jueves. 02.05.2024
Las Palmas 2-1 Atleti

Las Palmas frena en seco la euforia rojiblanca

El Atlético de Madrid pagó su exceso de confianza ante un buen Las Palmas. El equipo grancanario planteó un partido incómodo a los rojiblancos que no fueron capaces de adueñarse del encuentro y que se mostraron ineficaces ante la portería rival.

Riquelme no tuvo premio / Foto: ATM
Riquelme no tuvo premio / Foto: ATM

El Atlético de Madrid regresa de las islas con un toque de atención. Ni se vio al Atleti dominante ni hubo cholo-taka ni intensidad ni eficacia de cara a puerta. Probablemente con sólo alguna de estas características se hubiera podido llevar el partido pero desde que entró en el campo se vio que este equipo no era el de las últimas alegrías. 

El exceso de euforia, el exceso de confianza o ambas cosas penalizaron a los rojiblancos, acostumbrados a sacar los partidos adelante, incluso cuando se ponen en contra, porque sí, porque le salen las cosas. Pero esta noche se presentó un Atlético plano con un Oblak desconocido e incapaz de transformar las ocasiones claras que tuvo. Sí lo hizo Las Palmas, que marcó dos goles en las dos ocasiones que tuvo y al que le bastó anular con presión e intensidad el juego rojiblanco.

POCA INTENSIDAD EN EL ATLETI

Arrancó Las Palmas ejerciendo una intensa presión en la salida del balón del Atlético para evitar que ésta fuera tan aseada como últimamente nos deleita el equipo del Cholo. Lo consiguió durante buena parte de la primera parte porque los rojiblancos no fueron capaces de imprimir la velocidad habitual. Aún así el equipo tiene recursos y llevó más peligro jugando a la directa que combinando. Hasta en tres ocasiones se plantó con peligro el Atleti ante la puerta de Valles, con pases largos a la espalda de la defensa que Riquelme y Morata no fueron capaces de explotar.

LAS PALMAS GOLPEA PRIMERO

Oblak no sufrió en la portería y daba la impresión de que un poco más de intensidad podría valer al Atlético para llevarse el partido. Se esperaba un marcha más tras el descanso pero no. Fueron los jugadores de Las Palmas los que siguieron sin dar un balón por perdido. Por eso, mientras Griezmann y Koke se quedaban parados reclamando que un balón había salido de banda, el equipo amarillo continuó la jugada y Kirian encontró el disparo y un hueco junto al palo derecho de Oblak que, mal colocado, no pudo alcanzarlo. El VAR validó el gol pese a las quejas de los rojiblancos.

Ahora sí, con el marcador en contra reaccionó tímidamente el Atlético. Riquelme volvió a tener ocasiones entrando como un puñal por su banda. Una la solventaron entre Valles y el palo, otra la mandó a las nubes. Seguía dejando escapar ocasiones el Atlético.

SIMEONE REVOLUCIONA EL EQUIPO

Simeone quiso revolucionar el equipo con Llorente y Correa por Griezmann y Koke, más discretos hoy de lo habitual. Minutos después sacaba a Saúl y Giménez por Witsel y De Paul. Cambios para hacer un fútbol mucho más directo visto que lo de combinar y el cholo-taka se había perdido con alguna maleta del avión.

Tampoco funcionó la alternativa en un Atlético poco acostumbrado a que no le salgan las cosas fluidas. Para colmo, en el 74 Hermoso mandó una pelota imposible a Pablo Barrios. Las Palmas penalizó la pérdida mostrando toda la eficacia que le faltó al Atleti. Benito disparó al palo corto que Oblak tampoco supo tapar esta vez. Con el 2-0 llegaron las prisas entre los olés del público grancanario a su equipo.

LLEGA EL GOL DEL ATLETI

La eficacia llegó demasiado tarde en el último recurso que le quedaba al Atleti, el centro lateral. Riquelme le puso un gran balón a Morata que acercó al conjunto rojiblanco en el marcador rematando con el pie lejos del alcance de Valles. Quedaban ocho minutos y otros tantos más de alargue pero a Las Palmas no le temblaron las piernas y el Atlético sólo fue capaz de dar miedo en una última ocasión, la más clara del partido y la demostración de que no era el día del Atlético.

Un balón rebotado en el 90' lo cazó fuera del área Barrios con una potencia inusitada. Álvaro Valles fue capaz, a duras penas, de repelerlo para dejarlo en los pies de Morata, cuyo remate acabó golpeando el larguero. Mereció el empate el Atleti, más por empuje que por calidad, pero esta vez la pelota no quiso entrar y el Atleti perdió la oportunidad de dormir líder.

Las Palmas frena en seco la euforia rojiblanca