viernes. 26.04.2024
Atlético de Madrid
Atlético de Madrid

GRBIC: Sólido.

No pudo hacer nada para evitar los dos goles que encajó. Quizá una mano un poco más dura en el primer tanto se echó de menos, pero en absoluto se le puede acharar responsabilidad alguna. Además, tuvo dos intervenciones salvadoras en la segunda parte, cuando el marcador todavía se encontraba 0-0.

REINILDO: Inabordable.

En su línea de siempre. Muy fuerte atrás y prodigándose hoy más de lo habitual de media cancha hacia adelante. La única novedad en el mozambiqueño es que Simeone lo cambió casi por vez primera. Solo por razones de recomposición táctica del 'Cholo' hacia una apuesta más ofensiva.

NAHUEL MOLINA: Impreciso.

Un partido más, el lateral argentino sigue sin demostrar los motivos por los que Simeone insistió tanto en su contratación. Inseguro atrás e incapaz de poner un solo centro con precisión delante.

MARIO HERMOSO: Superado.

Algo mejor en el primer tiempo que en el segundo. En los primeros 45 minutos se mostró muy valiente a la hora de incorporarse al ataque e incluso dio sensación de peligro, pero comenzó a exhibir grietas en defensa, que luego consumó en la segunda parte. Por su costado llegaron las dos jugadas que finalizaron en los goles del Leverkusen.

AXEL WITSEL: Perfecto.

Nuevamente se vio a un jugador preciso, elegante e infranqueable. A su trabajo impecable sumó las veces que corrigió los errores de Nahuel.

FELIPE: Imperial.

El mejor del Atlético, junto a Joao Félix. Parece increíble que Felipe Monteiro haya debutado en este partido en toda la temporada. Nadie lo diría. Poderoso en lo físico e impecable en lo táctico. Sus aciertos evitaron que el Leverkusen hiciera más goles.

MARCOS LLORENTE: Voluntarioso.

No paró de correr por toda la banda en momento alguno. Derroche físico con nula productividad. Fundamentalmente, porque no termina de entenderse con Nahuel Molina y porque sus compañeros tampoco supieron encontrarlo en sus incesantes desmarques.

KOKE: Implicado.

Mejor en la primera mitad que en la segunda, pero lo mismo le sucedió al resto de compañeros. Seguramente los aficionados rojiblancos echan de menos al Koke más creativo en la dirección, pero la labor oscura en lo táctico que ofrece al equipo resulta innegable.

SAÚL: Trabajador.

Otra vez fue sustituido al finalizar el primer tiempo, pero esta vez no por cargarse de amarillas. Jugó donde más le gusta, de interior izquierdo y trabajó mucho para el equipo, pero sin disparar una sola vez a portería Los primeros 20 minutos presionó muy bien arriba y generó más sensación de peligro que peligro real para el equipo.

JOAO FÉLIX: Líder.

Se ha convertido en una estrella con verdadero liderazgo en el Atlético de Madrid. Todo lo que hizo en la primera parte fue soberbio y con sentido. Nuevamente fue maltratado por los defensas y medios rivales, ante la permisividad del árbitro. En la segunda mitad redujo un poco sus prestaciones, aunque siguió imaginativo. Simeone lo cambió por Correa en el minuto 70.

ÁLVARO MORATA: Batallador.

No pudo disparar ni una sola vez a portería. Ni un solo balón le llegó con opciones mínimas de remate. Ante esa tesitura, no ahorró ni un gramo de esfuerzo para el equipo. Bajó muchas pelotas de juego largo para sus compañeros y se sumó siempre -y con acierto- a defender los corners contrarios.

CAMBIOS

RODRIGO DE PAUL: Esforzado.

Simeone lo sacó de inicio en la segunda mitad, en sustitución de Saúl. Se esforzó siempre, pero no mejoró en nada las prestaciones del ilicitano. Tuvo un disparo con rosca muy intencionado que se le marchó alto por poco.

GRIEZMANN: Rentable.

La proporción de minutos jugados y resultados logrados le hacen ser uno de los jugadores más rentables del Atlético. Fue el más entonado en los 30 minutos que le tocó jugar. No generó peligro, pero sí dio movilidad al equipo. Con el de hoy, el francés alcanzó la cifra de 300 partidos con la camiseta del Atlético de Madrid.

CARRASCO: Gris.

Fue el sustituto de Reinildo para buscar mayor mordiente en ataque. Sigue sin encontrar su mejor versión. Lo intenta siempre, pero se le nota que le falta esa chispa necesaria.

CORREA: Participativo.

Intentó siempre cosas y casi todas fueron positivas. Aportó velocidad de movimientos arriba y combinó bien, pero sus jugadas no tuvieron premio.

MATHEUS CUNHA: Inédito.

Dispuso de 20 minutos, pero en esta ocasión no dispuso de la más mínima opción de crear peligro. 

ASÍ JUGARON