante tenía con tratar de frenar, con notorio fracaso, la avalancha alemana.

Por la izquierda la sangría fue menor, pero Azpilicueta fue tímido a la hora de subir su banda en ataque, lo que dejaba a Griezmann buscando sin éxito la sombra de Lino. Cuando el navarro le puso ahínco fue para llevarse rápido la tarjeta amarilla. El dilema: sacar a Riquelme para atacar la banda descuidando la defensa donde Hermoso también tenía amarilla o mantener al navarro atrás a costa de ser nulos en ataque. No había alternativa, el Atleti necesitaba un gol para empatar la eliminatoria.

SIMEONE AGITA EL BANQUILLO Y EL RESULTADO

Junto a Riquelme (por Azpilicueta) salió Barrios (por Nahuel) para poner en el carril a Llorente. En la delantera, Morata, desquiciado y arriesgando la tarjeta en la primera parte, dejó su sitio a Correa. El efecto fue inmediato. Los recién salidos salieron con otra actitud y pronto provocaron un saque de esquina que se convertiría en el gol que empataba la eliminatoria. Un cabezazo de Hermoso lo metió dentro Hummels al intentar despejarlo.

Si Morata falló la posible sentencia al arrancar la primera parte, Correa hizo lo propio en la segunda al no culminar solo ante Kobel, una magnífica asistencia de Koke. Al margen del clamoroso error, lo cierto es que el Atleti se agarró a la vitalidad de Correa para disputar una segunda parte mucho más abierta y con alternativas. Fue el argentino el que insistió con jugada personal hasta marcar el segundo del Atleti cazando dos rechazos consecutivos.

EL BORUSSIA SENTENCIA

Olía a épica remontada pero la eficacia alemana se encargó de bajar las esperanzas atléticas a tierra. El Borussia volvió a encontrar otra jugada por banda derecha y un soberbio envío de Sabitzer lo cabeceó Fullkrüg de forma no menos soberbia a gol. Dos minutos después, sin tiempo para que el Atleti pensara qué estrategia convenía con la eliminatoria empatada, Sabitzer encontraba un balón suelto al borde del área con el que batió a Oblak para volver a poner en ventaja al conjunto alemán en la eliminatoria.

Con el Atleti buscando el gol que lo enviara a la prórroga de manera desesperada, fue Oblak el que se empeñó en mantener al Atleti con alguna opción con dos paradones. Sirvieron de poco porque el Borussia durmió el partido y se quedó el balón ante un impotente Atleti que vio pasar los minutos y el sueño de las semis de Champions.

El Atleti cae en Champions con la cabeza alta