domingo. 28.04.2024
El Atleti celebra el gol de Correa / Foto: ATM
El Atleti celebra el gol de Correa / Foto: ATM

Toca reflexión en el vestuario del Atlético de Madrid. Exceso de confianza, cansancio, la mente puesta en próximos duelos más estimulantes... Una o varias de estas razones formarán parte de la explicación de un partido difícil de asumir para el aficionado por más que en el fútbol estas cosas pasan y acabar ganando así esta clase de partidos sirve también para alcanzar el éxito final.

Hubo dos partidos en el Metropolitano, el esperado y el sorprendente. El primero, que duró los 35 minutos iniciales, respondió a la lógica de equipo en forma e invicto en su estadio contra equipo colista sin victorias y a punto del desahucio. Aunque el Almería salió con ganas presionando muy arriba la salida del Atleti, los rojiblancos fueron capaces de encontrar los huecos hacia el área de Maximiano.

EL ATLETI PASA POR ENCIMA DEL ALMERÍA

En sólo 15 minutos el Atlético había marcado un gol anulado por un ajustado fuera de juego de Griezmann, De Paul tuvo una ocasión clara en un disparo desviado desde fuera del área y Correa ya había probado cómo suena el poste. Un minuto después Morata se metía una dosis de autoestima acabando con la mala racha de los últimos partidos. Cogió un balón de Griezmann y con una espléndida jugada personal regateó a un defensa, regateó al portero y marcó su octavo gol en Liga.

No se contentó el Atleti con el primero. El segundo llegó tras un robo de De Paul, una carrera en profundidad de Llorente y un pase medido al área pequeña donde Correa entró como una exhalación para poner distancia en el marcador. El Atleti era un vendaval de juego y ocasiones que cerró De Paul con un lanzamiento de falta que sacó Maximiano de la escuadra. Todo iba encaminado a una goleada pero se convirtió en un sinvivir.

EL ATLETI DESCONECTA Y ELIGE SUFRIR

El Atlético optó por desconectarse como si las ocasiones contaran como goles y el Almería se hubiera dado por vencido. Eso no sucedió en ningún momento. Comandados por Dion Lopi en el centro del campo, el conjunto andaluz subió líneas y apretó a los rojiblancos con una sucesión de córners interminables y dos lanzamientos a puerta fruto de pérdidas de De Paul y Morata.

Si Simeone les advirtió al descanso de lo que podía pasar no se enteraron. Sólo Oblak decidió sostener al equipo con un par de paradas antes de que llegara el gol de un ex del Atleti, Leo Baptistao, en el 62. Un mal despeje de Azpilicueta provocó un disparo desde fuera del área desviado por Lino y por el propio Baptistao. Aunque Oblak fue capaz de pararlo con una gran estirada a contrapié, el brasileño llegó antes que nadie para rematar el rechazo a gol.

Lo ajustado del marcador trasladó los nervios al equipo local. Griezmann pudo desactivar el ánimo del Almería si hubiera acertado a rematar en el área pequeña un medido envío de Llorente, pero fue el equipo visitante el que empezó a acumular ocasiones entre fallos defensivos y pérdidas asombrosas de los jugadores del Atlético.

Los cambios del Cholo ayudaron sólo parcialmente a mitigar el peligro de un Almería que se crecía viendo noqueado al Atleti. Llorente, más adelantado desde la entrada de Nahuel, y Riquelme, que en un par de jugadas llevó más peligro que Lino en todo el partido, fueron lo más salvable de los últimos minutos, en los que pareció que el Atleti recobraba el aliento. Los constantes errores de Memphis, que llevaron al propio jugador a llevarse las manos a la cabeza, desactivaron cualquier reacción rojiblanca.

TRES PUNTOS Y ALGUNAS DUDAS

Por fortuna, Oblak mantuvo en pie al equipo. El Atleti se lleva otros tres puntos del invicto Metropolitano y recorta dos al Real Madrid tras haber perdido ritmo con el tropiezo de Montjüic. Eso sí, se instalan algunas dudas a resolver en los próximos partidos. ¿Está Griezmann sobreexplotado? ¿Lino o Riquelme serán capaces de mantener regularidad? ¿De Paul y Nahuel volverán a coger forma? ¿Memphis conseguirá, al menos, ser competencia para Morata? Lazio y Athletic esperan la próxima semana. Dos equipos ante los que hay que dar el máximo.

El Atleti gana con un chispazo y elige sufrir