domingo. 28.04.2024
Mucha intensidad en el Athletic / Foto: ATM
Mucha intensidad en el Athletic / Foto: ATM

El Atlético de Madrid sucumbió en San Mamés en un partido en el que el Athletic de Bilbao fue muy superior de principio a fin del partido. La imagen del equipo del Cholo queda muy tocada tras las dos últimas derrotas fuera de casa ante dos equipos, Barça y Athletic, que ofrecieron versiones más intensas y veloces que las que parece ser capaz de mostrar el Atleti en partidos exigentes. El equipo inexpugnable del Metropolitano se vuelve un pelele lejos de su estadio y la explicación no parece fácil de encontrar.

EL ATLETI SOBREVIVE EN LA PRIMERA PARTE

Ya resultó increíble que el Atleti saliera vivo  de la primera parte. Con muy pocos argumentos el Athletic le pasó por encima al conjunto del Cholo. Bastó tapar a Koke y encimar a Griezmann en cada jugada para que el Atleti no fuera capaz de salir con la pelota controlada más allá del centro del campo. La posesión del 60% en la primera parte engaña. El conjunto madrileño sólo se encontraba cómodo moviendo la pelota entre los centrales pero cuando el balón llegaba al medio la intensidad de los leones bastaba para robar y lanzar la contra

Intensidad y bandas advirtió Simeone el sábado y así llegaron las ocasiones de los locales. El Athletic dispuso de tres ocasiones claras desbaratadas por el mejor Oblak  de siempre. Pero además Iñaki y Nico Williams probaron los postes del guardamenta rojiblanco en dos ocasiones. Y por si fuera poco, Gil Manzano pitó penalti en cuanto vio la mínima oportunidad. Una internada de Iñaki Williams que trata de frenar Söyünçü se convirtió en penalti por un mínimo contacto cuando el turco apartaba la pierna. Penaltito de los que decían que no se pitaban. Por fortuna, Sancet arriesgó y su lanzamiento a la escuadra se fue alto.

El Atlético de Madrid sólo inquietó al Athletic cuando Griezmann fue capaz de liberarse del intenso marcaje. Un par de disparos del francés desde fuera del área fueron los únicos argumentos en ataque. Simeone tuvo que hacer cambios en el descanso porque no se podía seguir así. Los sacrificados fueron Söyünçü y Nahuel por Giménez y De Paul. 

EL ATHLETIC SI ACIERTA EN LA SEGUNDA

El Athletic no tardó en hacer lo que no fue capaz en la primera parte. En el 51' Guruzeta abrió el marcador en una segunda acción a la salida de un córner en el que se había quedado sin marca. Era la primera de los locales. La suerte se había acabado y Nico Williams lo certificó en la siguiente aproximación al área inventándose un golazo a la escuadra ante la pasividad de Hermoso y Witsel. Sólo Oblak impidió que fuera peor la cosa sacando otra mano salvadora ante Iñaki Williams.

Mejoró el Atleti los últimos 20 minutos, por actitud o por demérito de un rival que decidió bajar una marcha. El caso es que por fin se acercaron al área de Unai. Dos ocasiones de Llorente y otras dos de Lino que, de transformarse, hubieran podido meter al Atleti en el partido para maquillar, al menos, lo sucedido. No ocurrió así y tras lo visto en la primera parte nadie se atreverá a culpar a la mala suerte. Toca reflexión sobre las dos caras irreconciliables que el Atleti muestra en el Metropolitano y fuera de su estadio.

San Mamés también se come a un Atleti irreconocible lejos de su estadio