domingo. 28.04.2024

La imagen que demuestra que Morata no tuvo que ver la segunda amarilla

Álvaro Morata fue expulsado al recibir una segunda amarilla en el minuto 86 tras un forcejeo con Kike Muñoz y Chimy Ávila en el que fue empujado y pisoteado. Ahora unas nuevas imágenes demuestran que él no hizo nada para recibir la segunda amarilla.
Morata acabó expulsado / Foto: ATM
Morata acabó expulsado / Foto: ATM

Si no se recuperan Correa y Memphis, que no lo parece, el Atlético de Madrid se presentará el domingo ante el Cádiz con un sólo delantero de la primera plantilla, Antoine Griezmann. Álvaro Morata, salvo que prospere el recurso que a buen seguro pondrá el Atleti,se perderá el próximo partido al ver dos tarjetas amarillas en apenas 5 minutos. Para la segunda de ellas no hubo razón alguna.

ENFRENTAMIENTO ENTRE MORATA Y CHIMY ÁVILA

Todo viene de un primer enfrentamiento entre Morata y Ávila tras una falta por la que el madrileño acabaría agarrando y abroncando al delantero hispano-argentino. Ahí se llevó la primera merecida amarilla. Pero lo gordo llegó después. Con Osasuna dequiciado por el segundo gol de Riquelme y el gol anulado a David García, Morata se plantó en el córner a perder tiempo con el balón.

Ya saben cómo son esas jugadas. Morata protegía el balón mientras Ávila y Kike Muñoz le encimaban. Muñoz le empujó violentamente contra el banderín y Morata se preparó para una segunda embestida echando el cuerpo artás con los brazos abiertos. Fue ahí que el joven jugador de Osasuna se dejó caer en cuanto Morata puso un brazo atrás para protegerse a la altura de su pecho, sólo que se llevó las manos a la cara haciendo la croqueta en un evidente teatro que Munuera Montero, enfadado por la acción anterior, se tragó.

Con ambos jugadores ya en el suelo, el Chimy Ávila saltó sobre la pierna de Morata para pisarlo intencionadamente. El árbitro sancionó con tarjeta amarilla la agresión pero también a la víctima. Como ambos ya tenían tarjeta se fueron a la calle pero uno debió quedarse en el campo. Esa es la conclusión que se puede sacar de las imágenes que ofrece la cámara de Dazn.

La imagen que demuestra que Morata no tuvo que ver la segunda amarilla