El Atlético tenía hoy varias misiones y todas las ha cumplido. Tocaba asegurar la presencia en la Champions League de la próxima temporada, convenía hacerse con la tercera plaza del campeonato, confirmar la mejoría observada en el derbi madrileño, y honrar, en definitiva, el escudo con el que salieron al campo, el tradicional anterior al cambio de 2017. Ningún jugador defraudó logrando la victoria en un partido aseado, en el que se volvió a ser contundente en ataque y seguro en defensa, dejando la portería nuevamente a cero.
Las claves de este renovado Atleti pasan por distintas posiciones. Arriba no es casualidad la segunda titularidad seguida de Cunha. El brasileño es incisivo, un dolor de muelas para las defensas y una referencia para sus compañeros. En la media, el buen desempeño de Kondogbia, infalible en las recuperaciones y en la salida del balón, habilita la mejoría de sus compañeros. Carrasco vive enchufado y Reinildo parece el mejor fichaje de la historia reciente. El Atleti despierta tarde pero al menos despeja algunas dudas sobre el futuro si es que el mercado de verano no se come las fichas más importantes. Clasificarse para la Champions debería servir para espantar los negros nubarrones que cada año nos dejan una sorpresa.
El partido arrancó con un contratiempo para el Atleti. Vrsaljko sintió un pinchazo a los 5 minutos tras un golpe con un rival y se tuvo que retirar del terreno de juego. La apuesta de Simeone para este partido se iba al traste. En vez de sacar al sustituto, en teoría, natural, Daniel Wass, optaba por Renan Lodi. El brasileño se posicionaba de extremo por delante de Reinildo y Carrasco se cambiaba de banda para jugar de carrilero cambiando el esquema defensivo de 4 a 5 defensas, aunque en la práctica el belga siguió viviendo en posiciones altas.Carrasco perdía protagonismo en ataque pero Lodi lo ganaba.
Para entonces el Atlético ya se había mostrado incisivo en ataque. Cunha y Kondogbia mostraron los habituales problemas con la mira telescópica que han aquejado al Atlético en los últimos partidos y mandaron fuera balones que tendrían que haber ido a puerta. Los ataques por la banda izquierda se convirtieron en el principal arma rojiblanca y en uno de esos lances, Griezmann mandó un gran centro a la espalda de la defensa ilicitana viendo a Lodi arrancar la moto. El centro tenso del brasileño lo cazó al borde del área pequeña un Matheus Cunha que cada vez muestra aptitudes más interesantes.
Los ataques prometedores del Atleti también tuvieron su réplica en las contras del Elche y en los balones parados. Pere Milla y Bigas tuvieron oportunidades ante Oblak. El esloveno protagonizó en una de estas jugadas una escena poco habitual. Se encaró duramente con su compañero Renan Lodi corrigiéndole un mal movimiento defensivo. Fue tal la dureza del guardameta que al final de la primera parte Luis Suárez fue a buscarlo para calmarlo. El uruguayo, un futbolista de su talla, desterrado al banquillo y en los últimos días como rojiblanco, ejerciendo de capitán y apagando incendios. Su compromiso trasciende el terreno de juego. Se le va a echar de menos.
El gol del Atleti tuvo el efecto de asentar defensivamente al equipo rojiblanco. Entonces sumó al control del balón una seguridad defensiva que tenía su piedra de toque en Kondogbia, otra vez espléndido en la recuperación pero también encontrando la salida del balón hacia posiciones de ataque.
En la segunda parte el Atleti arrancó con una nueva conexión Lodi-Cunha, una jugada que parecía un clon del gol, se fue por muy poco.
El Elche comenzó a hacerse con el control del tiempo del partido según fueron pasando los minutos. Cuando menos se acercaba a puerta el Atleti llegó una gran jugada de tiralíneas. Una pared muy precisa entre De Paul y Griezmann que, muy generoso, decidió devolver el balón al argentino para que marcara a placer. Griezmann pudo haber tirado a puerta pero con todo el mundo mirando sus raquíticos registros goleadores de esta temporada, el francés no pecó de egoísta y buscó la mejor opción por encima de su interés particular. Con esa asistencia y la apertura que inicia la jugada del primer gol, Griezmann ha tenido una participación fundamental en la victoria del equipo. Jugando en ocasiones desde una posición más retrasada, se hartó de mandar balones peligrosos a sus compañeros. La posición del francés por detrás del delantero y con tendencia a recoger el balón en el centro para lanzar los ataques recuerda mucho al papel que hace ahora en la selección francesa, donde retrasa su posición para dar cabida a Benzemá junto a Mbappé en la punta de ataque. Ese puede ser ya su mejor sitio.
A partir del segundo gol el Atleti se limitó a controlar el partido cerrando los caminos del Elche hacia la portería de Oblak, que no tuvo que esforzarse. Aún tuvo opción de marcar el tercero el Atleti con un disparo de Correa sólo ante el portero que desvío Badía al larguero. Y lo marcó Suárez sobre la bocina pero fue anulado por un fuera de juego extremadamente ajustado.
El partido dejó un par de lagunas. Por dos veces cambió Simeone la posición de lateral derecho. Cuando salió cojenado Vrslajko primero puso a Carrasco. Y cuando quitó a Carrasco puso en esa demarcación a Felipe, pero no contó con el sustituto natural, Daniel Wass, que sigue penando en el banquillo desde que se recuperó de su lesión. El otro punto negativo fue la tarjeta amarilla que vio Renan Lodi en el 34' por un pisotón. Conlleva suspensión para el partido ante el Sevilla en el que el Atlético defenderá la tercera posición del campeonato.
