Aunque el Memorial Jesús Gil y Gil se ha celebrado en una fecha de lo más atípica por culpa de los apretados calendarios de las pretemporadas de ambos equipos, lo demás cumplió con la tradición de todos los años. El Atlético de Madrid ganó al Numancia, los meritorios hicieron méritos y los ciudadanos y visitantes que estos días pasan por Burgo de Osma tuvieron la oportunidad de ver de cerca, tocar a sus ídolos y fotografiarse con ellos.
Fue también una tarde de reencuentros porque el Memorial juntó a Simeone con otro ex jugador rojiblanco, el delantero Javi Moren, que es entrenador del Numancia y jugó en el Atleti 36 partidos entre 2002 y 2004. Fue el primer saludo de una tarde en la que los pocos jugadores de la primera plantilla convocados al partido no pararon de saludar y firmar a los muchos atléticos presentes.
El partido, con la Liga ya empezada y con Simeone pendiente de cómo meterle mano al Rayo Vallecano, el próximo rival, tuvo más carácter de pachanga que de otra cosa. Un encuentro donde foguear a los que menos minutos tienen en este arranque liguero, para poner a punto a los que vienen de lesión y para echar un vistazo a los canteranos que se han unido al amistoso a petición del técnico.
El Atlético fue el claro dominador del partido pero pese a las muchas ocasiones de que dispuso, los goles no llegaron hasta muy avanzada la segunda parte. En un campo en muy malas condiciones y a más de 35º, fueron Morata y Riquelme los que resolvieron el trofeo entre el 64' y el 67'. Aún más importante que los goles fue que no se lesionó nadie y que Nahuel Molina ya está listo para debutar ante el Rayo si Simeone lo ve a tono.
