lunes. 29.04.2024
ATLÉTICO MADRID 2 - 1 BORUSSIA DORTMUND

Tendrá que sufrir, pero de momento el Atlético se lleva el primer asalto ante el Dortmund

El Atlético de Madrid pudo arrasar al Borussia Dortmund, pero terminó salvándose por los pelos. No hubiera sido extraño que los de Simeone hubieran goleado al equipo alemán y, sin embargo, las oportunidades no aprovechadas y el desgaste físico final de los rojiblancos dejaron la victoria en 2-1, y gracias. Tocará sufrir mucho en el Westfalenstadium, pero eso será otro día. Hoy toca disfrutar que el Atlético se llevó el primer asalto de esta eliminatoria de Champions.
Los jugadores rojiblancos celebran uno de los goles / Foto: ATM
Los jugadores rojiblancos celebran uno de los goles / Foto: ATM

De partida, ya se esperaba que la eliminatoria de cuartos de final entre el Atlético de Madrid y el Borussia Dortmund fuera un combate de dos asaltos. Lo extraño fue el modo en el que los alemanes salieron al Metropolitano, asustados, casi indolentes y concediendo errores garrafales atrás. Cierto que la grada, con casi 69.000 espectadores, rugía atronadora, intimidante.

Lo extraño, en fin, fue que cuando no se había superado la primera hora de juego, el Atlético ya había aprovechado dos de esos errores y endosado un 2-0 a las avispas amarillas germanas. El primero, premio a la fe y al empuje de un enchufadísimo todo el encuentro Rodrigo de Paul. El segundo, una chulada al primer toque entre Álvaro Morata, Antoine Griezmann y, sin dejarla caer, Samuel Lino al fondo de la portería.  Lino, por cierto, vio amarilla y se perderá la vuelta.

Aún con todo, el marcador se antojaba demasiado corto. El Atleti pudo perfectamente golear al Dortmund en esa primera mitad y dejar finiquitada la eliminatoria. Especialmente, en un pase soberbio de Grizzi de 30 metros, casi de espaldas y como quien baila, que dejó sólo a Morata, mano mano a mano frente al guardameta germano. Morata -poco afortunado en el partido- anduvo lento y desaprovechó la ocasión. Otra de Lino a pase de nuevo de Griezmann. Se marchó alto por poco. Otra una vez más de Morata, cabeceando alto una segunda jugada iniciada por José María Giménez. Otra... Y otra... Y así cada pocos minutos.

Sin embargo, no supo o no pudo sustanciar en gol todo ese caudal de verticalidad, presión alta asfixiante e intensidad que desplegaron los de Simeone en el primer tercio de partido, con un Griezmann sencillamente espectacular. 

Maestro de ceremonia absoluto, el francés desarrolló un repertorio realmente hermoso de pases entrelíneas, entregas al primer toque que siempre suponían una ventaja para el equipo y, de manera fundamental, un modo perfecto de marcar el tempo del equipo. Acelerando el ritmo o suministrándole cloroformo al juego, según lo necesitara el momento. Era la versión del primer tramo de LaLiga, que tanto necesitaba el Atleti, cuando el francés recuerda con su forma de comportarse sobre el césped la máxima de Mohamed Alí: flota como una mariposa, pica como una avispa.

APARECIÓ EL VERDADERO DORTMUND

En los últimos 10 minutos de la primera parte el Borussia Dortmund comenzó a expresarse con el lenguaje que se le conoce y con el que se ha plantado en cuartos de Champions. Un equipo vertiginoso de media cancha hacia adelante, con atacantes ultra rápidos. Verdaderas avispas. El primer aviso lo desbarató con un paradón marca de la casa Jan Oblak, que despejó con mano de hierro un chutazo descomunal desde fuera del área de Julian Duranville.

El peligro comenzó a observarse de forma creciente sobre todo por la banda de Nahuel Molina. Muy mal, un partido más, el argentino. El Dortmund se percató en seguida de por dónde se le abría la principal vía de agua al Atlético y no paró de percutir en ese flanco.

De no ser porque Axel Witsel -formidable de nuevo- y 'Josema' Giménez -gran actuación- taparon los desajustes que una vez sí y otra también cometía atrás Nahuel, el resultado final no habría terminado siendo ventajoso para el Atlético.

El gol alemán llegó a falta de 20 minutos para el final. Como se temía, un error en el despeje de Nahuel Molina dejó la pelota muerta a Haller, que fusiló a placer a Oblak. Casi llegó el empate en el último minuto, tras otro marcaje impasible, con la mirada, de Molina. El remate del Dortmund se clavó en el larguero. La afición colchonera respiró.

No obstante, también en esta segunda mitad el Atlético tuvo numerosas opciones de marcar. Tan cierto es que el Borussia pudo haber empatado a dos, como que el Atleti dispuso de ocasiones muy claras de colocar un tercer o un cuarto tanto en el marcador.

No sucedió ni lo uno ni lo otro. Tocará sufrir, por tanto, en el mítico Westfalenstadium. Pero eso será otra historia. Lo que toca ahora es disfrutar de esta victoria y pensar que, al fin y al cabo, ha sucedido lo esperado: la eliminatoria iba a durar al menos 180 minutos. Y el Atleti se ha llevado el primer asalto del combate.

Tendrá que sufrir, pero de momento el Atlético se lleva el primer asalto ante el Dortmund