sábado. 04.05.2024
ATLÉTICO MADRID 3 - 1 VILLARREAL CF

El Atlético le valen tres arreones para aprovecharse de un Villarreal zombi

El Atlético de Madrid se marcha al parón de selecciones aspirando a todo y con unas sensaciones estupendas. Frente al Villarreal venció casi sin despeinarse, sintiéndose superior en todo momento. Récord de 15 victorias seguidas en Liga, entre los de arriba de la tabla clasificatoria y liderando su grupo en Champions.
El 'Cholo' celebra con los suyos uno de los goles / Foto: ATM
El 'Cholo' celebra con los suyos uno de los goles / Foto: ATM

Hay partidos en los que sabes que vas a vencer. Sientes que eres muy superior al rival y que, a poco que aprietes un poco y el resto del tiempo simplemente no te distraigas, antes o después la fruta terminará cayendo del árbol de puro madura.

Esa fue la historia de este Atlético de Madrid-Villarreal. Los de Simeone salieron de inicio apretando arriba, aunque sin enseñar los colmillos. Inclinando el campo hacia el área del 'submarino' casi por inercia, tal es el grado de debilidad que el equipo amarillo padece en estos momentos. De hecho, la estadística señala que es el peor Villarreal de su historia en Primera a estas alturas de LaLiga. Incluso con perores números que la última vez que descendió a Segunda, en 2012.

Y, pese a todo, quien primero anotó fue el Villarreal. El equipo rojiblanco se sintió tan sobrado por momentos, que empezó a dejarse ir, se le bajó la tensión y ahí sí, ahí el equipo que todo apunta a que va a dirigir proximamente Marcelino García Toral, vacunó al Atlético en un doble zarpazo de Sorloth, atrapado por Jan Oblak, pero remachado por Gerad Moreno.

REACCIÓN TEMPRANA

A partir de ahí sucedieron dos circunstancias que terminaron por convencer al Atlético de que lo mejor era no andarse con bobadas y amarrar el resultado: la lesión de Sorloth y el empate justo antes del pitido final de la primera parte a cargo de Axel Witsel, remachando en boca de puerta una asistencia de Antoine Griezmann, tras buena combinación del francés con Rodrigo Riquelme por banda izquierda.

El empate antes de la caseta y la ausencia de su referencia principal arriba para jugar pelotas en largo presentaron toda la segunda mitad a un Villarreal desarmado  e irreconocible, atrincherado con seis defensas en su propia área. 

El Atleti pudo machacarlo incluso antes de lo que lo hizo, si Álvaro Morata hubiera tenido algo de fortuna cara a puerta. Dispuso el '9' rojiblanco de hasta tres oportunidades clarísimas -una de ellas solo de empujarla dentro-, pero la noche le fue aciaga y las echó todas fuera por centímetros. La única que terminó embocando, fue anulada por evidente fuera de juego del nuevamente asistente, Griezmann.

LOS CAMBIOS DEL CHOLO

En vista de que Morata andaba con la pólvora mojada, el 'Principito' decidió tomar cartas en el asunto, porque pese a la superioridad manifiesta de los rojiblancos, los minutos iban pasando y, llegados al 70´, las tablas seguían en el marcador.

Y para que el francés terminara con ese orden de cosas - y de paso igualara a Escudero como segundo máximo goleador de la historia del Atlético de Madrid- hizo falta que, por enésima vez, los cambios del 'Cholo' carburaran como lo hicieron.

Salieron Marcos Llorente, Pablo Barrios, Ángel Correa y Samuel Lino y todos le inyectaron el plus que hacía falta para que Griezmann anotara, tras cabalgada y asistencia de Llorente; y luego completara Lino, después de que Pablo Barrios imitara a Llorente, le pidiera prestada la moto, y se comiera la banda para dársela en la contraria al carrilero brasileño. 3-1 y todos felices. El que más, Simeone, que celebró los dos últimos tantos corriendo como un poseso para unirse a la melé de jugadores. 

El Atlético le valen tres arreones para aprovecharse de un Villarreal zombi