Continúa penando el Atlético de Madrid lejos de su estadio, desangrándose un poco más cada dos partidos aunque enfrente tenga a los colistas. En el Nuevo Mirandilla se presentó un Cádiz sólido y un Atleti poco fiable y sin imaginación, dependiente en este último aspecto de la luz de un Griezmann a quien se añora sin límite. El equipo del Cholo se mostró como un equipo sin capacidad para sorprender, superado en todas las líneas y con una aterradora fragilidad defensiva. Un equipo incapaz de ser decisivo tanto en ataque como en defensa.
EL ATLETI, PENALIZADO A LA CONTRA
Que los elegidos por Simeone estaban determinados a cambiar la historia de este Atlético fuera de casa se vio sólo al inicio, en el que se mostraron activos y comprometidos en la presión. También el Cádiz, con aún más necesidades que el Atleti, se aplicó en la presión buscando las contras y penalizando cada pérdida rojiblanca.
El problema es que la buena intención de los rojiblancos no vino acompañada de ideas y las del Cádiz están muy claras. A los diez minutos, una contra liderada por Sobrino y un centro al área entre las posiciones de Paulista y Hermoso bastaron para que Juanmi cabeceara a gol en el área pequeña sin oposición alguna. Habían pasado 25 minutos y el Cádiz se ponía por delante sin haber sufrido lo más mínimo. Un ataque, un gol.
Con ventaja en el marcador, el Cádiz se cerró aún más, mientras que el Atleti, con más posesión, mostraba la misma imaginación: ninguna. Ni cuando se acercaba progresando al área rival ni cuando Koke intentaba algún pase largo y directo a los delanteros. Y siempre, con el corazón en un puño cada vez que el Cádiz arrancaba con velocidad tras una pérdida.
SIMEONE REVOLUCIONA EL EQUIPO AL DESCANSO
El Atleti se fue al descanso sin una sola ocasión clara de gol y con la misma sensación del último partido lejos del Metropolitano, en Copa contra el Athletic de Bilbao, sin saber qué hacer para cambiar la situación. La propuesta de Simeone fue hacer tres cambios para la segunda parte introduciendo a Riquelme, Correa y Nahuel Molina por De Paul, Saúl y Memphis.
En sólo unos minutos, Correa ya se inventó una ocasión tras jugada de Lino, la primera del partido para el Atleti. El argentino y el brasileño eran los únicos que ponían algo de la imaginación que necesitaba el equipo aunque no acertaran con la portería. El que si volvió a acertar fue Juanmi, en la segunda ocasión del Cádiz en todo el partido. Un balón bombeado sin aparente peligro se lo comió Paulista, ligeramente desestabilizado por Juanmi, el más listo de la clase, que la empujó ante un sorprendido Oblak. El Cádiz volvía a castigar al Atleti de la manera más simple.
Toda la efectividad del partido se la quedó el Cádiz. Llorente tuvo una gran oportunidad de cabeza a pase de Riquelme pero Conan reaccionó con una gran estirada. Tan desesperado estaba el Cholo que dio entrada a Vermeeren y a El Jebari, usando la juventud y la novedad como última bala. Ambos dejaron buenas sensaciones, como única luz en un partido que fue llegando al final sin que apenas se llegara a inquietar la portería de Conan.
Con esta derrota, el Atleti ofrece un terrorífico saldo de 15 puntos de 42 posibles fuera de casa. Los del Cholo han regalado al Cádiz su primera victoria desde el 1 de septiembre. Como ante el Almería, el Atleti se ha convertido en el equipo preferido para levantar el ánimo de los peores equipos de La Liga. Difícil imaginar, tras este partido, que el Atleti cambie la cara para afrontar la remontada de la eliminatoria de Champions.
