Campeones del Mundo con Argentina. Rodrigo De Paul, Nahuel Molina y Ángel Correa se unen a la nómina de jugadores del Atlético de Madrid que han ganado una estrella con sus selecciones, lista que completan Antoine Griezmann y Thomas Lemar, por Francia (en 2018). Los jugadores argentinos tuvieron actuaciones dispares en la competición porque no todos gozaron de muchos minutos, pero regresan a Madrid con la medalla de oro y unos retos a cumplir.
RODRIGO DE PAUL
Ha sido, probablemente, el más destacado de los tres. De Paul lo ha jugado prácticamente todo en este Mundial de Catar. Ha participado en los siete partidos de Argentina, todos como titular, disputando un total de 602 minutos (86 minutos de media por partido). Aunque arrancó mal la competición, siendo uno de los señalados en la derrota contra Arabia Saudí, mejoró en cada partido hasta culminar su Mundial con un auténtico partidazo en la final, tanto en ataque como en defensa hasta ser sustituido casi por desfallecimiento. Eso sí, se marcha de Catar sin goles ni asistencias.
Su reto ya es conocido, dar al Atlético de Madrid eso que da a Argentina y que en el Atleti apenas ha mostrado más allá de momentos esporádicos más voluntariosos que otra cosa. Su conexión con Messi es total pero en el Atlético también tiene un compañero de muchísima calidad como es Griezmann con el que hacer combinaciones y lanzar ataques en el campo. Ahora que ya ha cumplido el objetivo que tanto le obsesionaba se espera su mejor versión en el Atlético.
NAHUEL MOLINA
Otro imprescindible de Scaloni. Molina también ha jugado todos los partido de su selección en el Mundial aunque en su caso uno no lo empezó de titular. En total ha disputado 568 minutos, una media de 81 por partido. Sin ser de los más destacados de su equipo no sólo ha estado solvente en el lateral derecho sino que sus constantes subidas a la altura del área le permitieron marcar un gol en los cuartos de final a Países Bajos y dar una asistencia a Mac Allister ante Polonia. A destacar que en la final, con el constante apoyo de De Paul, fue capaz de anular a Mbappe hasta el minuto 80 en el que el jugador francés se desató para la remontada.
El reto del jugador argentino pasa ahora por mostrar esa solvencia y seguridad en la Liga. Este es su primer año en el Atlético y puede que le esté costando aún adaptarse tanto a la Liga como a las exigencias de Simeone, pero lo más preocupante para la afición atlética no es que cometa algunos errores sino el estado de nervios que muestra en muchos partidos y que hablan de algunas carencias que no se permiten en la élite. Verlo jugar con Argentina deja claro que es capaz de lograr sus objetivos con el Atlético.
ÁNGEL CORREA
Correa se trae su medalla de Catar como los demás aunque su participación ha sido apenas testimonial en este Mundial. Lo reclutó Scaloni a última hora por la lesión de Nicolás González y, por tanto, no partía como uno de los candidatos al once del seleccionador, que sólo contó con él para disputar tres minutos ante Croacia cuando el marcador ya estaba 3-0.
Curiosamente su reto tiene que ver con el que tenía en su selección, convencer a su entrenador de que puede contar con él como titular. Es su eterna historia en el Atlético de Simeone. Esta temporada se rumoreó su intención de salir a un equipo que le diera más minutos ante la previsat competencia de Griezmann, Joao Félix, Morata y Matheus Cunha. Todo puede cambiar a partir de enero si se produce alguna salida en la delantera rojiblanca (casos de Cunha y Joao Félix) y el club no ficha, como ya se ha avisado, a nadie con galones. Ahí volverá a tener Correa otra oportunidad con el impulso de la histórica tercera estrella que ha contribuido a conquistar para su selección.
