jueves. 02.05.2024
MAÑANA SERÁ OFICIAL SU DIMISIÓN

Se acabó Rubiales: dimite este viernes

Se terminó el tiempo de Luis Rubiales al frente de la Real Federación Española de Fútbol. Su comportamiento impúdico tras la proclamación de España como campeona del mundo -sexista con Jenni Hermoso y soez en el palco de autoridades- ha supuesto el definitivo episodio de una etapa al frente del órgano rector del fútbol español cargada de escándalos, incluyendo grabaciones ilegales, desprecios hacia el Atlético de Madrid y posibles actuaciones que pudieron perjudicar al Atleti.
Luis Rubiales y caricatura de 'Huevos de oro' / Foto: MA-Joan Vizcarra
Luis Rubiales y caricatura de 'Huevos de oro' / Foto: MA-Joan Vizcarra

Cuando en mayo de 2018 Luis Rubiales acudió temprano a la sede de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para seguir la jornada electoral en la que se elegía al nuevo jefe máximo del fútbol español,  se detuvo un instante ante las cámaras de televisión que esperaban en la entrada y pronunció una frase sorpresiva por su firmeza, cuando aún no se había comenzado a votar, "Gano seguro", dijo.

En efecto, ganó. Y su aterrizaje en la sala de mando de una de las máquinas más poderosas que existen, el fútbol, se interpretó como una regeneración plena de aire fresco, tras casi 30 años del oscurantismo protagonizado por el  inefable -no pocos sostienen también que siniestro- Ángel María Villar. El rival de Rubiales era el delfín de Villar, Luis Larrea.

En ese entonces, Luis Rubiales compartía únicamente con Villar que ambos habían sabido reemplazar el poco éxito de sus respectivas carreras como futbolistas profesionales con un desempeño más audaz en los despachos.

Por lo demás, Rubiales representaba casi la antítesis de Villar. Donde el vasco ponía silencios permanentes y mirada turbia, el andaluz aportaba verbo fácil, rápido y abundante presencia en los medios de comunicación. Si Villar era una suerte de esfinge indescifrable, Rubiales convencía a base de atrayente sonrisa y capacidad de empatía. Si, en suma,  a Villar se le identificaba con el lado oscuro de La Fuerza, Rubiales aparecía como defensor del fútbol obrero, desde su puesto de presidente del sindicato de futbolistas, la Asociación de Futbolistas Españoles.

Siete años después, y ya convertido no sólo en el capo del fútbol español sino también en vicepresidente de UEFA, es probable que los escándalos que han jalonado la era de Luis Rubiales al frente de la RFEF no sorprendan demasiado al compararse con la tónica dominante en la mayoría de ecosistemas de la dirección mundial del fútbol: Joseph Blatter, Michel Platini, el citado Villar, Joao Havelange, Aleksander Ceferin, Julio Grondola, Mundial de Qatar... Innecesario proseguir.

Lo que sí resulta muy sorpresivo en Luis Rubiales es el corto espacio de tiempo en el que ha pasado de ser visto como un ejemplo de modernidad y limpieza en la dirección del fútbol del primer cuarto del siglo XXI, a un indecoroso imitador del 'Huevos de oro' que retrató el director de cine español Bigas Luna, imagen de lo casposo, la cultura de pelotazo de finales del siglo XX en España y la sexista concepción testicular del ejercicio del poder (como bien se encargó de exhibir ante Jenni Hermoso, la Reina Leticia, la Infanta Sofía y el resto de decenas de millones de espectadores en todo el mundo que miraban por televisión el pasado 20 agosto la final del Campeonato Mundial de Fútbol Femenino). 

Javier Bardén, como 'Huevos de oro'
Javier Bardén, como 'Huevos de oro'

ATAQUES AL ATLÉTICO DE MADRID

Recuperemos ese día de mayo de 2018. Justo en el momento en que Luis Rubiales comparece ante la prensa tras certificarse su victoria electoral. Entre las primeras palabras que pronunció, se encontraba una felicitación expresa hacia el Atlético de Madrid, que acaba de proclamarse campeón de la Europa League y de la Supercopa: "Venimos de una época de éxitos. Aprovecho para felicitar al Atlético. Los clubes españoles y nuestra Selección son espejos en los que muchos se miran y, obviamente, se tiene que trasladar no sólo a lo deportivo".

Justo cuatro años después, a finales de abril de 2022, el diario El Confidencial desvelaba el escándalo de la Supercopa de España, que Rubiales y el ex futbolista del FC Barcelona, Gerard Piqué, se llevaron hasta Arabia Saudí a cambio de un contrato multimillonario a favor de la RFEF y de la empresa de Piqué, Kosmos.

Entre las prácticas ilegales que copió de otros personajes poderosos de dudosa reputación,  Luis Rubiales desarrolló la costumbre de grabar las  conversaciones telefónicas que mantenía, sin que su interlocutor conociese que estaba siendo grabado.

Desde el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y parte de su Ejecutivo, pasando por futbolistas y directivos de clubes y empresas, Rubiales lo grababa todo. Por si en alguna ocasión tenía que usar lo dicho en el ámbito privado. Con lo que no contó era que esas grabaciones verían la luz sin él desearlo y que, a la postre, sería el inicio de su caída.

Como contamos entonces en MÁS ATLÉTICO, en esas grabaciones provocó un tremendo enfado en la afición del Atlético de Madrid, tras desvelarse una conversación telefónica con Gerard Piqué en la que Rubiales descarta de manera despectiva las opciones del Atleti de ganar LaLiga de 2019, días antes de que el Atlético se jugara el final del campeonato con el Barça, en un muy polémico arbitraje de Gil Manzano, que expulsó a Diego Costa.

Incluso se mofaba de las opciones del Atlético para ganar LaLiga.

 

Así respondía Diego Simeone a las palabras de Rubiales:

Se acabó Rubiales: dimite este viernes