La reacción del Atlético de Madrid a las declaraciones de Joao Félix no se han hecho esperar. Fuentes del club muestran sin disimulo su profundo malestar. Una cosa es que su situación en el equipo no fuera cómoda ante sus deseos de salir del Atleti y otra cosa es que se emplée este método de presión para llevar la situación a un punto insostenible.
SORPRESA EN EL ATLETI CON JOAO FÉLIX
En las oficinas del Metropolitano ni se sabía que iba a hacer esas declaraciones ni, desde luego, se le dio permiso para hacerlas. Consideran que esas declaraciones de amor al Barcelona son una falta de respeto al club y a la afición. También llaman la atención sobre su agente, el portugués Jorge Mendes, de quien dicen que "conoce perfectamente las condiciones que deben darse para que Joao pueda salir del club. A partir de ahí no tenemos nada que comentar sobre este tema”.
Y esta es la sorpresa en el club. El Atlético no sólo no cierra la puerta de salida del jugador sino que lo tiene en el escaparate con luces de neón. Eso sí, lo que no piensa es regalarlo. Este movimiento de Joao Félix, hablando con un periodista reconocido internacionalmente como Fabrizzio Romano, sólo se pueden interpretar como una forma de presionar al club al límite. Lo sorprendente es que forzar una situación hasta este extremo sin que el jugador tenga una oferta en pie es como tirarse a una piscina sin agua.
Tras estas declaraciones el Atlético se plantea qué hacer disciplinariamente con el jugador mientras siga en el Atlético. En el Atleti no puede jugar como si tal cosa tras sus declaraciones pero el club no tiene destino al que mandarlo y económicamente no puede aceptar una cesión gratis ni un traspaso ínfimo. Y encima el jugador sólo acepta destinos de Champions League. Joao vuelve a ser una patata caliente para el Atlético y para el vestuario. Su salida al Chelsea coincidió con el momento en el que el equipo comenzó a hacer su mejor fútbol de la temporada.
