sábado. 27.04.2024
ATLÉTICO MADRID 0 - 3 FC BARCELONA

La resaca del Inter complica al Atleti los puestos Champions

Castigo excesivo el recibido el Atlético de Madrid frente al FC. Barcelona. No es que el equipo culé hiciera méritos para golear al Atleti -sí para ganar-, pero así sucedió. La resaca física y emocional del desgaste de la eliminatoria con el Inter de Milán pasó factura a los rojiblancos, que tuvieron ocasión para marcar en el primer cuarto de hora, pero fallaron y terminaron pagando el desfonde de fuerzas que padeció el equipo.
Los jugadores del Atleti lamentan uno de los goles recibidos / Foto: ATM
Los jugadores del Atleti lamentan uno de los goles recibidos / Foto: ATM

Comenzó el Atlético de Madrid apretando arriba. Apoderándose del control del partido y de la pelota, haciéndoselas pasar canutas al FC. Barcelona. Pensar en el gol era lo lógico. Lo tuvo Pablo Barrios, pero se le fue a milímetros del palo izquierdo. Y lo tuvo aún más clara todavía Álvaro Morata, pero la echó por encima del larguero. 

Los primeros 20 minutos sólo había un equipo sobre el césped del Metropolitano, el Atlético, embotellando al Barça en su área. La falta de puntería rojiblanca y, en bastante menor medida, la pericia de Ter Stegen, impidieron que el Atlético se pusiera claramente por delante en el marcador.

Como quiera que no hubo acierto, sucedió lo que se temía en el inconsciente colectivo de la hinchada atlética, que terminara marcando Joao Félix, fuertemente pitado cada vez que tocaba la pelota. Lo que quiere decir que recibió tres pitadas, porque Joao fueron esas las veces que tuvo el balón, tres veces. El problema para los de Simeone fue que la tercera ocasión que rozó el esférico el portugués era para empujarla dentro del marco de Jan Oblak y anotar el 0-1 a la media hora de juego.

Hasta ahí llegó el partido del Atlético de Madrid. Fue marcar el Barcelona y en seguida todo el Metropolitano se dio cuenta de que el combustible en el motor rojiblanco ya estaba en reserva, con algunos jugadores a los que se les notaba muy cansados, caso de Rodrigo de Paul, Samuel Lino o Antoine Griezmann (el francés salió desde el banquillo).

Mención especial para Nahuel Molina. Lo suyo no fue resaca, simplemente hay que hablar de falta de calidad. Un partido más, incapaz de poner un centro de forma correcta o mínimamente con sentido de la orientación. Tampoco pasarle la pelota a los que llevaban la camiseta de su mismo color. Ni que decir tiene que su modo de defender es igual a cero. Baste decir que su mejor acción del partido -posiblemente, lo mejor de sus últimos partidos- fue recibir la tarjeta roja en los minutos finales del encuentro por derribar a Víctor Roque y evitar así que el delantero brasileño pudiera ampliar la ventaja culé

MUCHO CASTIGO

El arranque de la segunda mitad fue la consumación del agotamiento. Cierto es que el Barcelona tuvo más premio en forma de goles que fútbol. Nada más comenzar, Rodrigo de Paul pudo ser expulsado por roja directa, al hacer una muy peligrosa -y del todo innecesaria- entrada en el círculo del medio campo, clavando sus tacos en el tobillo de Sergi Roberto. El colegiado Sánchez Martínez sacó amarilla.

Acto seguido, De Paul perdió una pelota con el equipo saliendo. Lewandowski aprovechó el regalo para rematar a gol. 0-2.

Hay que subrayar que, pese al agotamiento y a que el partido se vislumbraba resuelto ya, especialmente, tras el 0-3 anotado por Fermín, el Atleti siguió mostrando corazón. Nunca bajó del todo los brazos. No fue un problema de actitud. Ni siquiera de aptitud -salvedad hecha del mencionado Nahuel-, sino de falta de oxígeno en el cerebro y en las piernas.

No se puede reprochar al equipo que no lo siguiera intentando. De manera singular, los cambios de Memphis Depay y Ángel Correa, que pusieron en algún aprieto -sin exagerar tampoco- a Ter Stegen.

Constatar, no obstante, lo evidente, que el Atlético de Madrid se marcha al parón de selecciones en el quinto puesto de la clasificación de LaLiga. Por tanto, fuera de los lugares que dan derecho a participar la temporada que viene en Champions League.

Lo van a tener complicado los de Simeone para colocarse entre los cuatro primeros. A falta de nueve jornadas para clausurar el campeonato, todo parece indicar que el Atleti ha perdido ya el tren de la segunda plaza; casi también el de la tercera y únicamente le queda la cuarta, que está peleando con uno de los equipos más en forma este año, el Athletic Club Bilbao.

La resaca del Inter complica al Atleti los puestos Champions