El Atlético de Madrid marcó 4 goles anoche pero solo se validaron dos. Correa y Memphis batieron al portero rayista tras dos fueras de juego milimétricos de esos en los que hay que tener fe porque las imágenes con las líneas ofrecidas por televisión no lo dejan muy claro. El árbitro César Soto Grado acertó en sus decisiones apoyado en el VAR por Pulido Santana.
El de Correa fue en la primera parte y hubiera supuesto el 2-0 en el marcador. El de Memphis fue cerca del final del encuentro y hubiera supuesto el 2-1 que, finalmente acabó imperando en el marcador por un gol del propio Depay.
El Var también intervino en los dos goles rojiblancos que sí subieron al marcador. En la primera jugada Reinildo remata un balón entre dos defensas. Fruto del forcejeo el mozambiqueño agarra a un defensor mientras que al mismo tiempo es agarrado por quien le cubre por la espalda. Ninguno de los agarrones se salen de lo que se permite en la práctica del fútbol como demuestra el hecho de que ninguno de los jugadores del Rayo implicados protestó la jugada. El VAR consideró lo mismo.
El segundo gol parte de una jugada en la que Griezmann salta con Pep Chavarría para cabecear un balón. La jugada continúa y el francés asiste a Depay para que marque. Tanto Chavarría como el entrenador del Rayo protestaron mucho la jugada aunque en la repetición se observa claramente que no hay nada punible como consideró el VAR. Griezman salta antes y con el brazo pegado al cuerpo mientras que Chavarría camina hacia atrás y es él quien se golpea en el cuello con el codo de Griezmann. No hubo ninguna acción antirreglamentaria.
