domingo. 28.04.2024
Granada 0-1 Atleti

El Atleti se agarra a sus objetivos en la Liga

El Atlético de Madrid consiguió una importante victoria ante el Granada en Los Cármenes. Tres puntos sufridos con los que regresa a la senda de la victoria fuera de casa. Oblak dejó la puerta a cero y el gol llegó, como no, gracias a la pareja Griezmann-Morata.
Morata marcó el gol ante el Granada / Foto: ATM
Morata marcó el gol ante el Granada / Foto: ATM

"¡Vamos! ¡Vamos!" El entusiasmo de Simeone abrazándose a Nelson Vivas tras el pitido final no era sólo la celebración de una victoria. Después de cuatro partidos perdiendo fuera de casa, no sacar los tres puntos ante el Granada hubiera llevado al diván al técnico argentino. No fue un gran partido del Atlético de Madrid, hoy de verde, pero en medio de la intensidad del festival de derbis en el que están enfrascados lo importante era ganar como fuera.

PRESIÓN ARBITRAL

Tampoco ayuda a la motivación saber que el partido se disputa en una Liga bajo la sombra del amaño en el que la clasificación para la Champions parece el único objetivo al que pueden aspirar hasta 19 de los 20 equipos del campeonato, en el mejor de los casos. Tanto se ha estirado la cuerda entre arbitrajes inexplicables y audios del VAR aún menos concebibles, que algunas acciones del partido ante el Granada despertaron en la grada quejas con una intensidad inversamente proporcional a la polémica real. Dos goles en posible fuera de juego, uno anulado y otro concedido, así como dos manos dentro del área, complicaron el arbitraje de un Martínez Munuera que acertó en sus decisiones más comprometidas.

UN ATLÉTICO TÍMIDO

Un centro lateral de Griezmann a Morata decidió al final un encuentro que arrancó tímido el el Atleti. Se notó la resaca del derbi, el respeto a una largo período sin ganar fuera de casa y la incertidumbre de cómo iba a funcionar un centro del campo inédito con Barrios, Llorente y Saúl. Tuvieron que pasar 25 minutos para que el equipo se animara a intentar dominar el partido, fruto de lo cual llegaron varias ocasiones, siendo generosos en la denominación. Dio la sensación de que no había mucha fe cuando Riquelme, Morata o Saúl se animaron con algunos disparos que encontraron destino en las manos de Batalla o en la grada alta de Los Cármenes.

Roro fue de los mejores en ataque pero Simeone optó por buscar un extra por banda con Lino en la segunda parte. También sacrificó a Llorente para tratar de controlar el centro del campo con De Paul. Rápido hicieron efecto los cambios. Lino tardó tres minutos en probar a Batalla y De Paul tomó los mandos con decisión. Pero fue una nueva combinación del dúo Griezmann-Morata la que propició el primer gol rojiblanco con un cabezazo del madrileño al que el VAR dedicó varios minutos de revisión hasta darse por vencido.

EL ATLETI NO CIERRA EL PARTIDO

Minutos después Saúl volvió a marcar en una jugada idéntica pero esta vez el VAR determinó que había fuera de juego milimétrico. El caso es que el equipo del Cholo empezó a jugar con fuego, como si el gol de Saúl hubiera subido al marcador y solo quedara guardar el resultado. Morata y Saúl dejaron entonces su puesto a Koke y Correa. El resultado corto dio opciones al Granada, que buscó el empate con más intensidad según se aproximaba el final. Antes la tuvieron Griezmann, en un disparo al palo, y Correa, con gran intervención de Batalla, pero Oblak tuvo que salvar al equipo en el 94 ante un disparo de Matías Arezo. 

Una mano involuntaria y pegada al cuerpo de Giménez antes del pitido final puso el foco en el VAR, que no estimó que fuera penalti como un tiempo antes descartó una mano aún más clara, con el brazo extendido, pero igual de involuntaria, de Carlos Neva en el área contraria. Como nadie sabe ya qué mano es penalti y cuál no, el ruido se impuso a lo que se vio en el campo. Un aburrido partido de fútbol que se llevó el que hizo más por ganar.

El Atleti se agarra a sus objetivos en la Liga