Joao Félix llevaba toda la semana entrenándose en el gimnasio, en solitario y al margen del resto del grupo, desde que el Atlético de Madrid llegara el pasado lunes al stage de Los Ángeles de San Rafael. En el último entrenamiento de la víspera (domingo), recibió un golpe en el pie y, aunque desde el club se insistía en que se trataba de algo "sin importancia", lo cierto es que las reiteradas ausencias de Joao con el resto de la plantilla comenzaron a despertar el temor entre la afición rojiblanca.
Pasaban los días y Joao seguía sin comparecer. Permanecía apartado del resto de compañeros y de la dinámica establecida por el 'Profe' Ortega. El portugués continuaba todos los días ejercitándose en el gimnasio.
Por fin, en la última sesión de esta tarde, Joao Félix ha comparecido en el césped con las botas calzadas, ha realizado sin contratiempo alguno los ejercicios dispuestos por la dirección técnica y, lo más importante aún, ha tocado balón casi con total normalidad también.
Tendrá que apretar los dientes ahora y recuperar el terreno perdido durante estos días, pero lo cierto es que la juventud de Joao le lleva siempre a no necesitar muchos días en los arranques de pretemporada para ponerse a tope y asumir un tono físico excelente.
Necesita muy poca preparación, de modo que no cabe esperar preocupaciones excesivas para que se reenganche a las fechas fijadas de los partidos de pretemporada, que arranca el próximo día 27 julio en Burgo de Osma, ante el Numancia, en el tradicional Memorial Jesús Gil.
También Felipe Monteiro, que permanecía igualmente entrenando aparte, se ha reincorporado a la dinámica del grupo. El caso del central es especial, porque es conocido que el equipo del 'Profe' le suele dedicar un programa específico y personalizado de pretemporada, atendiendo a las peculiaridades físicas del brasileño, al que cuesta siempre un poco más que a los demás coger la forma de arranque.
Quien sí ha entrenado hoy a menor ritmo que el resto de compañeros ha sido Renan Lodi. El brasileño parece que no tiene nada de relevancia y que se trataría, en principio, de una mera sobrecarga de esfuerzo, ante la que se prefiere actuar con cautela.
