sábado. 04.05.2024
Savic, en un partido ante el Valencia / Foto: ATM
Savic, uno de los señalados ante el Valencia / Foto: ATM

El Valencia ha barrido al Atlético de Madrid. No es una metáfora. En el segundo gol, a Hugo Duro sólo le faltó la escoba para ir quitándose de en medio a Barrios, Hermoso, Witsel, Savic... Los hubiera mandado a todos al banco Simeone si no fuera porque el fondo de armario del Atleti anda corto de fichajes, largo de lesiones y por delante hay una maratón de encuentros de la máxima exigencia. 

UN ATLÉTICO SIN INTENSIDAD

No hay por dónde agarrar un partido al que el Atleti llegó con la tercera equipación verde turquesa porque una camisa hawaiana de palmeras y olas hubiera sido demasiado sincera. El Valencia, en cambio, se tomó el parón como una oportunidad de reflexionar tras dos partidos con derrota. Salieron con el cuchillo entre los dientes y en solo 5 minutos tuvieron con un gol su primera recompensa. Así acabaron los jugadores valencianistas, Javi Guerra, Correia, Duro... Todos reventados de tanto honrar su profesión con sudor y esfuerzo. Un gusto.

No es que el Valencia ganara y goleara por derroches de calidad sino porque la falta de intensidad de los pupilos del Cholo convirtió la alineación valencianista en una suerte de Brasil del 70, con Hugo Duro como la reencarnación de Pelé y Canós en la de Tostao. Sorprendente que los centrales que se mostraron tan solventes ante Granada, Betis y Rayo Vallecano, los Savic, Witsel y Hermoso, se convirtieran súbitamente en semejante coladero ante un imberbe ataque como ese. Pudo ser peor si Azpilicueta no salvara in extremis un par de ocasiones valencianistas o si Giménez en la segunda parte no impusiera su jerarquía a base de gritos.

SIN IDEAS Y SIN DEFENSA

No ayudó a este panorama que en el primer acercamiento valencianista se combinaran la blandura defensiva con un inoportuno rebote en Savic para que Duro se adelantara a Witsel y marcara el primero. Más difícil de justificar es el segundo gol de Duro, el de la barredora, en el minuto 33. Una jugada con origen en una pérdida de Griezmann que ninguno de los que tenía por detrás supo cortar.

En ataque el Atleti se encontraba un muro de cemento y de intensidad. En defensa los del Cholo eran un muro de Gruyere. Apenas un disparo de Llorente con peligro en la primera parte. Sólo Barrios, sin alcanzar el notable, intentó al menos levantar el ritmo rojiblanco. Como las desgracias no vienen solas, Thomas Lemar, que estaba sobre el césped porque le pagan para ello, se lesionó de gravedad en el talón de Aquiles en un salto, él solito. Otro para la enfermería de larga duración, pero tranquilidad que no hace falta un 5.

CHOLINA SIN EFECTO

La cholina en el descanso tuvo menos efecto que de costumbre, en parte porque no hay de dónde rascar en el banquillo, en parte porque el Valencia no bajó su determinación en todo el encuentro, decidido a romper esa racha de 9 años sin ganar al Atleti, 17 partidos. La última vez que Mestalla vio algo como lo de hoy fue el 4 de octubre de 2014. También metieron tres pero al menos los rojiblancos también perforaron la portería rival en una ocasión.

Para eso hay que disparar a puerta. Los cambios parecieron dar otro aire al equipo. Galán (triste estreno) y Nahuel intentaron profundizar por sus bandas y Correa, otro al que salvar hoy, llevó el único peligro al area de Mamardashvili. Un espejismo. Cuando parecía que el Atleti se recomponía llegó el tercero, un disparo con la zurda desde la frontal de Javi Guerra, que nadie fue capaz de tapar y al que no llegó la estirada de Oblak. Otra jugada que dejó en evidencia a Witsel y Hermoso. El resto del partido ya se hizo largo. Aún más.

El Valencia barre a un Atlético indolente