Fue una de las imágenes del final del partido que disputaron el Manchester United y el Atlético de Madrid en el partido de vuelta de los octavos de la Champions League. Según el árbitro del encuentro pitaba el final del partido en Old Trafford, la cámara enfocó la carrera de Diego Pablo Simeone hacia el túnel de vestuarios, que está en una esquina de la cancha. Cuando se acercó a la salida le empezó a caer una lluvia de objetos, botellas de agua entre otras cosas.
Se anunció una posible investigación interna del Manchester, de la que nada se ha sabido hasta ahora, y fuentes de la UEFA también anunciaron otra investigación contra el club por no haber sido capaz de mantener la seguridad en el estadio. La dureza de la sanción dependía, según informó The Times, del informe del delegado del partido, Slavko Vincic, que también fue víctima del lanzamiento de objetos. Pues bien, casi mes y medio después, la UEFA ha comunicado una sanción al equipo inglés de sólo 10.000 euros, una cifra irrisoria, la mínima aplicable a estos casos.
Efectivamente, el Comité de Ética y Disciplina de la UEFA se ha limitado a aplicar en su grado mínimo el artículo 16, 2a, que castiga este tipo de sucesos. Pero en el entorno rojiblanco sorprenden dos cosas. El mismo comité castigó duramente al Atlético de Madrid por el partido que disputó el equipo rojiblanco frente al Manchester City en el Etihad. La acusación fue también el lanzamiento de objetos y comportamiento inapropiado, por los saludos fascistas que realizaron un pequeño grupo de aficionados. Sin restarle gravedad a estos hechos, el castigo impuesto al Atleti (el cierre de parte de la grada del Metropolitano) parece ciertamente desproporcionado.
Otra cosa que sorprende es la actuación del propio Comité. Si para castigar al Manchester United ha tardado un mes y medio en decidir, para el caso del Atlético (que fue posterior) se apresuró notablemente, y en tres días había decidido la grave sanción a apenas unas horas de la celebración del encuentro contra el City. El Atlético de vio forzado a recurrir a toda prisa al TAS para evitar un serio problema en el reparto y retirada de unas entradas que ya estaban vendidas. El TAS aceptó la petición del Atlético de dejarlo para el siguiente partido pero la sanción se mantiene.
