Jan Oblak lleva siendo, desde la temporada 2014-15, el salvador del Atlético de Madrid. Sus paradas imposibles han protagonizado grandes noches de gloria para la entidad colchonera. El partido de Munich ante el Bayern en la Champions League de la temporada 2015-16 o aquella exhibición mostrada en Anfield ante el vigente campeón de Europa son dos ejemplos del nivel que puede llevar a alcanzar el guardameta esloveno.
En la temporada 2020-21, Oblak fue fundamental en las últimas jornadas del torneo liguero para que el Atlético de Madrid terminase llevando la undécima liga de su historia a las vitrinas. Sin embargo, de manera imprevista, la temporada pasada supuso una auténtica decepción para Jan Oblak, que pasó de ganar el Trofeo Zamora en la campaña 2020-21 a llegar a ser el portero con peor porcentaje de paradas de la competición en el mes de enero.
De esta manera, el primer gran reto de Jan Oblak para la próxima temporada es el de volver a recuperar el nivel que le convirtió en el mejor portero del mundo. Ya la temporada pasada, el esloveno mostró que era capaz de seguir haciendo grandes paradas, pero la regularidad será su primera cuenta pendiente para la campaña 2022-23. Evidentemente, otro factor importante será que el Atlético de Madrid consiga asentar una defensa de garantías que evite que el equipo reciba innumerables acciones de ataque.
El otro reto a resolver por Oblak será el de resolver su futuro. El esloveno acaba contrato en 2023 y, aunque la intención de club es la de renovar al guardameta, de momento los movimientos entre las dos partes parecen bastante paradas. Sea como fuere, Simeone cuenta con Oblak para la siguiente campaña, lo cual descarta una posible venta del esloveno, quien se podría marchar como agente libre el próximo verano si no se consiguiese llegar a un acuerdo para firmar su ampliación de contrato. Desde el lado del portero, siempre se ha manifestado que lo único que quiere es que el club tenga su misma ambición a la hora de seguir consiguiendo títulos y competir por grandes cosas.
