viernes. 26.04.2024
ATLÉTICO MADRID 6 - 1 SEVILLA FC

Juego, set y partido para homenajear al 'Cholo' Simeone

Paliza inmisericorde del Atlético de Madrid al Sevilla FC. En el día en el que Diego Pablo Simeone recogía el testigo de Luis Aragonés como el entrenador con más partidos al frente de la escuadra rojiblanca, el Metropolitano se dio un festín a costa de un raquítico Sevilla, que le sirvió al Atleti para escalar hasta la tercera plaza de la tabla en Liga.
Los jugadores del Atleti celebran uno de los goles / Foto: ATM
Los jugadores del Atleti celebran uno de los goles / Foto: ATM

Es imposible ponerle una sola pega al Atlético de Madrid una noche que vence a su rival por 6 goles a 1. Siquiera relativizar los logros de los rojiblancos frente al Sevilla FC sería caer en el terreno de la condescendencia, más que en el de la honestidad.

Aún con todo y a riesgo de pecar de injusticia para con los chicos de Simeone, conviene admitir que este Sevilla que ha visitado el Metropolitano da verdadera pena. Como pena dieron también los cafres de siempre, incapaces de disfrutar de nada, ni siquiera de la victoria del que dicen su equipo (prefieren en cambio dedicarse a denigrar e insultar al rival, deseándole el descenso a Segunda).

Hasta aquí los deméritos de los demás. Lo que resta es aplaudir al Atlético de Madrid, porque su juego frente al Sevilla fue lo que a todos los aficionados colchoneros les gustaría que fuera siempre. En términos absolutos, el Atleti estaría en estos momentos en números de disputarle LaLiga al FC Barcelona. Lástima que todos tengamos un pasado. También el Atleti.

Un gran Atlético el de esta noche. ¡Qué diablos...! Tampoco conviene ser rácanos en el elogio. ¿Por qué contentarse con aplaudir, si lo que a buen seguro le pide el cuerpo a la parroquia rojiblanca es ovacionar? De manera singular, ovacionar a un tipo -Antoine Griezmann- que, tras marcar un golazo y colocar el 3-1 en el luminoso, se fue a abrazar con su gran hacedor, el 'Cholo'.

Griezmann tal vez sea el mejor jugador -el más determinante para el desarrollo colectivo- que ha tenido el Atlético de Madrid en los últimos 20 años. Y eso que ha mantenido algunos de talla formidable (Forlán, Falcao, Oblak, Godín, Fernando Torres, Agüero...). 

En el día que Simeone recibía el legado de Luís Aragonés como el técnico con mayor número de partidos dirigiendo al Atlético (613), antes de anotar su golazo mencionado, Grizzi ya se había encargado de asistir con la suavidad de una caricia al bigoleador Menphis Depay, además de hacer de pegamento en un Atleti que asfixiaba arriba la salida del balón de los de Sampaoli. Bailaba por todo el frente de la sala de máquinas, para ponerle el catalizador necesario al motor del juego rojiblanco y que sonara como el ronroneo de un gatito, sin la más mínima partícula contaminante.

Dígase de forma clara y sin rubor: Antoine Griezmann vuelve a estar de nuevo en esa mesa en la que un día se sentó, donde sirven la comida a los tres o cuatro mejores futbolistas del momento. Jugar a lo que él juega en un equipo de más mono de trabajo manchado de grasa que de esmoquin almidonado, como son los que Simeone conforma entorno a sí, tiene aún mayor mérito.

Con el añadido último, además, de que se intuye como referencia, como modelo a seguir,  para el resto de sus compañeros. Griezmann genera un efecto arrastre. Si un tipo de los quilates del francés es además el primero de los soldados del 'Cholo'..., cómo no van a pelear la pelota con igual denuedo los demás... Quedarían retratados al instante. Con razón Pablo Barrios (serio aspirante a recoger el estandarte de la cantera atlética) afirmaba en una entrevista unas horas antes del partido que, "el jugador que más me ha sorprendido es Griezmann".

Pero el fútbol es un juego colectivo. En especial, el fútbol en las escuadras dirigidas por entrenadores como Simeone, en las que solo prima la colectividad. Por tal razón y por derecho propio, también formaron parte muy activa del festín que se dio el Atlético ante el Sevilla casi todos los compañeros de Griezmann.

El equipo al completo exhibió un tono muy notable. Tanto los que marcaron (bigoleador Morata y Carrasco), como los que hicieron marcar a los demás. Muy bien Koke de nuevo, feliz Pablo Barrios, en su línea Marcos Llorente, sólido Witsel, inspirado por momentos Lemar...

Únicamente y por fortuna, Jan Oblak no tuvo que aportar nada en esta ocasión. Que el esloveno no se vea forzado a hacer su magia resulta siempre sanador. En la noche en que su equipo anotó seis goles, casi pudo ser un espectador más de la fiesta de homenaje al 'Cholo', al que se le veía tremendamente feliz y sonriente en la banda. 

Es probable que incluso se le pudiera traslucir una sonrisa maliciosa, fruto de la retranca de la que hace gala. ¿Acaso en su mente pudiera pensar la siguiente malicia y eso lo divertía...?: "Seguro que hay algún cachondo que estará pensando... Pero, muchachos...paren ya de anotar, por favor..., que este es un homenaje al Cholo... 1-0 y basta. Qué andan ahora con seis goles... Andá..., dejate de embromar". 

Juego, set y partido para homenajear al 'Cholo' Simeone