El Atlético de Madrid cierra la temporada oficial este domingo en Villarreal (18:30h). Sólo está en disputa para el Atleti la segunda plaza de LaLiga. Al margen de esa consideración, también puede el encuentro ser foco de atención porque Yannick Carrasco es muy poco probable que lo juegue.
El belga se ha sometido este jueves a una cirugía menor en su nariz, para corregir unos leves problemas respiratorios que le causan molestias a la hora de desempeñarse sobre el césped. Pese a ser una intervención rápida y sin apenas convalecencia, se considera muy poco previsible que Carrasco juegue en el Estadio de La Cerámica. Podría hacerlo, pero los doctores del Atlético entienden que conviene conservar la prudencia ante la eventualidad de un golpe en la zona operada. No está descartado por completo, en todo caso.
Así las cosas, Carrasco podría ya no vestir más la camiseta del Atlético de Madrid en partido oficial. Las relaciones entre el jugador y la directiva del club se han deteriorado de manera significativa. Carrasco ya antes del Mundial argumentó que deseaba prolongar su contrato con el Atleti, pero con un aumento de salario y una extensión mayor de las que a priori le estarían ofreciendo, algo que, de acuerdo con la versión del entorno del extremo belga, incumplía la promesa realizada en su día por los dueños de la entidad.
Ante esa situación, Carrasco determinó poner fin a su ciclo en el Atlético y pidió salir en el pasado mercado invernal. Sólo la mediación de Simeone logró que el jugador continuara al menos hasta el final de la campaña. Lo que sí sucedió fue la llegada de Memphis Depay al Metropolitano y en esa operación con el FC Barcelona se incluyó una opción de compra preferente del Barça sobre Carrasco a partir del 30 junio a cambio de unos 19 millones de euros que pagarían los culés al Atleti.
Cerca de cumplir 30 años (en septiembre) y con un compromiso en rojiblanco que expirará en 2024, resulta perfectamente legítimo que Carrasco desee el que sería, probablemente, un último buen contrato al alza. Pese a los deseos de Simeone -que quiere la continuidad del jugador-, se antoja altamente complicado que el Atlético de Madrid haga esa oferta al alza que el belga entiende que merece. Además, se insiste, las relaciones con la planta noble del club son gélidas a día de hoy.
No parece demasiado factible que el Barcelona ejecute la cláusula de 19 millones de euros, una verdadera fortuna inalcanzable en una entidad casi en bancarrota. Sí, en cambio, podría intentar una compra rebajando esa cantidad.
El Atlético de Madrid no va a regalar a Carrasco tampoco. De manera especial, porque el jugador sigue teniendo cartel en la Premier inglesa, donde el dinero no es un problema.
¿Podría quedarse Carrasco en el Atlético un año más, hasta 2024? Podría, sí, pero parece muy poco factible, ya que el jugador desea marcharse y el club, si no lo vende este verano, vería como luego se marcharía gratis. Por todo ello, y dado que Carrasco apunta a baja por su intervención quirúrgica frente al Villarreal, lo más lógico es concluir que no vaya a jugar ya más con el Atlético de Madrid en partido oficial.
