martes. 14.05.2024
Pablo Barrios marcó el gol del Atleti: Foto: ATM
Pablo Barrios marcó el gol del Atleti: Foto: ATM

No fue sólo una desgracia al finalizar el partido. El gol del guardameta Provedel en el último segundo de partido fue el colofón a una acumulación de contratiempos que el Atlético de Madrid había ido solventando con cada vez mejor juego. Justo antes de la jugada del gol de la Lazio el árbitro se inhibió ante una clara falta sobre Correa. Y mucho antes habían caído lesionados Pablo Barrios y Axel Witsel, como si el destino quisiera negar al Atleti cualquier opción no ya de ganar, sino de jugar bien.

Aún así el Atleti se sobrepuso a las lesiones y a la falta de confianza con la que llegaba al Olímpico de Roma tras caer groseramente en Mestalla, aunque para llevarse un chasco al final. En tiempos de zozobra Simeone saca la corneta y ordena repliegue táctico. El Atlético de Madrid abandonó en la primera parte cualquier atisbo del Cholo-taka que tanto entusiasmo en los primeros partidos de Liga. Armó el sistema defensivo con pocas concesiones en ataque. El objetivo de convertir los espacios en campos de minas no le permitió aprovecharlos en su beneficio en la primera parte.

La Lazio tampoco está para alegrías pero de inicio sí se sintió con la necesidad de llevar la iniciativa en casa de modo que se hizo con el balón y con las ganas. No le permitió el Atleti más que un par de acercamientos de cierto peligro aunque por la izquierda Zaccagni, un jugador con mucho talento para regatear  pero poco para engañar al árbitro, generó constantes problemas en la zaga rojiblanca. Fue básicamente, la misma defensa que naufragó ante el Valencia, pero esta vez Savic, Witsel y Hermoso estuvieron más contundentes.

En ataque el Atlético apenas fue capaz de salir a la contra en una ocasión. Griezmann se tropezó consigo mismo cuando buscaba el gol dentro del área tras una escapada. Eso fue todo hasta que Barrios remató desde fuera del área una asistencia de Nahuel con la fortuna de que el balón lo desvió Kamada a gol.

EL ATLETI SE HACE CON EL CONTROL DEL PARTIDO

El canterano fue de los mejores del equipo hasta que empezó a sentir molestias. Fue sustituido en la segunda parte y Simeone recurrió a la opción C para hacer de 5. Adelantó a Witsel y sacó a Giménez en la defensa. Los rojiblancos comenzaron a mover el balón con mayor velocidad. Dominaron la  la posesión y empezaron a acumular ocasiones a partir del crecimiento de Griezmann y con las combinaciones de Nahuel Molina hasta que se fundió.

Griezmann mandó un balón franco a las nubes, Morata estrelló otro en el poste, Lino la estrelló contra el portero, ocasiones claras que se fueron al limbo ante una Lazio que pareció haberse quedado sin ideas. Un centro erróneo de Oblak le concedió una oportunidad a Inmóbile de empatar pero el propio esloveno lo resolvió. En el 90 sacó su prodigiosa mano para desviar un disparo terrible desde fuera del área. Lances aislados dentro del dominio rojiblanco.

Para entonces Witsel ya se había lesionado en un salto. Saúl, la opción D, tuvo que ocupar su posición con la ayuda de un Griezmann que se multiplicó por el campo. Lo mismo robaba balones como lateral, que combinaba el centro o acudía al ataque. 

EL ATLETI PIERDE LOS TRES PUNTOS EN EL ÚLTIMO SEGUNDO

Perdonado el segundo gol en varias ocasiones, el Lazio intentó empatar a la desesperada en los últimos minutos. Su argumento fue una falta sobre Correa no pitada que hubiera permitido mantener la posesión al Atleti hasta el final, y un portero al remate en el posterior córner. Nadie marcó al guardameta en el segundo envío al área y Provedel se convirtió en el héroe inesperado del conjunto italiano.

Más allá del disgusto, el Atleti se va de Roma con un valioso empate y con la sensación de haber recuperado algo del fútbol que dejó olvidado en Mestalla, aunque preocupan las lesiones de Barrios y Witsel porque el domingo llega el Real Madrid y el Atleti no tiene hoy un centro del campo digno de tal nombre.

La desgracia se ceba con un buen Atleti que deja escapar la victoria