La fotografía que encabeza este artículo es de hace dos días. El 4 de septiembre el ya exjugador del Atlético de Madrid, Yannick Carrasco, llegó al aeropuerto de Riad (Arabia Saudí), pasó el reconocimiento médico y sólo unas horas después el Al-Shabab, su nuevo equipo, distribuía fotos del belga firmando su contrato y posando con la nueva camiseta. Con un vídeo hacía oficial su fichaje mientras desde el Metropolitano se guardaba un extraño silencio. Más Atlético reflejó en ese momento esa nada habitual contradicción.
EL ATLETI CONFIRMA LA VENTA DE CARRASCO
Dos días después y con nocturnidad (22:35 de la noche), el Atlético ha confirmado que, efectivamente, Carrasco ha dejado de ser jugador rojiblanco. En un breve comunicado explican el porqué de la demora. Según el Atlético de Madrid, el acuerdo con Al-Shabab se habría "formalizado esta noche". El anuncio del Metropolitano no critica la precipitada presentación por parte del conjunto árabe pero sí deja entrever la divergencia en este asunto.
Aunque la venta de Carrasco estaba perfectamente encarrilada desde hacía días, parece que aún quedaban flecos por resolver, a tenor de lo que afirma el club rojiblanco, de modo que el anuncio del club saudí no habría sentado nada bien en las oficinas del Metropolitano. Lo habitual en estos acuerdos es que los equipos implicados hagan al mismo tiempo la comunicación de los traspasos.
SOSPECHAS EN LA AFICIÓN
El tardío anuncio rojiblanco ha levantado las sospechas de parte de la afición atlética que veían en ese retraso y en la nocturnidad del anuncio, un intento del club de minimizar el impacto social negativo de una salida que ha molestado tanto por la valía incontestable del jugador como por la ausencia de fichajes que lo palíen. El resultado es que la plantilla del Atlético se ha devaluado, se han marchado los dos jugadores más diferenciales del club (Carrasco y Joao Félix) y no ha venido ni el 5 que pedía Simeone ni ningún jugador en sustitución de los que se han marchado.
Carrasco firmó un contrato para los próximos 3 años más uno opcional en los que cobrará alrededor de los 13 millones de euros. Las cifras finales de la venta por parte del Atlético no están confirmadas pero tras las últimas negociaciones se estima en unos 15 millones de euros más bonus.
